El héroe de Harlem está de regreso en su segunda temporada en que es posterior a los hechos que sucedieron en Defenders, y paralelos a los hechos de la segunda parte de Jessica Jones.
El escenario ha cambiado, y Luke está de regreso en sus tierras en una temporada que de seguro va a poner a prueba a sus más fanáticos a medida que pasan los capítulos. Sobre todo en la primera mitad, porque es una temporada lenta. ¿Qué me ha parecido a mí? A continuación mi opinión y por supuesto, sin spoilers.
Volver al Harlem, uno de los barrios más complejos de la ciudad de Nueva York, en cuanto lo vez, pareciera que no ha pasado tanto tiempo, la música, los lugares, la gente hace que te sientas conectado a ella de inmediato.
Lo interesante de esta temporada es que Luke a diferencia de la temporada anterior, en donde se veía reacio a salir a la luz, se le ve más confiado y empoderado a proteger Harlem, y la gente lo apoya, aspiran a ser como él, lo vitorean y lo adoran, y eso le da confianza a desempeñar su labor de héroe. Es interesante ver lo que pasa con Luke, considerando que un estreno como Pantera Negra tomó lugar hace unos meses antes, porque T’Challa es un héroe que es de Wakanda para el mundo, pero Luke es alguien que vive en Estados Unidos, y es el defensor de su barrio. Pero sabemos bien, no todo es tan sencillo.
Porque los problemas van a volver atacando diferentes ámbitos de nuestro amigo Luke, tanto su confianza, como su corazón. Y deberá hallar las respuestas en sí mismo para resolverlo.
Mike Colter como siempre ofrece una gran actuación como Luke, como este héroe empático, amable, pero también lo vemos evolucionar a medida que vamos internándonos en las emociones de este, mostrando que es un hombre fuerte, pero que esconde cierta vulnerabilidad.
Rosario Dawson nuevamente se luce en el papel de la maravillosa Claire Temple, demostrando porque es ella la que es el nexo en común con los Defensores. Nos muestra que no solo busca curar a la gente físicamente sino también en el alma de estos seres a quienes tanto admira.
Simone Missick como la detective Misty Knight también es otro excelente personaje que tiene un arco interesante de recuperación y sanación, y es interesante ver ese desarrollo y como es que ella a pesar de su discapacidad y que todos por lo tanto la ven en menos, es ella quién se encarga de taparles la boca, porque la detective Misty Knight tiene mucho más potencial del que incluso ella misma no sospechaba.
Una buena adición resulta Mustafa Shakir como Bushmaster quién al principio puede verse engañosamente como un villano genérico, pero, créanme cuando les digo que su historia y motivaciones, toman rumbos inesperados e interesantes a medida que avanza la trama.
Aunque sin duda, la que se roba la pantalla es Alfre Woodard, en su papel de Mariah Dillard, su presencia es magnetizante y gracias a lo carismática es impredecible que es, estás permanentemente alerta, y alcanza unas dimensiones que la elevan a ser una de las villanas más peligrosas, y determinadas de lo que van los villanos Marvel en televisión.
Quizá uno de los fallos que tiene la serie es que para los fans, la temporada va a transcurrir de manera lenta, pero en la segunda mitad el ritmo es excelente, además, posee temas interesantes como el cómo Luke se vuelve este ídolo, pero ¿puede eso traicionarlo? Porque sabemos que la gente cae y ¿uno puede perdonar a un héroe? Ese es uno de los aspectos más fuertes de la serie, y todo eso contrastado con la falta de recursos que posee nuestro Luke.
En suma, es una temporada lenta, pero a medida que avanza se vuelve sumamente disfrutable, hay muchos cameos que harán que las series se sientan más conectadas, y eso hace pensar que los mundos de los defensores no están tan alejados. Por otro lado, la serie también busca explorar otros ámbitos de lo que es ser un superhéroe, y eso siempre es interesante de ver.
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