Sinopsis: Luego del terremoto desatado por los casos Penta, Caval y Soquimich, Chile -país que se creía incólume e incorruptible- hoy está convertido en un río revuelto lleno de políticos en entredicho, boletas truchas y de operadores con brazos de pulpo, en un vaivén de acusaciones cruzadas donde casi nadie parece salvarse. Y justamente ahí, en esa ola de escándalos, surge Boleta o factura, un libro donde el humor desnuda sin contemplaciones la bochornosa relación entre política y negocios. «Malaimagen no deja títere con cabeza.» DEL PRÓLOGO DE MARÍA OLIVIA MÖNCKEBERG.
Reseña: Malaimagen nos trae un nuevo libro para matarnos de la risa y esta vez con casos específicos que han ocurrido este último año y han causado gran polémica a nivel nacional.
El libro está dividido en 4 tópicos, donde, a diferencia de sus dos libros anteriores, viene solo una viñeta por página. Cada parte está representada en un tipo portada de diario donde además del enunciado principal, trae pequeños subtítulos que son burlas de hechos internacionales, por ejemplo, hace referencia a que Estados Unidos ya lleva mucho tiempo sin bombardear algún país o que gran cantidad de chinos muere por causa de una avalancha de arroz.
La primera parte trata sobre el famoso caso Penta, de las boletas falsas suministradas por dicha empresa a varios políticos para el financiamiento de sus campañas electorales -claramente la mayoría UDI-. Luego tenemos el caso Caval, del querido –mentira- hijo de la presidenta, Sebastián Dávalos, donde pidió millonarios créditos y obtuvo carísimos terrenos junto con su esposa pero ni ellos saben cómo lograron obtener tal cantidad de dinero, por otro lado, Michelle Bachelet dice no tener idea de las cosas que había hecho su hijo, ella no estaba en el país –sí, claro, cuando le conviene-. El tercer tema es el caso Soquimich que involucra a la Sociedad Química y Minera como uno de los que emitió boletas falsas para financiar campañas políticas, además de llevar años cometiendo fraude al fisco, evadiendo impuestos sin tener ninguna pena legal. Finalmente tenemos la polémica ley de pesca que ha causado tantas protestas de parte de los pequeños pescadores de diferentes zonas del país, ya que, las grandes empresas pesqueras buscan “privatizar” los productos marinos y para lograr su objetivo sobornaron a gran cantidad de políticos.
Me gustó mucho como está constituido el libro, los chistes abarcan mucho de lo que la mayoría pensamos al enterarnos de cada caso y las personas que estaban involucradas, que al igual que siempre, eran las mismas de muchos problemas políticos pero que es muy difícil sacarlos del lugar donde están porque la corrupción entre ellos mismos es enorme.
Me morí de risa leyendo la primera parte sobre Penta porque habían montones de burlas a la UDI y su extraña forma de ver las cosas, siempre jurando que nos están convenciendo que dicen la verdad pero la única verdad es que ya todos sabemos que son unos ladrones, mentirosos y corruptos que en cualquier momento aprovechan de sobornar personas para poder decir que ellos tienen mucho apoyo.
El caso Caval siempre me causó mucha risa, el hecho de que Bachelet dijera que ella no tenía ni idea de lo que estaba haciendo su hijo sonaba a una grandísima excusa para que no le siguieran preguntando cosas. Sebastián Dávalos es un chiste y está literalmente plasmado en estas páginas, pidiéndole ayuda a su mamá para que lo saque de los problemas o diciendo que nadie debería preguntarle cosas a él porque es hijo de la presidenta. Muchos vimos cómo se excusaba cuando lo intentaban entrevistar, no sabía que decir porque todos los televidentes ya sabíamos la verdad del asunto y que por sus decisiones condenó por siempre a su madre.
Como vemos, la corrupción está en toda la política y mayoritariamente en la conocida popularmente como “la derecha”. Es poco decir que todos son ladrones y aprovechan cualquier situación para aprovecharse de las personas que según ellos son inferiores, lucran con cosas que no deberían y ven a los más pobres como dinero que les llegará a ellos pronto. Nunca han pensado en buscar un bien común sino que siempre quieren ser más y más como si fueran los únicos importantes en la tierra.
Creo que hablé muchas cosas demás pero este libro me hizo pensar mucho en lo deplorable que está nuestro país, con ladrones al mando que nunca nos harán surgir ni nos mejorarán las condiciones de vida. Simplemente no sé si reír o llorar.
Le di 4 estrellas en Goodreads.
Comenta con Nosotros