Sinopsis: Thomas Ward tiene trece años, es el séptimo hijo de un séptimo hijo y vive feliz en una granja junto a sus padres, su hermano y su cuñada embarazada. Todo cambia cuando, una tarde, viene a buscarlo un Espectro para llevárselo como aprendiz. Junto a él deberá enfrentarse a criaturas malignas: brujas, boggarts, espíritus y aparecidos. Thomas no quiere marcharse pero su madre, que tiene poderes ocultos, insiste en que ésa es su obligación y su misión en el mundo. Así pues, no tiene más remedio que obedecer. Durante su aprendizaje, Thomas descubre los secretos del espectro, se somete a pruebas terroríficas (como pasar una noche solo en una casa encantada) y recibe valiosos consejos (nunca te fíes de las niñas con zapatos de punta). Todo marcha bien hasta que Alice, una chica del pueblo, se cruza en su camino. Es la sobrina de la bruja Lizzie la Huesuda y engatusa a Thomas para que libere de su prisión a Madre Malkin, una malvada hechicera. Desde ese instante, las cosas se ponen muy díficiles para el joven e incluso para su familia.
El séptimo hijo es la adaptación cinematográfica del libro El Aprendiz de Espectro, primero de la saga Las Crónicas de Ward escrito por Joseph Delaney. Aún no leo el libro por lo que no sé si es una buena adaptación pero, luego de ver la película, muero de ganas por conocer todo sobre esta saga.
La historia nos muestra un mundo en el que habitan humanos y criaturas mágicas. Hay un ser en particular que se caracteriza por su inmensa maldad y esta es, nada menos que, la bruja reina, Madre Malkin.
Hace muchos años ella fue capturada por un espectro. Él pensó que se libraría de ella para siempre, que no podría escapar de su celda subterránea, pero se equivocó. Cada diez años la luna roja aparece en el cielo dando fuerza a las brujas y es, en ese momento, cuando ella huye con una inmensa sed de venganza.
Volver a atraparla no será fácil porque ella tiene muchos seguidores fieles y poderosos. Lo terrible y preocupante de esto es que si no la detienen ella destruirá todo lo que tenga a su paso – ciudades completas y a todos los habitantes de ellas.
La única esperanza de detener el malvado plan de Madre Malkin será que el espectro encuentre un nuevo compañero, un aprendiz.
Los espectros son personas que se dedican a matar criaturas malignas tales como boggarts, espírutus y brujas. Pero no todos pueden ser espectros, la condición básica que deben cumplir es ser el séptimo hijo de un séptimo hijo. Es acá donde aparece Thomas Ward, nuestro protagonista. Él cumple con la condición básica pero, ¿será capaz de sobrevivir al entrenamiento y de lograr convertirse en un verdadero espectro?.
La saga consta de 13 libros por lo que, como comprenderán, el primero – en el cual se basa la película – es más bien introductorio, la idea es que conozcamos un poco el contexto en el que se desarrolla la historia y obviamente, lo principal es presentarnos al protagonista.
Como típica primera parte, hay algunas escenas que son lentas, en las cuales nos bombardean con información. No quiero decir que sea aburrido, sólo que se nota bastante el cambio porque, luego de varias escenas de peleas, persecuciones y muertes, las cosas se calman de forma excesiva.
Otro aspecto que comparten todas las historias de fantasía, y que no podía faltar en ésta, es el amor juvenil. Ese amor prohibido y fugaz. Es impactante como en una semana se pueden enamorar tan profundamente, pero no los juzgo. Si yo conociera a un aprendiz de espectro tan guapo como Ben Barnes también me enamoraría instantáneamente.
Me gustó mucho que los brujos se transformen en criaturas, ya sea dragones, leopardos, etc. Les da un toque mágico realmente alucinante. Debo decir que los efectos visuales están muy bien logrados, al punto en que me encantaría poder habitar en ese mundo.
Pero no todo es miel sobre hojuelas. Hay un personaje femenino que se supone que es la niña que enamora al protagonistas pero, en realidad, ella sólo logra verse demasiado tonta. Es de esos personajes que deseas que mueran lo antes posible porque son cero aporte a la historia. Me daban ganas de entrar a la película y golpearla para que reaccionara.
En cuanto a las actuaciones, Jeff Bridges y Julianne Moore logran destacar por sobre todos los demás. Se supone que Ben Barnes es el protagonista, pero al lado de los dos anteriores, es imposible no quedar rezagado a un segundo lugar.
Tuve el placer de ver esta cinta en 3D y realmente vale la pena pagar un poco más. Tiene buenos efectos que logran que te sientas dentro de la película. Hay algunas escenas donde me daba la sensación de que si me paraba y daba un paso hacia adelante, estaría junto a los protagonistas. Puede que yo sea la loca, pero en varias escenas estuve tentada a hacerlo.
Realmente me encantó esta película. Está llena de aventuras, criaturas impresionantes y hermosos paisajes. Además es completamente familiar.
Deben ver El séptimo hijo y, espero que, cuando lo hagan les guste tanto como a mí.
Si la ven y no les gusta, me comentan su argumentos porque tal vez yo soy demasiado fanática de los mundos mágicos y no soy capaz de ver los defectos.
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