La historia. Ese hermoso cuento que no es de hadas y que se cuenta una y mil veces, la leemos, la vivimos y la podemos revivir a través de series y películas. Porque, ¿Qué mejor forma de visitar la historia a través del cine?
Esta semana, se estrenará la película de Victoria y Abdul, película que le valió a Judi Dench una nominación al globo de oro a mejor actriz, que no ganó, pero no en vano fue nominada. Si va a ser nominada al Óscar, deberemos esperar a ver qué pasa.
Por ahora vengo a contarles algo de la película antes que la estrenen.
Victoria y Abdul es una película del género biográfico y drama. Fue dirigida por Stephen Frears y escrita por Lee Hall, basada en el libro Victoria & Abdul de Shrabani Basu. Ella, una periodista de la India que gusta de investigar la historia que comparten India y Reino Unido, encontró datos interesantes que mostraban una relación de amistad muy estrecha entre la ya anciana reina y su –al inicio- sirviente que llegó como un regalo para ella y más adelante, se convertiría en su confidente.
Cuenta con Judi Dench y Ali Fazal en los papeles estelares. Debemos agregar además que esta no es la primera vez que Judi Dench interpreta a este personaje conocida como la “abuela de Europa” porque tuvo 42 nietos entre los que están la Reina Isabel II, su marido el príncipe de Edimburgo, la Reina Margarita II, el rey Felipe II de España entre otros.
Lo que más resalta al ver el tráiler y las imágenes es que es una historia acerca de la amistad, y de que esta se puede encontrar en los lugares más inesperados. Podemos apreciar a una Reina Victoria ya cansada, aburrida de todo y cómo su consejo de asesores no reina para ella sino más bien para ellos. Y es este hombre, Abdúl quien llega a cambiarlo todo para ella. Le da conocimientos, acercamiento a otra cultura y una amistad sincera. Karim se ganó el afecto de la reina, que le dio el título de «Munshi», una palabra hindi-urdu a menudo traducida como «empleado» o «maestro». Victoria lo nombró su secretario indio, lo colmó de honores, y le otorgó una concesión de tierra en la India, lo cual generaría posteriores fricciones con su consejo de asesores y su familia.
Posteriormente, a la muerte de la Reina, los hijos de ella insistieron en deshacerse de toda evidencia de la amistad entre ellos por todos los prejuicios de la época y fueron años hasta que Shrabani Basu dio con una vieja pintura en que aparecía Abdul y fue por su vestimenta que supo que esto era algo importante.
Gracias a esto, a Basú consecutivamente le llegaron parte de los diarios de Abdúl, en que comentaban los estrechos lazos de este con la reina. Gracias a eso, pudo escribir la novela de la que adaptaron la película. De alguna manera dar un detalle más humano a una figura tan histórica como lo es la abuela de Europa. Y de alguna manera decir que no importa de donde se venga, la amistad es algo que nos hace ser mejores, que nos hace ser más felices y podemos aprender, y que no importa la edad que se tenga. Porque al final, todo puede pasar, salvo los amigos, aquellos lazos que pueden trascender… la vida misma.
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