15 años atrás la TV chilena infantil era un revoltijo entre el Cartoon Network y animé y el contenido original cada vez iba disminuyendo. Ya no existía el “Profesor Rossa” ni nada Chileno en el aire que pudiera entretener a los niños en sus horas libres.
Pues, eso cambio el día 15 de marzo de 2003, con el estreno del programa infantil de marionetas 31 minutos. Un show que simulaba un noticiario, con noteros, entrevistas, ranking musicales entre otras cosas. Animado por Tulio Triviño y acompañado por Juan Carlos Bodoque, Guanín, Patana, Policarpo entre otros…
En el papel solo era eso. Pero terminó siendo mucho, pero mucho más.

31 minutos podría considerarse perfectamente como el programa infantil más exitoso en la historia de la televisión chilena.  Creado por Álvaro Díaz y Pedro Peirano, el programa alcanzó a tener 4 temporadas, y su éxito fue tal que incluso tuvieron una película que fue estrenada en las salas de cine en Chile, sin mencionar que además el programa fue emitido en Nickelodeon y en México a través de su canal local.

 

 

¿Pero que hizo que 31 minutos fuese algo tan especial?  
31 minutos no era solo un show para niños, es más, mis padres amaban el show. En un comienzo creía que lo veían con nosotros solo por acompañarnos a ver la TV, pero luego los encontraba tarareando las canciones y cantando las letras mejor que yo y mi hermana. Recuerdo que varias veces mi padre me comentaba que a él le gustaba muchos 31 minutos porque le recordaba a los programas que él veía cuando pequeño. Y porque de alguna u otra manera, el programa te estimulaba algo que los programas animados de la época fallaban en entregar. Estimular la imaginación.
Un calcetín superhéroe, un conejo como notero estrella, dos balones y un guante de box como periodistas deportivos. Un pueblo entero anexo a la realidad llamado tirilquén. Y en esta realidad las posibilidades eran infinitas.

 

Otras de las cosas a las que uno puede atribuir el impacto de 31 minutos son sus canciones, todas ellas presentadas capitulo por capitulo por el crítico de espectáculos del noticiario. Policarpo Avendaño y su ranking top top top top top…
ahí saltaron a la fama canciones icónicas como “Bailar sin cesar”, “El dinosaurio Anacleto”, “Doggy Style” entre otras.  Canciones que podrían posicionar a 31 minutos como los compositores chilenos más influyentes y populares junto con “Los Jaivas” y “Los Prisioneros” (y si no me creen hagan el ejercicio, es sumamente probable que si Ud. canta una canción de 31 minutos en la micro o en un carrete, más de alguien se la va a saber o va a saber quién la canta) 31 minutos ha sido tan exitoso entre jóvenes y adultos que en Lollapalooza y en el Festival de Viña del Mar, han sido aclamados por la gente y han sido un éxito.
canciones que de alguna u otra manera hacen comentarios sociales (como la inclusión, el estado de la tv en general o la educación chilena) y que hablan de cosas con las que uno puede relacionarse, como la caída de un diente, un mal corte de pelo, que se te caiga la pelota donde la vecina etc…

 

Pero Policarpo y Tulio no eran los únicos personajes. Juan Carlos Bodoque (mi favorito <3) un ludópata y  el notero ecológico (que hacia la nota verde, de la cual podría hablar todo el día sobre como enseñaba de temas ecológicos y sociales), Juanin Juan Harry, el director de piso, Mario Hugo, un periodista con muchos perros, Guaripolo… que no sabría cómo definirlo más allá de que era el “personaje favorito de los niños de 31 minutos”. Y muchos más, cada uno con su personalidad y con su dinámica propia.

31 minutos es sin duda un icono de la TV chilena, un pilar fundamental en la TV infantil y una experiencia que a muchos nos marcó de por vida. Haciendo que nos enamoráramos de sus coloridos personajes y haciéndonos tararear sus canciones.
Jamás un noticiario había sido tan entretenido y significativo para tanta gente, y por eso, Gracias 31 minutos.

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