Cuando salí de ver Justice League, me fui con una mezcla de sabores de la sala. Pero una cosa era segura y era que Aquaman era una de las mejores cosas que tuvo dicha película. Pasó el tiempo y acá estoy, volviendo a hablar de este extraño y enredado DCEU y sobre el rey de los mares: Aquaman.

Sinopsis:

Arthur Curry, también conocido como Aquaman (Jason Momoa), es un habitante de un poderoso reino subacuático que recibe el nombre de la Atlántida. En esta película repleta de acción y aventura conoceremos sus orígenes, desde que era un niño criado por un hombre humano y considerado un paria por los suyos, hasta que crece y debe hacer frente a los problemas que han aparecido en su mundo. Entonces, este hombre mitad humano y mitad atlante, emprenderá el viaje de su vida, en el que tendrá que descubrir quién es realmente y si es digno de ser un rey. Acompañado de Mera (Amber Heard), hará frente a este y otros retos, mientras les planta cara a Black Manta (Yahya Abdul-Mateen II) y a su propio hermanastro Orm (Patrick Wilson). ¿Será capaz de dirigir a su pueblo y convertirse en un héroe para el mundo?

Reseña:

Seamos sinceros, Aquaman debe ser uno de los personajes de cómics que más se ha parodiado y uno de los más mofados; “su poder es hablar con los peces solamente” y, en cierta medida, esa fue la imagen que a muchos se les quedó.
La verdad es que en esta película, el director James Wan logra demostrar que Aquaman puede ser muchísimo más que eso,  que incluso, hablar con las criaturas marinas, puede ser uno de los superpoderes más fascinantes que pueda existir.

Vamos por partes, Aquaman es un film que comprende a la perfección que es una película basada en un cómic y transforma esta sinceridad en un arma tan poderosa como el tridente atlante. Y es que la película se permite ser chistosa, dramática, épica, y liviana sin caer en el vicio de tomarse muy en serio o querer ser más épica de lo que realmente es. Aquaman es una aventura, una viaje  calcado al “camino del héroe” y que en muchos aspectos, es muy similar a cualquier cuento del Rey Arturo que hemos leído. “El héroe ha de coger el arma más poderosa que le permitirá unir vencer al mar y unir a los reinos”.  Pero es dentro de ese mismo contexto que la película se da el lujo de tomar decisiones muy locas, tanto visuales, como argumentales.

Aquaman es una película que visualmente es sumamente imaginativa y que está llena de energía, Atlantis es un reino que simplemente dan ganas de ver más seguido, es colorido, extraño, lleno de habitantes y criaturas tan extrañas y curiosas que te hace creer que estas en otro planeta o universo, cuando estas simplemente en el fondo del mar. Las bestias que hay son muy diversas, desde Caballos marinos/Dragones, pasando por criaturas abisales o monstruos humanoides, hasta cangrejos gigantes y Kaijus que parecen sacados de “Pacific Rim”.  Y James Wan aprovecha todas las ventajas que le da el fondo marino para hacer lo que se le ocurre con la cámara. (Cámara que por supuesto es muy CGI).

La acción en la película está llena de momentos dinámicos y con tiros de cámara muy fluidos y movidos, puedes ver la acción de las peleas sin esos cortes rápidos que nos dan las películas de acción hoy por hoy. Pero a veces el abuso de la cámara CGI hace que la acción pueda marear. Hay un par de batallas en el fondo marino en que un golpe hace que la cámara se mueva para todos lados, provocando esa sensación de desorientación que te da el ser botado por una ola en la playa. Pero en algunos casos puede realmente marear. Las batallas en tierra firme también son sumamente creativas visual y coreográficamente hablando, sobre todo la batalla contra Black Manta. Si debo quejarme sobre algo relacionado a la acción, es que, en momentos, la película parecía no querer tomarse ningún respiro, literalmente haciendo que la acción explotara y destruyera cualquier momento calmo que tuviesen los personajes. Recurso que después de un par de veces, ya se volvía agotador.

Dejando de lado lo técnico, y centrándose en los personajes, Momoa como Arthur Curry AKA Aquaman, realmente se toma el papel a gusto, se da el tiempo de ser rudo, de ser sarcástico  y “choro” cuando debe, pero también se permite bajar la guardia cuando esta con su padre. Momoa sabe en lo que está y se permite disfrutarlo, además que le da una naturalidad a unos diálogos que realmente, dentro de lo cursi que son, costaría mucho que a algún otro actor pudiera hacerlo bien.
Y hablando de eso, Patrick Wilson en el papel de Ocean Master también es un montón de entretención, él le logra dar una soberbia al personaje pero a la vez, una vitalidad que hace que uno se distraiga de lo malas que son sus líneas o el poco sentido que hay en sus acciones.
Nicole Kidman como Atlanna y Temuera Morrison como el padre de Aquaman también logran darle un encanto a sus papeles, sobre todo en los flashbacks que los vemos juntos, aunque aquí es donde cae una de mis quejas de la película. El CGI en algunos momentos, sobre todo en las caras de algunos personajes rejuvenecidos, es imperdonablemente malo. En IMAX pareciera que en vez de ver una película de un estudio con gran presupuesto, estuvieses viendo un gameplay de algún juego de PS3 y eso a estas alturas del partido en verdad, distrae.

Si bien la relación entre Aquaman y Mera (Amber Heard) era bastante tierna a ratos y chistosa, considerando la personalidad de Aquaman vs la realeza de Mera, en las escenas donde ella está sola o con otros personajes, la verdad es que costaba meterse en su performance. Pero no es algo tan terrible.

Y es que la película en sí, está lejos de ser mala. No es una maravilla del 7mo arte, pero tampoco intenta serlo, es una aventura visualmente muy atractiva y creativa, llena de momentos geniales y  entretenidos. Y sinceramente, es lo que DC debiese haber hecho desde el principio: enfocarse en sus personajes de a uno. Wonder Woman es una excelente película porque es solo la historia de Diana, Man of Steel es una película llena de fallas, pero al menos se enfoca en Kal El. Aquaman es la historia de cómo el motoquero ebrio y rudo pero de buen corazón que conocimos en Justice League, aprende a ser el Rey y Héroe que necesita su mundo, y que también necesitaba DC.
Y por supuesto, los fans.

En conclusión, sinceramente vaya a verla y véala en el cine, solo por lo maravillosa y extraña que es visualmente. Da gusto ver mundos nuevos y personajes que parecen disfrutar lo que hacen.

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