«Escribo desde la fealdad, y para las feas, las viejas, las camioneras, las frígidas, las mal folladas, las infollables, todas las excluidas del gran mercado de la buena chica, pero también para los hombres que no tienen ganas de proteger, para los que querrían hacerlo pero no saben cómo, los que no son ambiciosos, ni competitivos, ni la tienen grande. Porque el ideal de la mujer blanca, seductora, que nos ponen delante de los ojos es posible incluso que no exista.»

¡Wow! es mi mayor comentario sobre este libro, intento pensar en una reseña que abarque todo lo  que podrás encontrar en esas páginas pero es tanto que se me está haciendo bastante difícil. Virginie Despentes fue atrevida, valiente y sobretodo sincera en cada palabra que puso en este libro, sorprendente.

Desde la primera página quedas anonadada, es chocante lo directa que es para decirte las cosas, para incluirte en su relato y cómo comienza a introducirte un tema tan fuerte para ella, y para la sociedad, la prostitución. Porque sí, ese es principalmente el tema que leeremos, pero no visto desde fuera ni estudiado por un tercero sino que tendremos el relato de la persona misma que lo ejerció, lo vivió y lo sobrevivió.

Es extraño pensar en un tema tan tabú como la prostitución, muy pocas personas saben qué es lo que en realidad sucede con esas mujeres que vemos normalmente con pena, creemos que lo hacen sufriendo por mera necesidad, pero no siempre es así, a veces es simplemente una decisión, una forma de vivir y salir adelante como cualquier  persona. Este enfoque nos da la autora y nos cuenta relatos vividos en carne y hueso, duros e impactantes.

Podriamos decir que Teoría King Kong es un tipo de autorelato de la autora, ya que no sólo nos habla de la profesión que decidió ejercer por algunos años, sino que antes, nos da un pequeño resumen de su vida, siempre libre de tomar sus propias decisiones hasta que un día unos tipos deciden quitarle ese derecho e invadir su privacidad, todo cambia y ese proceso nos lo cuenta desde el dolor y la rabia.

No creo que sea un buen libro para ser usado como referencia feminista, es más un autorelato de tabúes, nos da a conocer una realidad que ignoramos, de esas que no entiendes hasta que las vives pero realmente nadie quiere vivirlas, aún así me dejó una nueva experiencia que jamás pensé leer.

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