“Nos quitaron mucho”
Esta nota contiene spoilers moderados del desarrollo de The batman 21 y 22, Flash 21 y 22 del universo DC.
¿Recuerdan el regreso de Wally? Si no es así, pueden volver a visitarlo en este enlace, porque el principio de todo lo sucedido en Rebirth tiene una consecuencia concreta y está aquí.
El botón es el legendario pin o chapa amarilla con una sonrisa y manchada de sangre que quedó como mudo testigo Tras el asesinato de Comedian en Watchmen. Pues este botón hace su acto de aparición junto con Wally, y se convirtió en objeto de investigación para Batman, aunque sin resultados satisfactorios.
Ahora, Bruce está en la cueva, investigando algunas cosas, cuando el botón muestra una reacción energética a la máscara del Psycopirate, lo que detona nada menos que una fantasmal aparición del Thomas Wayne de Flashpoint.
Por supuesto, esto despierta curiosidad del detective, que contacta a Flash para contarle de estas novedades; mientras espera su llegada, quien hace acto de aparición es nada menos que Reverse Flash, Eobard Thawne, quien no solo no está muerto, sino que sabe con toda claridad en dónde se encuentra. Después de jactarse de ser invulnerable y poder hacer lo que se le antoje, le da una golpiza a Batman, justo antes de desaparecer y volver a hacer acto de aparición, aunque en este caso, terriblemente mutilado, y muerto.
Cuando Barry llega al lugar -paradójicamente tarde-, y tras los pasos indicados, descubre que algo muy raro está sucediendo, ya que no solo sucede este extraño acontecimiento, sino que su propia energía está en el cadáver de Thawne, lo que lo hace sospechar aún más.
Tras decidir usar la cinta corredora del tiempo para investigar qué fue lo que ocurrió en el pasado y algunas escaramuzas, Flash y Batman se embarcan en un viaje en el tiempo, el que les muestra reveladoras escenas del pasado de ese universo, cosas que ellos no recuerdan pero que en apariencia pertenecen al tiempo que les fue quitado, en palabras de Wally. En medio de esto es que una explosión de energía los obliga a detenerse, con la sorpresa de caer en la cueva le Thomas Wayne, pero en un tiempo que parece posterior a lo que Flash recuerda de la línea le tiempo alterna surgida en el Flashpoint.
Las sorpresas no se detienen, ya que en esa cueva aparece el mismísimo Thomas Wayne de Flashpoint, vivo y con una historia un tanto distinta a lo que Barry vio mientras regresaba a nuestro tiempo.
Flash comprueba con sorpresa que, a diferencia de lo que vio en el Flashpoint, eso está ocurriendo en su realidad, lo cual por supuesto no tiene sentido; ante la arremetida de soldados de la nueva alianza entre Themiscyra y Atlantis, el grupo no tiene mucho tiempo ni opciones más que reiniciar la carrera. Como si fuera una remembranza de lo sucedido con anterioridad, ese «mundo» comienza a disolverse, y junto a eso, las posibilidades de salvar a Wayne padre ya que él decide quedarse, no sin antes darle un mensaje a Bruce.
Mientras Barry y Batman usan la cinta corredora a toda velocidad, aparece Reverse flash, vivo -sí, esto es una constante paradoja-, y profiriendo las mismas amenazas de siempre; otra vez todo comienza a disolverse, y mientras Thawne es asesinado por alguien a quien no podemos ver, nuestros héroes están a punto de caer en el vacío, salvo por el poder de alguien que consigue reunir la energía suficiente para traerlos de vuelta.
¡Jay Garrick!
El veterano velocista alcanza a traerlos, pero ellos no lo recuerdan y él se desvanece, dejando otro misterio para esta larga lista; después de una aventura intensa y con peligros que apenas pueden comprender, se han quedado con las manos vacías y más preguntas que antes. Thawne está muerto o desaparecido, el botón desapareció, no saben el origen del otro velocista, no saben cómo pudo materializarse esa especie de alternancia en el curso de los acontecimientos y aún deben intentar recuperar lo que han perdido.
Todos quieren conseguir algo, incluso quien está moviendo las piezas en ese tablero.
En el apartado creativo de The batman tenemos a Tom King en el argumento, con arte de Jason Fabok, color de Brad Anderson y letra de Deron Bennett. Para Flash tenemos a Joshua Williamson en el argumento, con arte de Howard Porter, color de Hi-fi y letra de Steve Wands. En el aspecto visual no hay cambios significativos más allá de reconocer la mano de distintos dibujantes y coloristas, por lo que es cómodo de leer; es una historia conmovedora para los que hemos leído las Crisis antiguas, ya que hay espacio para escenas completas de ese pasado y esto nos explica que mucho de lo que se perdió podría regresar. Me he reservado muchas cosas, como el mensaje de despedida de Thomas a Bruce o los elementos históricos que aparecen en estos números porque es información importante que fuera de contexto sería difícil de explicar, pero que son un valor agregado enorme.
A pesar de ser muy confusa por incluir un misterio tras otro, esta historia no se siente sobrecargada y resulta entretenida, tanto por el desarrollo convergente de sus diversos puntos como por escenas de acción muy bien tratadas. Después de esto, la llegada del reloj del juicio final es inminente.
Nos leemos en un próximo análisis
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