Este sexto capítulo de la saga iniciada por alla en el 2001 de Rápido y Furioso continua en cartelera con gran aceptación por parte del público chileno y gracias a Justin Lin, esta serie de películas de autos veloces y chicas bellas, se ha convertido en todo un acontecimiento, enlazando las primeras películas, a las más recientes, donde ya tenemos tramas más complejas y lazos a anteriores capítulos.
Tal vez suena demasiado extremo hablar de un sexto episodio, pero la imaginación para crear esta nueva aventura de Vin Diesel y sus amigos, da para mucho más, y con un ritmo adrenalínico que cumple completamente lo que esperamos ver, autos veloces, carreras fantásticas nos esperan para más aventura.
En esta ocasión, el agente Hobbs (Dwayne Johnson) debe atrapar a un nuevo equipo de ladrones liderados por Luke Evans, y recurre a la ayuda del retirado grupo de Dom (Vin Diesel) y Brian (Paul Walker) para atraparlo, pero primero deberá convencerlos para salir de su millonario retiro (que vimos en Rápido y Furioso 5) y lo hace trayendo a la memoria la “muerte” de Letty (Michelle Rodríguez), dejando un poco, el robo principal en segundo plano, sacrificando los rudos y expertos del nuevo equipo de ladrones casi aislado para darle prioridad a la enorme cantidad de personajes que la saga ya tiene.
El director Justin Lin, puede que adultere algunas leyes de gravedad, con escandalosas persecuciones y muchas explosiones logrando mantenernos entretenidos en la sala, mal que mal, es una película de diversión, pero además, logra unir este capítulo con un gran vacío que la saga tenía a mi gusto, y para enlazar eso, deben ver lo que sucede en los créditos finales de la película.
En resumen, es una película de acción pura, ya no solo como una serie de autos bonitos y chicas bellas, de plano Rápidos y Furiosos se han convertido en una gran saga de adrenalina y testosterona pura de la cual esperamos con ansias su séptima parte.
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