En el año 1993, Canal 13 tuvo la virtud de poner en pantalla na serie que es nada menos que patrimonio cultural de Francia, una epopeya clásica y una serie de aventuras, todo al mismo tiempo.
Es una serie franco-nipona-luxemburguesa, inspirada en una novela de un escritor estadounidense y estrenada en Francia. En sus 39 episodios, que incluían un mini documental sobre la cultura precolombina, esta serie mostró un tipo de producto que ha sido recordado hasta el día de hoy.
Su opening, que es lo que nos convoca, está narrado en un principio, contextualizando la época y el sentimiento general de los personajes; el narrador introduce la historia, al tiempo que la cámara comienza un alucinante acercamiento a la tierra desde el espacio.
Transcurre el siglo XVI…
Desde muchos lugares de Europa
Salen grandes barcos hacia el oeste
Para conquistar el nuevo mundo, las Américas.
Los hombres codician su gran riqueza
Y buscan nuevas aventuras en nueva tierra.
Desean atravesar mares no registrados
Y descubrir nuevos continentes
Para encontrar el oro oculto
En los elevados caminos de los Andes.
Sueñan con seguir el sendero del Sol poniente
Que lleva hacia El Dorado
Y las misteriosas ciudades de oro.
Es interesante la elección de los colores, ya que podemos ver gran cantidad de amarillos y rojos, terracotas y dorados, lo que, desde luego, ayuda a entregar el mensaje.
Esta secuencia es particularmente oscura, dando la idea de unas cavernas gigantes.
Esta toma juega muy bien con el cambio de color.
Decidí tomar el título en Francés para honrar la idea original.
Aquí aparece Esteban, nuestro intrépido protagonista, quien salta de un risco para jugar en el mar con Tao.
Una toma de Zia, Esteban y Tao, nuestro trío dinámico.
Este acercamiento de los tres a bordo de Solaris es muy detallado.
Mientras la alegre y pegadiza canción pasa, continuamos con otra secuencia llena de dorados y amarillos, mientras la pantalla se llena con la imagen del espectacular Cóndor, una nave solar por completo adelantada a su tiempo y que ostenta el título de ser una de las pocas naves de oro en la historia de la animación, sino la única.
Si bien no gozó de la arrolladora popularidad de otras producciones, este opening contribuyó a marcarla en la mente de miles de niños, que no perdieron la oportunidad de seguir la serie, y de memorizar la canción. ¿la recuerdan?
“Ahhh-ah-ah-ah-ah
Buscando ciudades de oro
Ahhh-ah-ah-ah-ah
Quieren encontrar las ciudades de oro”
¿Se te antojó verlo? Aquí hay una de las muchas opciones: Las misteriosas Ciudades de oro
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