«…-Jace-susurró- ¿No lo sabes? Todo lo que me das me provoca el placer más dulce que jamás he experimentado. El dolor es placer. El placer es placer. Tu amor es más de lo que nunca hube soñado…»

Bethany Willis,

Fervor de Maya Banks

FervorSINOPSIS:Gabe, Jace y Ash son tres de los hombres más ricos y poderosos del país. Han sido amigos y socios en los negocios desde siempre y están acostumbrados a conseguir todo lo que desean. Absolutamente todo. En el caso de Jace es una mujer cuyos encantos lo pillan por sorpresa. Cuando conocen a Bethany, Jace comienza a sentir cosas que nunca antes había experimentado: celos y una poderosa obsesión que lo traicionan y sobrepasan hasta perder el control. Jace quiere a Bethany solo para él. Se obsesiona con ser el único hombre en su vida y está dispuesto a poner en juego su amistad de años con Ash, con quien siempre compartió todo, incluidas las mujeres. Pero esta vez, Bethany será únicamente suya. Incluso si esto significa darle la espalda a su mejor amigo.

RESEÑA: Hemos visto un verdadero auge en el género romántico / erótico en los últimos años. Las réplicas del terremoto de 50 Sombras aún se sienten después de varios años. Una de esas réplicas es la trilogía Sin Aliento de la escritoria Maya Banks que nos presenta básicamente la historia de tres amigos (uno por cada libro) y sus aventuras y desventuras por encontrar el verdadero amor en el universo de relaciones de una noche.

Para quienes no leímos Éxtasis la primera parte de la trilogía (me incluyo), les tengo una muy buena noticia, cada libro es independiente entre si y puede leerse sin necesidad de leer el anterior. Cada libro es la historia de uno de estos tres amigos millonarios. En Fervor es el turno de conocer la historia de Jacen Crestwell y su romance con Bethany Willis.

Desde el comienzo del relato se arma una historia que sigue casi a calco la fórmula que desde 50 Sombras de Grey hemos leído infinidad de veces: el millonario seductor de extrañas preferencias sexuales seducido por una mujer que podría hacerlo sentar cabeza. Soy una de las lectoras que disfrutó con 50 Sombras de Grey y que sintió un vacío tras terminar el tercer libro, me sentía una viuda de Grey con todas sus letras, pero eso no significa que desee ver repetida la fórmular una y mil veces. Creo que 50 Sombras triunfó precisamente por plantear un tema diferente en sus páginas, pero desde ahí han surgido infinidades de trilogías que repiten la historia una y otra vez hasta el cansancio y a falta de algo mejor que decir, me valgo de un dicho popular para plantear mi pensamiento «chiste repetido sale podrido».

Esto no quiere decir que Fervor no sea un libro entretenido y de rápida lectura, porque sí lo es, la pluma de Banks es ágil y atractiva y a pesar de los pesares logra encantar y divertir. Sus escenas sexuales son elegantemente descritas pero bastante subidas de tono, lo que gustará a los lectores más ávidos de este género. Además plantea una relación de dominación – sumisión donde ambas partes disfrutan sin tapujos ni sentimientos de culpa. En esta novela el sado light no es objeto de controversia y en eso se diferencia de 50 Sombras.

Sin embargo, en su lado más negativo, Fervor plantea una historia que resulta muchas veces inverosimil y tiende a llenar hojas y hojas de repetición de ideas y de palabras (a veces hasta la exageración) y eso definitivamente te saca de la lectura. La libertad creativa de Banks para plantear su historia roza lo infantil. Sé que estas novelas se caracterizan por plantear los deseos femeninos y esos deseos que la sociedad te ha inculcado, ese deseo del príncipe azul de la niñez que en la adultez se convierte en un millonario oscuro y seductor tiene algo de infantil e idealizado, no obstante, estas historias están escritas para que las mujeres (sí, estos libros son definitivamente para un público femenino) nos sintamos identificadas y que en nuestro fuero interno pensemos que algo así podría suceder. En Fervor esa libertad creativa es llevaba al límite y hace pensar al lector «en realidad algo así no podría pasar ni en un millón de años»

Con todo lo anteriormente planteado, quien esté dispuesto a dejar de lado las reiteraciones y las situaciones y diálogos irreales, se encontrará con una novela ágil, de fácil lectura, entretenida y que mantiene atrapado.

Entretenida.

Erika Moreno I.

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