Muchas veces disfrutamos de lo que actualmente tenemos o vemos sin saber qué esfuerzo estuvo previamente establecido. Bastante se podría dar esto tras el volante. El automóvil como avance tecnológico marca un antes y un después en la forma en que, como bien dice su nombre, nos movilizamos a diario, pero ¿como lo es para un auto de carreras?
Comúnmente asociamos ciertas marcas a ciertas victorias o carreras, sin saber cómo se pudo lograr la meta propuesta. Es aquí, frente a este gran vacío histórico e ingeniero, en donde podemos saber un poco más de este arduo camino, por ser el auto más veloz.
Sinopsis:
Carroll Shelby es un ex corredor de carreras, quien por problemas cardíacos debe de trabajar desde otro ámbito en ellas; ingeniero y responsable de autos y por supuesto, sus corredores; incluido el impulsivo y conflictivo Ken Miles, un grandioso deportista de alta velocidad. La empresa Ford se encuentra al borde a la quiebra y necesitan reinventarse como de lugar, es por esto que por medio del reclutamiento de ideas liderada por Lee lacocca, dan con la posibilidad de que la marca participe de Le Mans una carrera de alto rango con una duración de 24 hrs en Francia, un gran desafío.
En esta búsqueda dan con Shelby junto a su empresa automovilista, quienes deberán enfrentarse a adversidades mucho más poderosas que el motor más grande que hayan creado.
Reseña:
El director James Mangold ha sido reconocido por su trabajo en “Walk the line” (2005) “Wolverine” (2013) y “Logan” (2017), la última siendo nominada a importantes premios. Es por esto, que su trabajo se encuentra con antecedentes profesionales muy altos, los cuales cumplen con toda expectativa del espectador.
Por consiguiente, al tener un alto director de escena, el reparto es por supuesto de suma calidad: Christian Bale (Ken Miles), Matt Damon (Carroll Shelby), Jon Bernthal (Lee Iacocca), Tracy Letts (Henry Ford II), Caitriona Balfe (Mollie Miles), Josh Lucas (Leo Beebe) entre otros.
Respecto a su escenografía y producción, no podríamos esperar menos si hablamos de una película que dispone como tema los autos de carreras en los años 60, con sus diseños redondos, futuristas y extremadamente perfeccionistas.
Carroll necesita cumplir con la tentadora propuesta de Ford por crear el auto que vencerá a Ferrari en Le Mans, para esto necesita de su equipo de trabajo, liderado por Ken Miles, el más obstinado corredor, pero particularmente, el cabecilla para poder finalmente, crear su obra de arte mecánica.
Henry Ford solo desea ganar como de lugar, presionando constantemente al equipo por medio de su socio Leo Beebe, con quien se dan disyuntivas personales que perjudicarán el sentir de los trabajadores de Shelby y por supuesto a sus cabecillas.
Pasar las barreras y récords en velocidad frente al contrincante más famoso en el área es un lucha económica, personal e ingeniera, por ende, los conflictos abundan en cada kilómetro, sumando a esto, cada corazonada personal podría transformarse en el lomo de toro que bajaría la velocidad en el actuar, repercutiendo en el resultado final.
La presión es mucha. El deseo de ganar desborda todo pensar y actuar para el equipo Shelby, logrando incluso traspasar toda barrera previamente puesta incluso entre ellos mismos.
El protagonismo no solo recae en sus actores, los automóviles son fundamentales para entender la historia misma. Es un deleite poder ver una completa colección clásica de autos Ferrari, la producción de Ford, el conflicto con Fiat, etc. Todo fanático de las cuatro ruedas coordinará la historia real, con su interpretación.
Ahora no todo es problema logístico, mecánico o de volante, sino que también desde lo más humano y personal de cada uno de los que desean crear al gran competidor que destrone a Ferrari, un adversario de temer.
Esta connotación tan propia del ser humano, de desafiarse constantemente, de no temer, de confiar en su equipo y como bien dice su nombre, desafiar lo imposible, son consigna paulatina en la filmografía. No solo estamos ansiosos por ver cómo termina la carrera, sino que también por cómo lidian con sus problemas los protagonistas.
¿Recomendada? Por supuesto que sí.
Personalmente, más allá del estilo de película, me quedo más con el elenco en cada película que deseo ver. Esta llamó inmediatamente mi atención y como bien, no decepciona para nada.
Es sumamente intensa, graciosa y llenadora. El verla se transforma en una inversión personal, llena de connotaciones históricas comprobables que llega a dar gusto ver.
Como dato anexo recomiendo verla en una sala de cine en donde su sonido propicie todo el lugar, como lo fue en la sala Aera de Muvix.
Desde hoy jueves 5 de diciembre puedes presenciar esta intensa carrera por lograr el premio Le Mans y ser testigo histórico del acontecimiento que marcó un antes y un después para el rubro automovilístico.
Comenta con Nosotros