No pierdas la esperanza, hasta el último minuto.
el partido se dará por terminado si desistes.
Profesor Anzai.
En el mundo de la Weekly Shonen Jump, hay muchos mangas que se quedan con el premio de ser memorables, hay historias que desde el día uno tienen el potencial de ser únicas, historias que con el tiempo van ganando audiencias, e historias que, quizá podrían no haber funcionado pero sin embargo lo hacen. Este es el caso de Slam Dunk.
Slam Dunk fue creado por el mangaka Takehiko Inoue, en 1990, y fue publicada por la Weekly Shonen Jump de la editorial Shueisha, y está recopilada en 31 tomos.
Uno de los detalles más interesantes de esta serie, es que Slam Dunk al momento de hacer su estreno en la revista, lo tenía todo en contra: primero era un manga que no tenía un diseño demasiado japonés, sino que americano, además que se basaba en el basketball. Y eso es, debido a que Takehiko es muy fan del basketball, aunque este es un deporte no muy popular en Japón debido a la contextura que poseen los japoneses.
Pero un detalle interesante es el amor que posee don Takehiko por este deporte, porque no es que solo hiciera Slam Dunk, oh no. Su amor por este deporte se ha plasmado en otros trabajos suyos, por ejemplo en Kaede Purple (1988) en que el protagonista de hecho es Rukawa. Otra de sus obras es Buzzer Beater (1997) que en pocas palabras se trata de basketball futurista, con extraterrestres. Muy a lo Space Jam, pero hecho bien. Otra de sus obras es Real (2001) que habla de cómo sus protagonistas aunque sean discapacitados logran reconstruir sus vidas a través del basketball sobre ruedas.
Volviendo con Slam Dunk, la leyenda cuenta que cuando llevó el manuscrito de su obra a la Shonen Jump le advirtieron que lo rechazarían, primero porque su dibujo era demasiado perfeccionista y no muy animésco y por tener una influencia más americana, pero eso no quita que sea uno de los mejores dibujantes, para mí, el dibujo de Inoue es uno de los mejores diseñando personajes, y eso lo vemos constantemente en su obra.
Por otro lado, esta obra rompió con hartas hitos allá en su natal Japón, porque, hasta ese momento el rey de las series shonen de deporte era uno solo: Captain Tsubasa o Los supercampeones como lo conocemos en este lado del charco, y gracias a esta serie, Inoue logró lo imposible: acercar al público japonés al basketball. En una entrevista en Barcelona en el marco del Salón del manga de 2014 señala de si pretendía lograr lo que antes había hecho Tsubasa Oozora con el fútbol: “A priori, al empezar a escribir no era mi intención, simplemente quería plasmar lo que había vivido en la adolescencia. Pero cuando empecé a ver el éxito, sí que intenté que tuviera algo más de repercusión a nivel nacional y que más gente participara de este deporte.” De hecho, hoy día en Japón existe la Slam Dunk Scholarship patrocinada por el mismo Inoue en que busca acercar a los jóvenes japoneses al basketball y aprender otro idioma e irse a uno de los equipos de la NCAA (National Collegiate Athletic Association) a disfrutar de la pasión por el basketball.
Una de las cosas que más menciona Inoue en todas sus entrevistas es que a la hora de hacer historias no puede contar cosas con elementos fantásticos, sino de sus vivencias, que se sienta todo lo más real posible. Por eso la historia de Hanamichi Sakuragi es tan identificable y él es tan querible, porque, si lo pensamos bien, en un manga de deportes cualquiera, él sería de hecho el antagonista. Hasta ese momento, los héroes de los shonen de deportes eran muchachos en extremo talentosos y correctos y amables hasta decir basta. Pero Hanamichi no. Nuestro Hanamichi es un muchacho sumamente envidioso, prepotente, buscapleitos y que va tarde, mal y nunca a clases, que golpea a cualquier hombre que diga una palabra que detesta, y que en el fondo, entra al equipo de basketball no porque le interese aprender y ser mejor, sino que es para demostrar que él es, en sus palabras “un genio.” E impresionar a una chica. Y Hanamichi no debería caernos bien, pero sin embargo resulta adorable porque te gana con la siguiente cita:
“Mientras la primavera llega a este lugar, mi corazón sigue estando en invierno.” Porque acaba de recibir su rechazo número 50 que es celebrado por los mejores (o peores) amigos del mundo hasta que comienza a sonar esa canción…
¿Recuerdan el tema que ponen a Hanamichi SIEMPRE que es rechazado? Es una de las anécdotas más curiosas. Resulta que a Inoue en una viñeta del manga puso su casilla personal de correo de la editorial Shueisha, con el fin de que le escribieran “sugerencias” para la canción de rechazo de Hanamichi. Pasó un tiempo y lo que él consideraba algo así como una broma, ya que pensaba que con suerte le llegarían un par de cartas, se convirtió en un muestra de cariño y popularidad que empezaba a tener Slam Dunk, ya que incluso le llegaron dos temas originales grabados en cassette, realizados por fans del manga.
Pero también a pesar de sus defectos, Hanamichi es un ser noble, inocente, tenaz y esforzado, y efectivamente termina creciendo a través del deporte. No puedes evitar querer a Hanamichi, y demás está decir, se nota que René García quien le dio su voz en la adaptación latina, disfrutó cada segundo de hacer este personaje.
Pero Kobato, ¿y el resto de los personajes? Sabemos que el resto del elenco no desentona para nada. Lejos de eso. Tenemos a Takenori Akagi, o como lo conocemos los amigos, “Gorila”, el capitán, pilar del equipo y posiblemente el más soñador al decir que su sueño es ganar el campeonato nacional. Tenemos también a Kaede Rukawa, el novato más talentoso y que cambia más de bicicletas en la serie. Porque tiene sus prioridades claras: “no perdonaré a los individuos que me molestan mientras duermo.” Y lo dice en serio. A través de la serie, se piensa mucho si Sakuragi y Rukawa realmente se odian, pero no es así. De hecho ambos se estiman. Rukawa admira la determinación y esfuerzo de Hanamichi y este último admira el talento natural de su compañero, y no olvidemos que la única razón válida que tiene para odiar a Rukawa es que Haruko Akagi, la dulce y noble chica que «descubre» a Sakuragi que, pese a desconocer los sentimientos de él por ella, siempre lo está apoyando, aunque su apoyo principal siempre va a ser con Rukawa porque está enamorada de él.
Por supuesto tenemos a Ryota Miyagi, el bff de Hanamichi que los une algo muy especial: el rechazo, y que muchas veces es el que debe vencer los prejuicios a que le dicen que por pequeño no debería jugar Basketball. Por eso, él hace lo que debería hacer: jugar basketball. Y finalmente, mi favorito, Hisashi Mitsui, quién tiene una de las historias más desgarradoras de la serie: Mitsui era un jugador talentoso que solo ansiaba ser el mejor, y que se pierde en el camino, pero logra reivindicarse en una de las escenas posiblemente más emotivas que he visto en un anime.
Otra de las cosas que hizo que Slam Dunk se convirtiera en el hit que fue, es el humor, que tiene escenas que te dejan muerto de la risa, y hace que tenga un excelente equilibrio entre momentos dramáticos, y humorísticos, lo que hace que la obra se sienta aún más real. No por nada sostuvo el trono de ser el manga más vendido de todos los tiempos de la Shonen Jump, considerando que estaba ahí a la par con Dragon Ball. No sería hasta mucho tiempo después que One Piece le robó ese lugar.
Por supuesto la pregunta ahora será: Bueno Kobato, y ¿Por qué aún no tenemos el final del anime si era tan exitosa? Hay muchas teorías, respecto del porque aún no vemos el final del manga, porque el animé finaliza con todos abordando el tren a las nacionales pero no vemos más allá, pero esto se debe a que al parecer, a Toei, el estudio de animación a cargo de la versión animada de Slam Dunk, no le gustaron ciertas cosas del final del manga por lo que decidieron cambiarlo… pero eso no le gustó mucho al autor, porque sintió que no estaban respetando el espíritu de su obra que es ser lo más realista posible. Lo cual es una lástima porque no voy a entrar en spoilers pero no les miento cuando les digo que el campeonato nacional (a partir del tomo 23 del manga) es un arco muy bueno, en que obtienes muchos momentos de emociones y satisfacciones porque se siente todo que cierra dentro de la ley de esta serie.
Pero ahora Toei que ya ha estado reviviendo franquicias que le dieron el honor y gloria en el pasado como Sailor Moon, Digimon o Dragon Ball, son muchos los que reclaman el regreso del Tensai no Basketman. ¿Será posible?
Finalmente, los invito a todos a releer, o reencontrarse con este manganime, porque es uno de aquellos que no por nada le dicen joyas. Porque cada risa, cada lagrima, cada diálogo es hermoso, los personajes enamoran, te amargan las derrotas, pero te emocionas cuando se alzan con la victoria y finalmente, es como la vida misma, un partido donde todo puede pasar.
Y así es mis queridos freakys como Slam Dunk en un partido en que lo tenía todo en contra, logró ganar y coronarse como campeón. Y eso será por siempre.
Antes de despedirme, quiero dedicar este artículo a una gran amiga y gran persona que es una gran campeona en la vida, a quien le hablé mucho de que haría esto y pasaron muchas semanas, hasta que al fin está aquí. Espero que lo hayas disfrutado porque realmente está escrito con mucho cariño. Y al resto de mis freakys queridos, nos veremos en la próxima ocasión.
¡SHOHOKU, PELEA!
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