Sinopsis: Andrew Neiman es un ambicioso y joven baterista de jazz que está obsesionado con su objetivo de ascender hasta lo más alto de su elitista conservatorio musical de la Costa Este. Afectado por la fallida carrera de escritor de su padre, Andrew se esfuerza día y noche para convertirse en uno de los grandes. Terence Fletcher, un maestro conocido igualmente por su talento para la enseñanza y por sus temibles métodos, es el director del principal ensamble de jazz de la escuela. Fletcher descubre a Andrew y transfiere al baterista aspirante a su banda, lo cual cambiará para siempre la vida del joven. La pasión de Andrew para alcanzar la perfección pronto se convierte en obsesión a medida que su exigente maestro lo presiona hasta el límite de su habilidad y de su cordura.
«Sangre, sudor y Lágrimas. Literalmente…»
Dios mio que peliculón. En un momento en que el cine nos tiene una variedad enorme de grandes películas, llega este título que logró superar mis expectativas, y por mucho.
Gracias a los Globos de Oro ya sabía que esta película traía una interpretación brutal de J.K. Simmons. Y por tanto, me picó el bichito de saber si realmente era así. Pero partamos con el principio, ¿de que hablamos?.
Whiplash nació a partir de un cortometraje realizado el año anterior con los mismos personajes pero con otro actor en el papel de Andrew. Sin duda lo que más llamó la atención de los inversionistas en el Festival de Sundance del 2013, fue el actor que da vida al profesor J.K. Simmons. Actor que hoy en día goza del merecido éxito que lleva esperando desde hace años. ¿Acaso no les recuerda a mi jefe J.J. Jameson?. A mi todo el rato.
Ahora nos ponemos seriotes. El drama se concentra en la sobre exigencia que el perfeccionista profesor Terence Fletcher (J.K. Simmons) aplica sobre un alumno de primer año en un conservatorio de música en donde su pasión es tocar la batería. Y no hablamos de una exigencia de darle muchos trabajos para la casa. Es una sobre exigencia que cruza los límites de respeto, moral y ética. El profe es capaz de desatar su ira contra el alumno;le grita, lo humilla, lo golpea hasta que éste queda con su autoestima por el suelo y no tiene mas salida que ponerse a practicar, aunque eso le cueste sangre, sudor y lágrimas. Literalmente.
Por su parte, este pobre cabro, intentando cumplir sus sueños para llegar a ser tan grande como sus ídolos baterístas: Buddy Rich (NO Buddy Richard), Charlie Parker, o Joe Johns, y también, por que no, como una forma de demostrarle al mundo (y su familia) que él puede ser uno de los grandes, es que se somete a las «enseñanzas» del sádico profesor. La relación entre ambos se tornará cada vez mas oscura hasta que las cosas se empiecen a poner realmente feas.
* Por si no sabían el actor Miles Teller, tuvo que exigirse mucho para este papel, ya que el Jazz profundo no es algo fácil de lograr. Para poder llegar a esas percusiones que se escuchan en la película (SI, son de él!) tuvo que haber estudiado y practicado meses. Y sin duda que lo logró; su gestualidad y perfección al momento de sacudir las baquetas, me hacen pensar que es un tipo seco que merece mas que un aplauso en esta cinta. Es un trabajo tan bien hecho que finalmente logra que la música se vuelva otro protagonista mas.
Los momentos vibrantes son la columna vertebral de la película. La combinación de los platillos en conjunto de los momentos tensos de la película hacen de esto algo único y exquisito que da gusto ver. Es de esas películas que puedes ver con cualquier persona (sólo o acompañado), ya que es fácil de entender, compleja de predecir, y sólo hace falta dejarse llevar por ese escalofrío al ver la sublime actuación de J.K. Simmons cada vez que entra a escena.
La partitura de Whiplash de Hank Levy, o Caravan de Juan Tizol son la constante y el mensaje entre líneas que el argumento tiene para con nosotros. Este latigazo musical es una metáfora de lo exigente y sacrificado que puede llegar a ser el «mejor de todos».
[rating: 5/5]
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