Mi capítulo favorito de Card Captor Sakura

Sakura regresó,  en gloria y majestad, y quiero contarles algo de mí: Adoro a las CLAMP y adoro Card Captor Sakura. Adoro los temas que ellas tocaron y como lo hicieron a través de esta serie

La nueva serie de Card Captor Sakura, es una continuación desde donde lo habían dejado con transformar las cartas Clow a cartas Sakura, y todo este nuevo hype por la serie comenzó el año pasado se estrenó la OVA de “Sakura y los dos osos” de la que ya hablé previamente.

 

Aunque no venga a hablarles de esta serie, como toda fan, he leído el manga por completo y es bastante interesante, si bien tiene diferencias abismales con su contraparte animada, aún así se mantiene el espíritu, y tiene a Nanase Ohkawa (la guionista principal de CLAMP) como escritora, y además tramas que llaman mucho la atención, pero me estoy desviando.

Card Captor Sakura, o como la conocimos por Latinoamérica, Sakura Card Captors es, sin lugar a dudas, una de las obras más  queridas y famosas del grupo de mangakas CLAMP, y por muy buenas razones: La serie muestra la vida de Sakura Kinomoto, una niña de 10 años que por  ”coincidencia” –recordemos que en este universo, las coincidencias no existen- se encuentra el libro Clow que “coincidentemente” estaba en la biblioteca de su casa y al agarrar una de ellas ‘Viento’ las desperdiga todas por vaya a saber dónde y obtiene la misión de recuperarlas. Por supuesto en este trabajo de medio tiempo –sin paga- no está sola: tiene a Kero-chan, también conocido como Kerberos, probablemente el guardián más tragón y dormilón del mundo. También está Tomoyo, la excéntrica y más genial amiga en la historia de algo. En serio, solo imaginen a Tomoyo con los Avengers: los trajes serían aún más increíbles y la producción de las películas serían de otro nivel incluyendo canción de inicio. Las posibilidades son infinitas.

También está Syaoran Li, el amigo-pero-enemigo pero luego pasar a amigo a tiempo completo, familiar lejano del mago Clow que viene a Japón en busca de las cartas.

Como mencioné al inicio de esta nota, la serie con sus 70 capítulos tiene dos grandes arcos que resulta un viaje hermoso de como Sakura va capturando las cartas, y luego las transforma con su poder mágico para que estas no pierdan sus poderes. Y si bien la serie me encanta por completo, si en esta ocasión me quiero detener en el que es, sin pensarlo dos veces, mi capítulo favorito de toda la serie.

El capítulo en cuestión es el número 68, “Sakura y el antiguo mago Clow”, el cual está escrito por la misma Nanase Ohkawa.

Ahora, si se preguntan porque Kobabebé escogió este y no otro, se los voy a contar.

A lo largo de la serie se menciona que las cartas fueron creadas por Clow Reed, un mago de increíbles poderes que básicamente creó vida tanto en las cartas como sus guardianes, no obstante, la información respecto a él es muy mínima y siempre como espectadores teníamos ganas de más, de saber quién era él, que lo atormentaba, y ¿Cómo fue que un ser de tan grandes poderes simplemente dijo que iba a morir y ya está? ¿Cómo fue que pudo saber qué es lo que pasaría en el futuro?

No son muchas las respuestas que obtenemos, hasta el día de hoy, Clow Reed es uno de los personajes más enigmáticos del universo CLAMP, se le menciona en diferentes mangas y no logramos respuestas, sino más y más interrogantes.

De alguna manera, este capítulo refuerza mucho lo que es el vínculo entre Sakura y su antecesor, y el aspecto de legado que existe entre ellos.

La premisa de este capítulo es que Sakura decide viajar al pasado a conocerlo, ya que siempre cuando transforma una carta siente la presencia de Clow, lo cual es extraño ya que tanto Yue como Kerberos afirman que está muerto. Que ellos mismos le cerraron sus ojos al morir. Pero la presencia de él es real y su poder sigue siendo abrumador. ¿Qué es lo que está pasando?

El encuentro entre los dos es, en pocas palabras, excelente. Porque Clow no se inmuta en lo absoluto, sabe quién es ella, y de dónde viene y crípticamente le dice que con los hechos extraños en su ciudad él está entrometido, sí, pero a la vez no tiene nada que ver. Incluso Sakura admite su envidia por la relación tan familiar que posee Clow con sus creaciones, y durante todo el capítulo –y el arco en general- ella admite sus limitaciones: Sakura sabe que ella no es el mago Clow, sabe que no nació con esos poderes monstruosos que él posee, sabe que no puede aspirar a ser como él, por lo que no se siente suficiente para la responsabilidad de tomar su lugar.

Sakura en los pocos momentos que tiene para interactuar con el mago, él se limita a responder con su sonrisa lo siguiente. “Las estaciones van cambiando de acuerdo al ciclo. ¿Sabes lo angustiante que puede ser? Yo así lo siento y voy a decirte el porqué. Siento lo que las hojas sienten al caer de los árboles a través de las estaciones pequeña.”

Con esto, Clow señala que sabe que los ciclos deben cumplirse.

Clow antes de morir, les señala a sus creaciones que está preparando todo para el próximo dueño. Kerberos y Yue son reacios a esto, sobre todo Yue, pero Clow les comenta que ellos y las cartas están vivos por los poderes mágicos que hay en su corazón, y aunque él dejase de existir “quiero que ustedes vivan felices con su nuevo dueño”

En su encuentro final con Sakura,  le menciona que desea que, así como las estaciones del año suceden una tras la otra, las cartas también vayan trascendiendo el tiempo y a las personas, y que estaba muy feliz de que  había decidido hace mucho que Sakura debía ser su sucesora. Aún con eso dicho, Sakura se muestra reticente y sumamente afligida. No se siente capaz de tomar tal responsabilidad. Y a continuación viene uno de mis diálogos favoritos.

“Además nunca llegaré a ser capaz de ser usted mago Clow”

“Claro, es natural que pienses eso, tú nunca dejarás de ser Sakura, de ninguna manera puedes ser idéntica a mí. Todo lo que quiero es que vivas con entusiasmo tu vida. El pasado no puedes cambiarlo ni mucho menos borrarlo. Pero, lo bueno es que el futuro se encontrará brillando frente a ti.”

Esta escena es bien poderosa. Porque habla acerca de que al traspasar el legado, traspasas no solo un poder -en este caso- sino, algo que fue tan tuyo a alguien más. Porque pese a ser el mago más poderoso, sabe que no va a estar siempre y el día en que eso pase, alguien más debe tomar su lugar. Porque si algo no se ocupa, pierde su poder. Y nada le haría más daño a Clow que sus cartas y sus criaturas no vivieran felices, porque tanto las cartas como sus guardianes nació de la magia que hay en su corazón. Además Clow siempre ve a Sakura como su igual y no le dice que sea de otra manera más que ser ella misma, porque como ella es, siempre hay algo maravilloso delante en su futuro.

“No debes tener miedo, todo estará bien. Yo siempre seré Clow. Y Sakura será siempre Sakura. Y recuerda siempre que habrá un futuro que brillará para ti”

Todo esto se mezcla con la canción Mienai Chizu de Anza que justamente habla acerca de levantarse una y otra vez y extender las alas para seguir soñando.

Este capítulo hasta el día de hoy me conmueve, porque en más de una ocasión a lo largo de la vida, seguramente nos hemos sentido que no somos suficiente, que siempre habrá alguien que es como el tope, la estrella a la que alcanzar, que no podemos llenar los zapatos de otra persona, pero, no hay necesidad de hacerlo, porque nosotros siempre vamos a ser quienes somos, y mientras así sea, siempre habrá un futuro maravilloso brillando frente a nosotros, porque somos nuestra propia estrella que sea de la forma que sea, siempre tendrá fuerza para brillar, y esa es la magia que hace funcionar nuestros mundos, y no se necesita más que eso.

Finalmente, quiero dedicar este pequeño artículo a todas las estrellas que hacen brillar mi mundo con su cariño. Ustedes saben quienes son. Muchas gracias.