La película nacional Nahuel y el Libro Mágico llega este 20 de enero a los cines de nuestro país. Dirigida por Germán Acuña y producida por Patricio Escala (Historia de un oso), la cinta animada cuenta la historia de un niño chilote cuyo padre ha sido capturado por un brujo. Acuña explicó a Canal Freak cómo nació la cinta (la que es su debut cinematográfico) y cuáles fueron sus inspiraciones.
La historia de Nahuel y el Libro Mágico comenzó a escribirse en 2015, pero Acuña relata que la tenía pensada desde mucho antes. “La chispa inicial tiene que ver con un viaje que hice a Chiloé”, explica. Cautivado por los paisajes y la mitología del lugar, el director chileno decidió que era la localidad ideal para contar la aventura de Nahuel.
Su inspiración llegó “viendo los paisajes, conversando con las personas y entendiendo esta capa mitológica de leyendas e historias fantásticas que conviven en el día a día, porque hay muchos lugares en que estas no son simplemente leyendas, sino que son parte de la realidad. Ese elemento para mí fue súper inspirador”, comenta.
La mitología de Chiloé juega una parte importante dentro de la cinta. Mientras Nahuel busca a su papá, conocerá los hermosos paisajes del archipiélago y los distintos personajes que viven en él. “Desde el principio estuvo la motivación, con Juan Pablo Sepúlveda (coguionista), de retratar todo el universo mitológico y cultural chilote, que es una mezcla de las culturas originarias y de los europeos que llegaron en su momento”, ilustra Acuña.
Mientras que la inspiración narrativa fue tomada de este paisaje nacional, la animación tuvo una musa más lejana. Acuña comenta que el trabajo hecho en Nahuel y el Libro Mágico tiene muchas similitudes a lo visto en cintas de Studio Ghibli.
“Cuando ves las películas de Ghibli, ves muchas nubes y naturaleza, mucho verde y mar. Esos son los mismos elementos que nosotros retratamos de Chiloé. En el fondo, esa coincidencia es la misma que hay entre Chiloé y Japón. Este es un archipiélago, la pesca es fundamental y está lleno de pueblitos pesqueros. Chiloé es lo mismo”, detalla el cineasta.
Eso sí, el equipo detrás de Nahuel y el Libro Mágico (la productora Carburadores, formada por Acuña en 2007), siempre buscó mantener la esencia nacional. “Nunca perdimos de vista que había un ADN local que era importante”, destaca el director.
“Era nuestro sueño poder ver esta película en el cine, porque esta es una producción que está hecha para eso”, dice Acuña. Los creadores de la cinta han esperado casi siete años para verla en la pantalla grande. “Luego de una larga producción y con una pandemia de por medio, que hizo más difícil la llegada a los cines, solo siento satisfacción de que llegará a cualquier ciudad que tenga una sala de cine”, concluye el cineasta.
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