«Adaptar el Rey León era una tarea titánica y Disney jugó sus cartas de forma segura, lo que da como resultado una película que es una nueva forma de contar la misma historia que a muchos marcó, una nueva oportunidad para que las nuevas generaciones puedan conocer esta fábula sobre responsabilidad y redención y una nueva forma para experimentar el clásico sobre leones que se robó el corazón de tantos alrededor del mundo.»

Sinopsis:

La nueva versión de acción real de EL REY LEÓN de Disney, del director Jon Favreau, nos lleva a la sabana africana donde un futuro rey ha nacido. Simba idolatra a su padre, el rey Mufasa, y está entusiasmado con su destino real. Pero no todos en el reino celebran la llegada del nuevo cachorro. Scar, el hermano de Mufasa y antiguo heredero al trono tiene sus propios planes. La batalla la roca del rey se ve teñida de traición, tragedia y drama, y acaba forzando a Simba al exilio. Con la ayuda de una curiosa pareja de amigos nuevos, Simba tendrá que arreglárselas para crecer y recuperar lo que legítimamente le corresponde.

Ficha Técnica:


Reseña:

(Han pasado algunas horas desde que salí del cine, no tengo mucho filtro en estos momentos producto del golpe emocional que significó ver esta película en la gran pantalla sumado al hecho de verla con mi mamá.)

El Rey León, la  película animada de 1994, es mi película favorita de la vida. No hay otra película que le hable a mi corazón como esta lo hace. Me toca, me conmueve y me transporta a un lugar muy íntimo y especial. Así que cuando vi el tráiler de este remake por primera vez, mi reacción fue ansiedad y miedo. La pregunta era obvia “¿acaso podrá este remake estar a la altura de la original?”. Así que después de digerir el cóctel de emociones que significó esta película, creo que la única forma de poder responder esa pregunta, de forma justa y satisfactoria, es fragmentando los aspectos de esta misma.

Primero hablemos de los aspectos técnicos. En corto y resumido, la película es un despliegue técnico visual maravilloso, trepidante y fabuloso. Los animales que cuentan la historia se ven tan reales que a ratos uno no es capaz de saber si estás viendo una película o un documental de la NatGeo. El pelaje, los movimientos, las expresiones, los paisajes; todo simplemente se ve perfecto. Y ojo, que cuando me refiero a todo, hablo de todo. En la película aparecen una gran variedad de animales, desde elefantes hasta insectos, y todos y cada uno de ellos se ven perfectos en pantalla. Una demostración más de lo mucho que se ha avanzado en lo técnico en la industria del cine y la animación.

Y si en lo visual la película destaca, el soundtrack es para apreciarlo en vinilo. Y es que Hans Zimmer está de vuelta para re interpretar su obra de 1994 con algunos cambios y actualizaciones que hacen que el sonido se sienta más potente, más épico y más emotivo la mayoría del tiempo. Hans mantiene la identidad que le otorgó al film clásico, mezclando los sonidos que usó en el clásico animado para poder darle una ligera diferencia en sonido a este remake, sin tener que cambiar demasiadas cosas. Ahora bien, en cuanto a las canciones, hay diferencias que en lo personal, no me agradaron.

Y no es que yo sea una persona que no agradezca los cambios, si no que simplemente pido que estos sumen algo a la obra. Y en este caso debo lamentablemente decir que “¡Listos Ya!” y “Esta noche es para amar” sufren cambios que están lejos de ser una mejoría. La primera, transformando el clásico número musical de uno de los villanos más despiadados del universo Disney en una versión casi sin ganas, sin pasión y abrumadoramente sin alma de este mismo. Y no lo digo por los cambios en la letra, si no que la interpretación en español es sumamente indiferente y sin la pasión que caracteriza a ese momento de gloria de Scar. Y en cuando al número musical de Nala y Simba, bueno, no es que sea algo tan terrible, es solo que una parte de mi salió de la película para preguntarse por qué la canción que dice “Esta noche es para amar” y “Puedes sentir el amor esta noche” ocurre a plena luz del día. Y bueno, eso simplemente resultó en una gran distracción, por no decir dolor en el alma, en esa escena. Y si, sé que es una estupidez, pero también es una estupidez que cambia el sentido de la canción en sí misma.

Y bueno, me es imposible hablar del film sin tocar a fondo uno de los mayores temores que había con la película: La historia.

Este remake no ofrece cambios significativos en la historia, lo que es algo que era esperable considerando que Disney estaba jugando con una de sus obras más significativas y populares. Por lo que realizar cambios demasiado grandes podría significar una apuesta demasiado alta para los estándares de Disney actualmente (que es justamente el motivo del auge de estos remakes “Live Action”).
Claramente el cambio más grande y que salta a la vista desde los tráiler es que esta versión del clásico toma un acercamiento más “realista” a la historia de Simba. Y con “realista” me refiero a foto-realismo. Como mencioné anteriormente el detalle del mundo creado es similar al de un documental, y si bien eso es algo admirable y destacable desde el departamento técnico, esto causa algunos choques a la hora de mostrar expresiones en los personajes que están viviendo esta historia.

El rango expresivo de estos personajes es igual al de un animal, y lamentablemente, eso puede ser muy limitado a la hora de lidiar con emociones tan complejas como la desesperación, el temor, el amor, la venganza, entre otros, dando como resultado momentos que se sienten algo vacíos, casi sin expresión, afectando los momentos de gran dramatismo, pudiendo resultar algo extraño a la vista, sin mencionar que además te distraen, porque si no eres cuidadoso, puedes caer en la trampa de comparar constantemente la versión de 1994 con esta (que créanme, es fácil caer en la tentación de comparar ambas). Y tampoco ayuda mucho el hecho de que la mayoría de las tomas no favorecen a las expresiones, ya que Favreau decide favorecer planos largos que muchas veces se enfocan en las espaldas o perfiles de sus personajes en vez enfocarse en los ojos de los mismos. Si bien la interpretación en las voces puede ser bastante buena, es inevitable sentir que a la mayoría de los personajes les falta expresión, siendo las excepciones Mufasa y Timón.

En cuanto a los personajes y sus respectivas modificaciones, podría decir que Mufasa tiene algunos diálogos que le suman peso a su rol de Rey y además la relación de padre con Simba, diálogos que incluso mejoran su personaje de forma tremenda. Nala es una versión con más personalidad que su contraparte dibujada, decidida y con la convicción de ayudar a su reino. Simba es en su naturaleza el mismo que su contraparte original aunque con algunas inseguridades más. Scar demuestra mucho más su ambición y hambre de reconocimiento, logrando dejarlo como un villano más cercano a su versión shakesperiana. Pero Timón y Pumba son lejos de lo mejor, con un humor nihilista y forma de interactuar con el resto del mundo que los mantiene frescos y sumamente divertidos en todo momento.

Ok, siento que hasta ahora estoy siendo sumamente duro con esta película, y créanme que me cuesta serlo. Sobre todo porque en el cine lloré muchas veces. Lloré con la secuencia del Ciclo sin Fin, con la escena de Mufasa hablando de los reyes del pasado y con Mufasa apareciéndose ante Simba. Disfruté tararear las canciones y ver a estos personajes tomar una nueva vida. En verdad lo hice, sobretodo porque siempre es bueno recordar el clásico que marcó mi vida.

Pero lamentablemente el problema de hacer remakes tan similares a la original, es que están condenados a vivir en la sombra que los inspira. Y siento que este es el caso de esta película, que está lejos de ser mala, pero es porque es casi una copia fiel del excelente clásico de 1994. Hay cosas que están sumamente bien resueltas, como la incorporación de los números musicales a este mundo más “realista” y las motivaciones de personajes menores fueron exploradas de forma más profunda, pero que lamentablemente vive de los méritos de su predecesora de 1994, en cada melodía, en cada plano o dialogo calcado, en cada plano visualmente similar al original, la película depende del factor nostalgia y el poder que la original de 1994 tiene en sus espectadores.
Me hubiese encantado borrarme de mi cabeza la película de dibujos animados antes de ver esta, para poder apreciar esta película por lo que podría ser, pero mis ojos y mi corazón me impiden verla como algo mas que un remake.


Adaptar el Rey León era una tarea titánica y Disney jugó sus cartas de forma segura, lo que da como resultado una película que es una nueva forma de contar la misma historia que a muchos marcó, una nueva oportunidad para que las nuevas generaciones puedan conocer esta fábula sobre responsabilidad y redención y una nueva forma para experimentar el clásico sobre leones que se robó el corazón de tantos alrededor del mundo.
Después de todo, si no les gusta esta versión, siempre pueden volver a la de 1994 y el mundo seguirá en paz.

El Rey León (2019) se estrena en cines chilenos el 18 de Julio.

(Dedicada a mis padres)

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