«Una secuela innecesaria que deja un sabor amargo de boca, una película que cumple con lo justo y se gradúa con la nota mínima, recomendada a todos aquellos que quieran disfrutar de los efectos especiales, sin poner atención en los problemas de guión, personajes y continuidad»
[rating: 2.5/5]
SINOPSIS: Después de 20 años del ataque extraterrestre, el mundo se ha unido y hay relativa paz, la tecnología extraterrestre nos ha permitido avanzar en los viajes espaciales y la colonización del espacio, sin embargo una nueva amenaza se cierne sobre nosotros.
RESEÑA: Con bastante retraso, pero más vale tarde que nunca, les traigo la reseña de la segunda parte del clásico de Ciencia Ficción: El Día de la Independencia, esa película de 1996 que, aunque plagada de clichés y lugares comunes, revolucionó el mundo del cine y se transformó en un clásico instantáneo. Para quienes se interesen por esta segunda parte, la película aún se encuentra en cartelera, de todas formas, te contamos todo, sin spoilers y sin verdad absoluta, aquí en tu Canal Favorito.
El Día de la Independencia: Contraataque es una gota en un mar de innecesarias secuelas y reboot, lo digo así sin tapujos, una segunda parte, dirigida nuevamente por Roland Emmerich, y que viene respaldada por parte de su elenco original, pero que viene forzada como celebración por los 20 años que ya han pasado de su primera entrega, esta vez sin uno de sus rostros más incónicos: Will Smith y con un guión sin mayores pretensiones que entretener.
Desde el minuto 1 se comienzan a sentir las flaquezas del argumento, de la edición, de las actuaciones, pero aún más doloroso, se empieza a sentir la falta de alma de la película, esa magia que caracterizaba a la primera parte, incluso haciendo gala de defectos parecidos, no podemos encontrarla acá. Y sí, para los que me preguntaron, se siente la ausencia del Capitán Steven Hiller.
Luego de la película me puse a reflexionar sobre lo que sucedió, pensaba en que, a pesar de ir con expectativas bastante bajas a verla, así y todo me decepcionó, pensaba en los tremendos y terribles hoyos en el guión, en el argumento, incluso en el corte que existe entre una escena y otra y comencé a sentir tristeza y rabia. Intenté con todas mis fuerzas que la película me produjera algo más que decepción y no fui capaz de hacerlo. Pensé en Will Smith, en que tuvo que elegir entre estar en El Día de la Independencia 2 y Escuadrón Suicida y, sin haber visto esta última, creo que el nominado al Óscar tomó la decisión correcta, habiéndose equivocado en el pasado al elegir Wild Wild West en vez de Matrix, esta vez acertó completamente.
La cinta es un sinfín de incongruencias, de personajes innecesarios, de situaciones forzadas, de repeticiones, clichés, actuaciones regulares, de un score bastante deslucido y una sensación de estar viendo una mala copia de aquello que en su momento se hizo bien. Podrán decirme que a lo mejor estoy esperando demasiado de una cinta hecha para entretener, pero lamentablemente ni eso fue capaz de lograr en mi caso. Era como que todo estaba hecho por cumplir: «debemos hacer una película y terminarla para celebrar los 20 años, contra viento y marea, a lo que salga» y el resultado es esta deslucida cinta que cumple con lo justo, siendo bastante amable.
La sensación es de estar viendo algo que no se alcanza a formar, una idea vaga inconclusa que no termina de cuajar, un desvarío de efectos especiales impresionantes pero que a su vez ni producen el escozor que sí producía la primera. Todo está tan forzado y tiene tan poca valentía para, al menos, intentar presentar algo nuevo, que ni los guiños ni siquiera los personajes antiguos son capaces de sacarla de su sopor. No propone nada, no inventa nada, es más de lo mismo, pero esta vez sin congruencia ni alma. Y al final solo deja un sabor amargo de boca.
Obviamente acepto opiniones contrarias y definitivamente podrán rebatirme con fundamentos, pero esa sensación de decepción no se me va a borrar con nada. Pero por supuesto son ustedes, mis estimados freaks, quienes tienen la última palabra.
Con lo justo.
Erika Moreno I.
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