Yo no sé si volveré
A verle libre y gentil,
Sólo sé que sonreía
Camino a til-til.
El cautivo de Til-Til – Patricio Manns
De niña, siempre se me decía lo siguiente: la historia es un cuento pero no de hadas. ¿Saben que personaje de la historia chilena captó siempre mi atención? Manuel Rodriguez. Lo encontraba genial, corría una cantidad increíble de riesgos para llevar noticias desde Chile a Argentina, lo encontraba un tipo intrigante y muy interesante.
Recuerdo bien la tonada que escuché un par de veces acerca de él:
Saliendo de Melipilla,
corriendo por Talagante,
cruzando por San Fernando,
amaneciendo en Pomaire.Pasando por Rancagua,
por San Rosendo,
por Cauquenes, por Chena,
por Nacimiento:
por Nacimiento, sí,
desde Chiñigüe,
por todas partes viene
Manuel Rodríguez.
Por supuesto, en mis tiempos, encontrar la historia era complicada. Había una muy baja diversidad de libros de historia y siempre de él se mencionaba casi como que fuera un personaje anecdótico, un «bueno, ahí estaba sigamos con O’Higgins», sí poco llegué a conocer de su vida, saber detalles de su muerte era casi nada: sabía (por la canción) que sonreía camino a Til-Til. Por lo tanto, tenía la curiosidad de si la historia era un cuento, ¿podría leerse como se lee un cuento o una novela quizá?
Y la respuesta la he ido teniendo de a poco. Y no a través de teleseries o series que, si bien fue un buen intento, sentí que era necesario algo como un libro.
Desde hace unos años, hay textos sumamente interesantes que hablan justamente de la historia, o de ciertos aspectos de la historia que pensábamos que eran un mito, y ¿lo eran realmente? Bueno, en los libros de historia que me tocó leer sí, pero al comenzar a leer este libro en particular ves la parte más interesante de la historia de Manuel Rodríguez, y es el hecho de que fue traicionado y asesinado, hecho que si, en algunos textos de la historia oficial salían como notas al margen, pero lo bueno es que a partir de eso, son muchos escritores que se han dedicado a buscar más, no quedarse con lo visto, sino buscar pruebas contundentes, que no solo hacen que te sumerjas en nuestra propia historia, sino que te apasiones (en mi caso aún más) con ella. E imaginen como fue mi sorpresa al saber que este tipo de géneros (novela histórica) es algo arraigado hace años pero que ha ido resurgiendo de a poco:
La novela histórica en Chile: una historia de amor
Si bien siempre ha existido la novela histórica chilena, nunca ha sido tan popular, como es la de otros países y es ahora gracias a escritores como Jorge Baradit y Francisco Ortega que le han dado un giro a este subgénero y lo han hecho cercano al público, y han demostrado que con constancia y dedicación se puede atraer a las masas, las superventas que poseen estos dos autores no es casualidad, es fruto de un trabajo de investigación y de tener pasión de lo que hacen. Esto ha ido creando un nuevo auge, que incluso hasta la gente que detestaba la historia chilena la mire con otros ojos, ¿se dan cuenta del valor que tiene eso, sobre todo considerando que un país que no tiene memoria no puede seguir adelante?
Por otro lado, el valor que tienen ambos autores (ya sea que les gusten o no) es que, gracias a su trabajo hacen que el público puede revisar la historia e incluso cuestionarla, tener una opinión, debatirla, aprender las lecciones que se tengan que aprender, y es eso lo que justamente hace que autores como Jorge Baradit con su trilogía de «La historia Secreta de Chile» e incluso con «La Dictadura – La historia secreta de Chile» estuvieran entre los libros más vendidos en Chile durante 2018.
Y entre los libros más vendidos también estaba Un Veterano de Tres Guerras de Guillermo Parvex… autor del libro que me llevó a este artículo para comenzar.
El eterno guerrillero
Uno de los grandes aportes de este libro, siento que radica en que el libro te va marcando una línea temporal hablando de los primeros pasos de Manuel Rodríguez en la política, así como de los misteriosos (o no) pasos de la Logia Lautarina y la Sociedad Secreta vigilando todo. Y ¿saben? Esa intriga y misterio es la mejor parte, porque, le añade un peso tan interesante a nuestra historia, porque hacen que estos personajes tengan un peso que antes no tenían, que sean más que una nota al margen en los libros de historia chilena.
El libro también contribuye a través de una investigación muy estricta y bien desarrollada acerca de como él con sus amigos tenían este sueño de libertad, como Manuel acepta correr estos riesgos de ser espía, los dolores de cabeza (crónico) a Casimiro Marcó Del Pont, y como su actitud le fue generando problemas, sobre todo con la inseguridad que tenía Bernardo O’Higgins. Lo que terminó desembocando en su muerte.
Y uno podría pensar que ahí acaba todo, pero no es el caso. Se ven las consecuencias de los que los asesinaron, como y en que circunstancias lo encontraron, la posterior investigación de saber que fue lo que pasó realmente y como esta fue obstruida por años, enriquece mucho la historia de un personaje que he admirado tanto, a tal punto que a medida que lo leía se sentía tan real, y eso es un valor que uno no puede dejar de agradecer a Guillermo Parvex y esperar a que siga escribiendo de la historia, que a veces falta una nueva manera refrescante para apreciarla y sobre todo, recordar.
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