Amigos, Netflix es un lugar en el que puedes encontrar series producidas por ellos, películas y ahora, animes. Si, animes. Hay adaptaciones que ya vienen en camino, otras adaptaciones liveaction de animes, algunas buenas como Boku Dake Ga Inai Machi o Erased (no te preocupes querubín, ya hablaré de ti) otras de las que preferimos no hablar (te estoy mirando live action de Death Note) y animes. Muchos animes.
El año pasado se celebró el 50 aniversario de la carrera de Go Nagai, uno de los mangakas más prolíficos e influyentes de la historia. Es creador de Mazinger Z, Cutey Honey, entre otros, y por supuesto está Devilman. En este caso, Devilman, desde su nacimiento en 1972, marcó a varias generaciones con sus emocionantes historias y su planteamiento extremo acerca de cuál es el límite entre ser humano y ser un demonio. ¿Qué es lo que realmente nos detiene para ser lo uno o lo otro? ¿Nos define el vernos como humanos o sentir como ellos? Y habla mucho acerca de la aceptación a los otros y a nosotros mismos. En honor al aniversario, este manga y anime ha «resucitado» –porque siempre ha tenido muchas encarnaciones- con Devilman Crybaby, un nuevo anime que ya está disponible en Netflix.
La historia sigue a Akira Fudo, un estudiante de 17 años, empático y entusiasta se reencuentra con su mejor amigo Ryo, un muchacho más frío y racional que le comenta que debe confiar en él, y que lo va a llevar a una fiesta donde hay demonios, porque el mundo está atestado de ellos y debe ayudarlo a combatirlos. Por supuesto que la naturaleza afable de Akira le dice a todo que si y se une a Ryo en esta misión de detener a los demonios. Y Ryo entonces provoca a un montón de demonios para que aparezcan desatando el caos en la fiesta hasta que aparece el demonio más poderoso, Amón a que posea el cuerpo de Akira. Gracias a su corazón valeroso y empático, Akira consigue asimilar al demonio sin que pierda su esencia humana. De esta manera, es capaz de transformarse en demonio cuando lo necesita, su apariencia física se ve alterada, ganando una super velocidad y resistencia, sin embargo su corazón sigue siendo humano. Es una mezcla de dos seres. Es… Devilman. Y al ser una persona tan empática y al notar el dolor de los otros también llora, por eso el resto del nombre “crybaby” es decir llorón.
A partir de la obtención de estos poderes, comienza la cruzada de Akira y Ryo de encontrar estos demonios, intentar entender de donde provienen, y aniquilarlos antes de que sean ellos quienes destruyan a la raza humana, lo que eventualmente llevará a una confrontación entre Ryo y Akira quienes tienen diferentes puntos de vista sobre cómo se deben hacer las cosas. Uno siendo más frío y sin remordimientos mientras que el otro es emocional y compasivo al punto que toda su vida ha intentado evadir el conflicto pese a tener la fuerza para iniciarlo.
Les digo desde ya que la serie no está hecha para corazones sensibles, porque hay escenas muy gore con desmembramientos de cuerpos –lo cual puede saturar hasta cierto punto si es que uno no está acostumbrado, pero, dado el contexto de la serie están justificadas- y escenas de sexo explícito, lo que hace que la serie se vuelva una espiral de emociones extremas tan grande que los 10 capítulos de media hora que dura la serie se te pasen muy rápido. Sobre todo los últimos 3 en los cuales la culpa, redención y reflexión sobre nuestra naturaleza en la historia, son los elementos centrales. Todo esto entremezclado con mucha iconografía católica desde un punto de vista de moraleja y también como detonante de la historia.
«Solo los fuertes consiguen sobrevivir» Fue la frase que Go Nagai rescató hace 40 años para crear esta serie. A causa de haberse unido con un demonio, el cuerpo de Akira cambia generando el rechazo de los humanos y es eso justamente, lo que vuelve más humano al protagonista. Apelando a ver lo que nosotros como raza humana poseemos, esperando que nuestra compasión le gane a nuestro miedo y egoísmo y simplemente podamos ser mejores de lo que ya somos aunque un par de lágrimas caigan en el camino.
No les voy a decir más, salvo que le den una oportunidad, y la vean, es muy probable que queden muy perplejos, pero les aseguro que es un viaje emocional que no se quieren perder.
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