Como ya habrán notado, fieles lectores, en lugar de nuestras ya tradicionales reseñas, hemos estado entregándoles semana a semana una fantástica guía de estrenos con nuestras opiniones y recomendaciones sobre todo lo nuevo en la cartelera nacional. Sin embargo, de vez en cuando llega una película que a todos los Freaks nos interesa… un poco más (forma elegante de decir que matamos por verla de una buena vez), y que merecen una revisión más clásica. Así que hela aquí: una reseña de “Amazing Spider-Man 2”, Old School Style: “sin spoilers, sin verdad absoluta”… ¿Cómo es el regreso del arácnido?
Retomemos: la última vez que vimos a Spider-Man, volvía en un reboot que en aquellos tiempos llamamos “poderoso, pero algo innecesario”. Marc Webb nos entregaba un nuevo Spidey, más oscuro (Para variar…. gracias, Nolan…), con un Peter más moderno y cool, tremenda química con Gwen Stacy y un origen algo débil y apurado (pobre Tío Ben, nadie se acuerda de ti…) que daba paso a la genial acción 3D de El Lagarto. Para esta segunda parte, Webb nos transporta a un NY con el Hombre Araña funcionando a toda capacidad. El director se despega de la onda sombría para entregarnos el color y humor que más asociamos con el arácnido, en una tónica que en general abraza mucho más la onda cómic y menos la onda realista-oscura (ojo ahí, Zack Snyder… Todavía estás a tiempo con Superman): Volvemos a ver a Spidey de día, con su azul y rojo chillón y su bocaza. Es en una de sus misiones, que se topa casualmente con Max Dillon (Jamie Foxx), un don nadie, bulleado empleado de OSCORP (mezcla de Jim Carrey en “Batman Forever” y Jim Carrey en “Cable Guy”), que se obsesiona con el superhéroe y lo considera su único amigo. Un accidente laboral lo convierte en Electro, y el despechado fracasado comienza a sembrar caos en la ciudad. Paralela (y hay que decirlo, algo inconexamente), Harry Osborn (Dane DeHaan) vuelve a NY después de años, aquejado por una degenerativa enfermedad hereditaria. En la búsqueda de una cura, Harry comienza a desenterrar los secretos experimentos de OSCORP que su padre y el padre de su viejo amigo Peter realizaron juntos alguna vez. Toda esta larga exposición, junto a las tribulaciones de Parker con Gwen (que lo hacen a ratos ser más emo que el Emo Peter de “Spider-Man 3”), se comen largos minutos de película. Lamentablemente, Marc Webb tiene demasiado entre manos y, como temíamos incluso desde los trailers, le cuesta lidiar con todo a la vez. La primera mitad de la cinta, encargada de establecer todos estos elementos, se hace realmente eterna a ratos. Y resulta aún más triste ver el pobre resultado que tiene: los nuevos personajes de “El Sorprendente Hombre Araña 2” son planos, unidimensionales e irracionales. Por momentos, cuesta demasiado tragarse las motivaciones detrás de Electro, o la apresurada transformación de Harry de amigo a villano. No es hasta llegado el tercer acto, que la cinta toma vuelo y logra emocionar. Y aún así, la sensación es algo frustrante… “Amazing 2” tiene el mismo sabor que “Thor” antes de “Avengers”: más que una película por derecho propio, pinta como bisagra hacia otra cosa. Si, se agradece el humor, y si, la acción es impecable… pero lo demás, desde sus deficientes villanos hasta una sonsa banda sonora (jamás pensé que diría esto de una banda sonora de Hans Zimmer, pero su mezcla de Americana con dubstep se siente totalmente ajena a ratos) cojea, volviendo a “El Sorprendente Hombre Araña 2” una entrega regular en una saga que, al parecer, ya ha visto sus puntos más altos. (“Spider-Man 2” de 2004, estoy mirándote a ti…)
“Amazing Spider-Man 2”, que dará paso a un universo más grande (y esperamos, mejor) para el arácnido, ya está en cartelera en todo el país (ojo, sin el avance de “X-Men” que causó tantas fantasiosas especulaciones en USA), en 3D y 2D, doblada y en inglés. Panorama imperdible, de todas formas, para los seguidores de Spidey… especialmente los que sintieron que el reboot valió la pena. Por lo menos, por aquí, aún no estamos tan convencidos.
Inti Carrizo-Ortiz
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