Hace un tiempo ya, pudimos ver la reinvención de Assassin’s Creed, con “Origins” un juego que dio mucha frescura a la franquicia y puso una nueva vara en el estándar de los fans de Assassin’s Creed. Ahora es el turno de la segunda parte, Assassin’s Creed Odyssey, un juego que se siente muy parecido a Origins a simple vista, pero quizá tenga algo más que decir al interiorizarnos en este mundo ambientado en Grecia.

Comencemos por donde siempre lo hacemos, la historia de Odyssey. El juego, por primera vez en su historia, te permite elegir entre ser un hombre o una mujer, algo que me agrado bastante ya que es una opción que, si bien, no cambia la historia en lo absoluto, permite a los jugadores identificarse mejor con su protagonista, además, en un punto técnico, Kassandra, la versión de protagonista femenina, se siente muchísimo más trabajada que Alexios en su intérprete de voz.

La historia se desenvuelve en torno a tu personaje, un descendiente del héroe Leónidas, un guerrero espartano con el honor de tal linaje y tu aventura te llevara a descubrir tanto secretos del universo de Assassin’s Creed como los de tu familia y el destino de la misma Grecia. Y eso es todo lo que diré, en parte, porque la historia no es tan compleja y luego de experimentarla creo que mucho de esta se vive de forma personal, como dicen por ahí, y como el título del juego lo implica, se trata del viaje y no del destino.

Esto es especialmente real en Odyssey, en donde podremos tomar decisiones que en realidad no afectan tanto los sucesos de la historia, aunque, hay más de un final. Pero si determina el carácter de nuestro protagonista, algo que cambia mucho la experiencia, así pues, puedes antagonizar a todos los que te encuentras e incluso matarlos a todos sin piedad, o puedes elegir ser más diplomático e intentar razonar con ellos.

Lo que si voy a criticar un poco del juego, es que hay una línea de quest que corresponden a “side quest”, es decir, misiones opcionales, que a mi parecer son lo más interesante que he visto en cualquier juego de Assassin’s Creed, pero al estar “Escondida” en esta línea opcional, muchos ni siquiera la verán. Otro punto que quizá pudo mejorar es que, durante todo el juego estamos eligiendo bandos, entre los Espartanos y los Atenienses, un conflicto que llevo décadas en resolverse, pero sin importar de que bando nos pongamos, cuantos lideres matemos o cuanta cosa hagamos, el mundo no parece reaccionar a tu personaje, podremos entrar a ciudades y zonas enemigas y mientras no ataquemos o creemos caos, nadie dirá nada.

Por otro lado, y terminado el tema de las cosas que podemos hacer en Odyssey, hay varias sorpresas y actividades que podemos hacer, como un refinado sistema de mercenarios y una conspiración de la cual no estoy permitido hablar, pero me pareció un concepto muy interesante.

Otra de las cosas interesantes de Odyssey, es su nuevo modo de exploración, que nos permitirá explorar el mundo de mejor manera ya que los objetivos no se nos mostrarán inmediatamente si no que nos darán guías y locaciones donde ir a buscar nuestro nuevo destino. Este modo me gustó mucho ya que, en algunas ocasiones, realizando cualquier tipo de actividad puedes encontrarte sin querer con un nuevo objetivo o algo que no tenías pensado hacer.

Gráficamente no tengo nada que decir, el juego es precioso, por mucho, el más colorido y vibrante de la saga, los áridos desiertos de Egipto son reemplazados por hermosas llanuras y estatuas de dioses y templos, me encanta la mitología griega y los eventos de esa época por lo que, con todo lo espectacular que fue ver Assassin’s Creed Origins, Odyssey es el que se lleva el más bello y diverso en sus parajes y gráficos. Además, en el apartado gráfico, se mejoraron mucho las expresiones faciales, donde todos los personajes se ven bien y no solo los protagonistas.

 

El combate sigue siendo más menos lo mismo, pero hay mejoras importantes en dos aspectos, el primero es gráfico, ya que las animaciones de las armas y poderes están trabajados y brutalmente bien estructurados, haciendo que el combate se vea mucho más épico y visceral. Por otro lado, los talentos y habilidades han sido mejor distribuidos, con tres distintivos arboles a seguir para los distintos tipos de jugadores, si te gusta el arco y flecha, cazador es para ti, mientras que, si te gusta ser un asesino silencioso, también hay talentos para eso. Y no puedo dejar este apartado sin mencionar “la patada espartana” uno de los primeros poderes que ganamos, con el cual podemos tirar a nuestros enemigos por acantilados y gritar “THIS IS SPARTA!!!!” algo que hice mucho en este juego. Una joya.

 

Assassin’s Creed Odyssey, tiene las mismas bases que origins, el mismo motor, los mismos sistemas, pero los ha mejorado substancialmente para dar una experiencia muchísimo más apreciable, las distintas aventuras que tuve durante el juego son historias propias que creo, no todos experimentaremos igual y creo que esa es la clave de cualquier juego mundo abierto. Quizá falte un poco en el aspecto de darle más peso a tus decisiones que sin duda tienen consecuencias, pero en su momento, no parecían tener un gran efecto, al igual que como reacciona el mundo frente a tu personaje. A pesar de todas estas cosas Odyssey es el mejor Assassin’s Creed en el mercado y uno que vale la pena probar.

 

 

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