Un director despedido, un reemplazo que agrega más humor, y una gran S en el pecho son los ingredientes principales del platillo de hoy: La maldición de Superman ha vuelto, y aunque pasó desapercibida por causa de otras polémicas, aquí te lo contamos todo.

Si llevas más de cierto tiempo en el mundo freak, habrás escuchado de más de una situación sospechosa alrededor de un artista, director, película o producción; muchas veces se trata de hechos modificados de forma antojadiza por los que realizan los reportajes o notas, pero en ocasiones se trata de datos concretos que al mirar en retrospectiva, da para pensar.

La primera película de Superman protagonizada por Chistopher Reeve comenzó su producción en 1978 bajo la dirección de Richard Donner. Con guión de Mario Puzo, quien tenía entre sus créditos a El padrino, Donner pretendía dar con una versión realista y actualizada de un héroe que existía en los cómics desde hacía casi cuarenta años; escogió a Reeve como protagonista, un joven prácticamente desconocido pero con un porte y aspecto que resultaba imposible pasar por alto, y lo rodeó de actores de la talla de Marlon Brando, Gene Hackman y Glenn Ford. Esta elección era riesgosa, pues ponía en los hombros de un actor con una trayectoria y edad breves la responsabilidad de no desmerecer su papel y al mismo tiempo no desaparecer junto a monstruos de la actuación.

Como ya sabemos, Reeve funcionó perfecto como Superman, pasando a categoría de estrella mundialmente conocida, y se transformó en un ícono representativo de la capa y el traje azul, perdurando hasta nuestros días e incluso después de su muerte. Hasta aquí todo parece un lecho de rosas, pero lo cierto es que a nivel de dirección las cosas eran diferentes; o debería decir que empezaron a cambiar.

Donner comenzó la grabación de Superman II casi al mismo tiempo que la primera producción; todo haría suponer que tras el éxito mediático y de taquilla que significó la primera entrega sería cortar y coser, pero aquí es donde empieza la maldición.

Donner fue despedido sin razón alguna, pero la verdad sea dicha, da la sensación de que el estudio no estaba del todo conforme con la aproximación más seria y profunda que el director estaba haciendo, ya que en reemplazo de él pusieron a Richard Lester, quien como queda demostrado en la versión que fue exhibida en la pantalla grande, hace una cinta con una gran dosis de comedia y escenas ligeras, la que no fue tan valorada por el público ni la crítica, y no tuvo el éxito que se esperaba en términos de recaudación. El proyecto del director original quedó inconcluso con más de un 70% de la producción grabada, y Lester regrabó escenas completas, agregó o eliminó otras, dejando muy poco del material inicial.

¿A alguien le resulta demasiado familiar todo esto?

Antes de responder esta pregunta, es importante comentar que por los años dos mil y gracias a las bondades de la tecnología, Richard Donner tuvo la oportunidad de acceder a la casi totalidad del material que había grabado para la segunda película del hombre de acero, y con la ayuda de Michael Thau en el apartado técnico, y Tom Mankiewicz como guionista y consultor. No se trataba de un trabajo fácil, ya que Donner no había grabado toda la película y las más de dos décadas de lapso impedían que pudieran hacerse regrabaciones; la misión entonces era configurar el trabajo original del director para darle sentido argumental, recurriendo a efectos de computadora para que las escenas pudieran encajar de la mejor forma posible. Al ver el trabajo terminado, cuyo lanzamiento coincidió con el de Superman returns, pasando por alto que hay algunas partes donde el filme decae por ausencia de secuencias, se puede entender el enfoque más maduro y serio de su proyecto: una metáfora sobre un ser casi todopoderoso que es entregado a nosotros por su padre, y que debe confrontar a un enemigo que es una suerte de representación oscura de su progenitor, el mal venido desde el mismo punto que el bien, y caído desde el cielo como si hubiese sido expulsado del paraíso.

Para agregar detalles finales a este cóctel, es menester contar que Margot Kidder, Lois Lane en la cinta, se manifestó de forma constante como detractora del cambio de director de la película, y las escenas de Marlon Brando nunca llegaron a la versión teatral ya que el actor impuso su voluntad y no permitió que sus tomas fueran utilizadas en la versión de cine de la segunda entrega del Hombre de acero.

Había una pregunta pendiente, y es una que de seguro ronda por la mente de muchos seguidores del inestable DCEU ¿Todo esto es familiar?

La respuesta instantánea es que sí, y si analizamos todo lo que ha sucedido desde Man of steel hasta el presente, es imposible pasar por alto que las similitudes entre la historia de Richard Donner y Zack Snyder son demasiadas. Snyder presenta una versión adulta y oscura del filme y del personaje, y aunque podríamos decir que llegó más lejos que Donner porque filmó dos películas, lo cierto es que BvS ya presentaba problemas, porque a Warner le dio por recortar su propia película mucho tiempo después que esta había iniciado su filmación, y Zack terminó por ser desvinculado de Justice league sin terminarla, lo que llevó al por todos conocido cambio de director por Josh Weedon, quien tiene una marcada tendencia por el humor.

Desde luego, como todo drama de Hollywood, siempre hay ingredientes adicionales, y en este caso se trata nada menos que de la versión final o corte de Snyder de Justice league, el cual ha sido foco de una nueva polémica tras el estreno de la cinta y las reiteradas quejas de fans del director de 300, quienes incluso han reunido firmas, hecho tendencia en las redes y reunido los huevos de pascua, referencias y material evidentemente descartado, exigiendo al estudio que libere el corte del director en formato digital, justo como ocurrió hace más de diez años con la otra cinta de hace treinta.

Todo esto nos lleva a entender que el ser humano no sólo es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, sino que además busca a la piedra para tropezar con ella. Dejando de lado la opinión que podamos tener de Snyder y su trabajo ¿Acaso tiene sentido contratar a un director, autorizar su proyecto y dejar que filme toda la película para después no querer que la misma se estrene y realizar cambios de última hora?

Recientemente se ha casi confirmado que Warner está de nuevo con interés en producir la continuación de Man of steel, lo que ha supuesto, cómo no, todo tipo de especulaciones acerca de quién sería el director de esta cinta.

¿Logrará romperse esta vez la maldición?

La respuesta será una realidad tal vez mucho más pronto de lo que pensamos.

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