«Se avecina una guerra que nadie podrá detener»
Gracias al ingenio de James Wan y el carisma combinado de Jason Momoa y Amber Heard, más un destacado elenco, dentro de pocos días tendremos el estreno de la película en solitario del rey de la Atlántida, quien deberá realizar una búsqueda de su propia identidad y destino.
Si bien en los cómics este héroe ha tenido distintas modificaciones, el director ha indicado que una de sus inspiraciones para esta creación ha sido la versión de N 52, de modo que quiero aprovechar la oportunidad del próximo estreno del golpeado universo cinemático de DC para contextualizar lo que podemos esperar.
En principio, Arthur es un mestizo, mitad atlante por parte de Atlanna, mitad humano por parte de Thomas Curry, quien lo ha criado desde pequeño; por supuesto, como ya vimos en historias como Superman, no es fácil para un humano corriente criar a un metahumano, y para poder salir adelante, recurre a la ayuda del doctor Shin, quien con sus conocimientos de biología marina podrá ser de utilidad en la tarea de permitir Arthur se conozca a sí mismo.
Tras el asesinato de su padre a manos de Black , Arthur se sumerge, literal y metafóricamente hablando, en una lucha a través de los océanos en busca de quien le quitó a su familia; eventualmente las cosas se saldrán de control cuando ambos choquen, pero esas no serán las únicas preocupaciones de nuestro hombre de los siete mares, ya que la Atlántida es un lugar enorme, dividido en siete reinos, que están involucrados en un conflicto social y político relacionado con la superficie. Los actos que durante centurias han contaminado el océano son responsabilidad de los humanos que vivimos aquí, y desde luego, nada de eso tiene contentos a los líderes del fondo marino; en resumen, la idea más fuerte en ese escenario es atacar para hacer una demostración definitiva de poderío, pero la historia nos ha enseñado que los humanos tienen una pésima actitud ante lo desconocido, incluso si estos desconocidos están actuando en consecuencia de los propios actos de la humanidad.
Arthur, entonces, queda atrapado entre dos mundos y entre dos herencias y destinos; él es un guerrero y héroe, quiere proteger a quienes se encuentran en peligro, pero al mismo tiempo sabe que hay muchas cosas que no están bien. Como mestizo, ha tenido la oportunidad de ver partes buenas y malas de ambos universos, y debe tomar decisiones difíciles enfrentado a una serie de opciones que no siempre serán las mejores.
También tenemos la oportunidad de verlo en acción, demostrando el increíble potencial que tiene; su capacidad para resistir las enormes presiones del fondo marino lo hacen inmune a las balas, puede nadar a altas velocidades, manipular a seres acuáticos para hacerlos obedecer sus órdenes, y es un guerrero extremadamente destacado, ya sea peleando a mano limpia o usando el tridente indestructible.
En la historia, Mera es un personaje fuerte y con una historia propia, muy lejos del concepto clásico de interés amoroso del protagonista; ella tiene el don de la aquakinesis, que le permite controlar el agua, y es por derecho una de las peleadoras más fuertes que vemos, tanto en agua como en tierra. De forma inevitable los caminos de ambos se cruzan por causa del conflicto político, y juntos deberán sortear todo tipo de dificultades.
Desde luego que el cine plantea su propio universo y reglas, pero con este breve repaso a una de las versiones más recientes de los cómics podemos tener una idea más clara de qué esperar de la nueva cinta dirigida por James Wan.
Nos vemos en el cine.
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