James Bond está de vuelta. Tan exitosa resultó “Skyfall”, la entrega anterior del agente secreto más legendario de la Historia del Cine, que la mítica casa productora EON decidió volver a confiar en la mano del ganador del Oscar Sam Mendes (“Belleza Americana”) para llevar a 007 a su vigesimocuarta aventura fílmica. Revisamos como le fue de manera exclusiva (cortesía de Andes Films) y te la comentamos aquí, sin spoilers.

 

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Bond regresa. Daniel Craig regresa. Sam Mendes regresa…. Y una de las organizaciones criminales más emblemáticas y parodiadas del Cine regresa. Algo digno de ver, sin duda. El director de “Skyfall” lucha en esta cinta con una doble tarea: por un lado, continuar el viaje de maduración de este “joven” James que Martin Campbell se encargó de presentarnos en “Casino Royale”, y por otro lado comandar el sueño húmedo de todos los fanáticos de 007 en el orbe: retratar el regreso de SPECTRE, el misterioso grupo de contra-espionaje y extorción que se encargó de hacerle la vida imposible a Sean Connery durante toda una década, en su eterna búsqueda por la dominación global. Por razones legales y una larguísima disputa por derechos intelectuales, SPECTRE desapareció del mundo cinematográfico de James Bond por más de 40 años, y por fin llegó la hora de su regreso. Para eso, Mendes nos presenta a un 007 aún golpeado por los fatídicos eventos de la cinta anterior. Con un nuevo M a cargo (Ralph Fiennes), un MI6 al borde del cierre y el programa de espionaje británico enfrentando serios cuestionamientos, 007 se lanza a la cacería de viejos y nuevos enemigos sólo para descubrir que todos los últimos eventos de su vida, incluyendo las muertes de varios de sus seres queridos, han sido orquestados por una sola, imposible agrupación secreta. Así, James deberá recorrer las calles de México, Italia y Marruecos para desentrañar los secretos de SPECTRE y un misterioso personaje de nombre Oberhauser (el gran Christoph Waltz de “Bastardos Sin Gloria” y “Django”), un enigmático hombre que parece conectarse con el pasado del agente con Licencia para Matar. Mendes, tal como lo hizo en su aventura anterior, explora inéditamente el pasado del personaje mientras derrocha amor por los elementos que conforman el mito de 007, llevando de paso a Daniel Craig a una interpretación totalmente clásica del personaje. Los toques de humor, las frases típicas, la acción inverosímil, el villano bidimensional con un plan colosal y un asistente brutal y silente (en esta ocasión Batista, homenajeando con todo a clásicos henchmen como Oddjob y Jaws)…  todos están ahí. Esto es lo más “James Bond” que Daniel Craig ha logrado estar, ya lejos del hombre tosco, sin ingenio al que le importaba un carajo si su Martini estaba agitado o revuelto en “Casino Royale”.  Es más, podrías poner a “SPECTRE” hoy, en 2015, entre una película de Sean Connery y una (buena) de Roger Moore y en cuanto a narrativa, ritmo y esa inocente candidez, pasaría por una más sin ningún problema. Esto, por supuesto, puede ser bueno o malo, dependiendo del ojo del espectador. “SPECTRE” tiene ese ritmo más pausado de aquellas entregas, lejos del vértigo y la velocidad desenfrenada de las secuencias de acción de “Quantum of Solace”, y sus casi 150 minutos de duración pueden resultar duros para el espectador casual. Y es que, en el fondo, “SPECTRE” es un filme para seguidores de la serie. Descansa en la nostalgia, en tener de vuelta a Q y a Moneypenny en acción, en el viejo Aston Martin DB5. Incluso narrativamente, depende directamente de las tramas de las cintas anteriores (así que una refrescada de memoria no estaría demás). Desde los títulos iniciales (que son, a la vez, parte esencial de toda esta tradición Bondsiana) “SPECTRE” nos advierte de esto, mostrándonos entre sombras los rostros de viejos conocidos de “Casino Royale”, “Quantum” y “Skyfall”. Y es que “SPECTRE”, igual que la organización que le da el nombre, quiere alimentarse del pasado y ser el lazo definitivo que gobierne la franquicia detrás de las sombras. Si, la trama se torna algo simple de vez en cuando (incluso más que en “Skyfall”). Si, los personajes carecen a ratos de profundidad (especialmente los femeninos, con Monica Bellucci reducida a una pequeña aparición en lo que es, por lejos, el pecado más imperdonable de la cinta)… Pero es James Bond. Lleva más de 50 años siendo así, y aquellos que llevamos un tiempo conociéndolo encontraremos en “SPECTRE” una aventura más del hombre al Servicio Secreto de Su Majestad con todas las de la ley.

 

“007: SPECTRE” llega hoy a Chile en todos los formatos disponibles. Si la ves, cuéntanos tu opinión y siempre recuerda: sé tu propio crítico.

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