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Cuando se rumoreó la voluntad de contar la historia del hijo del rival más emblemático de Rocky en su saga fílmica, todos arrugamos el rostro. Lo que sonaba como una pésima idea, comenzó a convencer con un par de fabulosos adelantos, y hoy golpea con todo en la cartelera nacional. “Creed”, la historia del hijo de Apollo, es la gran sorpresa de la temporada y tuvimos la oportunidad de revisarla para Uds., cortesía de Warner Chile. Aquí, lo que vimos y sentimos, sin spoilers ni verdad absoluta.
Algo nos pasa con Rocky. ¿Será su personalidad pura, su carácter inocente? ¿Quizás que es el eterno “underdog”, luchando contra las probabilidades? (Ya ahondaremos en esto, que merece un articulo propio)… Al final, lo cierto es que todos amamos una buena pelea contra el Mundo. Todos nos hemos enfrentado a eso que no podemos derrotar. Todos podemos relacionarnos con esa lucha imposible. Eso era “Rocky” en 1976, y eso es “Creed” hoy… y como disfrutamos tenerlo de vuelta.
“Creed” cuenta la historia de Adonis “Hollywood” Johnson (Michael B. Jordan, que al fin tiene la oportunidad de lucir luego de la horripilante “Fantastic Four”), un joven venido de las barriadas, criado en correccionales y hogares adoptivos, amorosamente recogido, rescatado y reconocido por la viuda del Ex-Campeón Peso Pesado Mundial Apollo Creed como un hijo bastardo de su difunto marido (que, recordemos, fue asesinado en el ring en 1985 por el colosal Ivan Drago). Adonis pasa de la calle a gozar de todos los privilegios económicos de una leyenda del boxeo, pero no logra sacar la calle de él, y sueña con pelear. Contra los deseos de su madre adoptiva, Adonis comienza una batalla contra todo y todos por abrirse paso en el mundo de su padre, por reconciliarse con su memoria y salir de su sombra… Y sólo un hombre puede ayudarlo: un solitario boxeador retirado de Filadelfia de nombre Rocky Balboa.
“Creed” es presentada como un spin-off, una historia derivada del universo de la serie de Rocky, pero la verdad es mucho más grande: no sólo “Creed” es una verdadera secuela en forma y espíritu de la “Rocky” original, que toma su estructura narrativa y la refresca para una nueva generación… “Creed” es quizás la más noble y meritoria continuación de la historia del Semental Italiano. Por un lado es cierto, tenemos a un protagonista que nace, diametralmente distinto a Rocky: violento, orgulloso, furioso. Michael B. Jordan es el dueño de la cinta, esta es su historia y el joven protagonista la maneja con justa destreza. Por otro lado, tenemos a Rocky, convertido en un personaje trágico, ermitaño, despojado por la vida de su familia y amigos (es fuerte lo que seis películas pueden hacerte…) que encuentra en Adonis a un hijo putativo y una oportunidad de redención, en un rol que tiene hoy a Silvester Stallone (una vez más, aunque cueste creerse) nominado a un Oscar. Une estos dos mundos la maravillosa banda sonora de Ludwig Goransson, que mezcla el origen urbano de Adonis con la épica fanfarria del destino que le aguarda en la ruta por reclamar el apellido Creed, y que ha sido la tónica musical de esta larga saga fílmica. Goransson lo dice con música: “Creed” es tanto “Creed” por derecho propio como una magistral “Rocky VII”, una historia sobre la calle y su gente, sobre superación y esfuerzo personal como la original, y a la vez un relato cándido sobre el vivir (emociona pensar que hoy Rocky tiene la misma edad que el viejo Mick en la original), y sobre padres e hijos, para padres e hijos… con la carga emocional de Stallone lidiando con la perdida de su propio hijo inundando la cinta de principio a fin.
Cierro confesando sin vergüenza que “Creed”, este refrito, esta sorpresa, me arrancó lagrimas, y me hizo vibrar con su última media hora como si jamás hubiese visto “Rocky” en mi vida. Aunque la cinta llegue con un holgado retraso a las salas chilenas (permitiendo la proliferación de descargas y torrents varios), es un gustillo que merece verse y escucharse en su formato original sin duda alguna, y del que nadie saldrá arrepentido.
“Creed”, en salas de todo el país. ¿La viste? ¿Qué te pareció a ti?
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