Devil May Cry es conocido como una de las mejores sagas de juegos de acción hasta el día de hoy. Después de nacer de un fallido intento de desarrollo de Resident Evil 4, la serie se convirtió en una de las más recordadas de CAPCOM y una de las mejores sagas de acción.
La nueva visión de Ninja Theory, simplemente llamado DmC: Devil may Cry, no tiene continuidad con la antigua saga, de hecho no tiene continuidad siquiera con el mismo universo, y es que desde el primer momento en que apareció la nueva versión de Dante, el protagonista de la saga, los fans no han parado de basurear y tirar para abajo la nueva versión de Ninja Theory… pero ahora que el juego realmente está en el mercado y podemos dar una opinión más objetiva del mismo ¿es tan malo un reboot de la serie?
Creo que es justo empezar por hablar del tan controversial protagonista, Dante. En esta nueva versión del juego es mucho más rebelde e irreverente que su antecesor, más parecido al jovenzuelo que vimos en Devil May Cry 3 que a cualquier otro, aun así el desarrollo del personaje durante la historia es bastante empático y logra atraer al jugador, tomando cada vez más rasgos de su fuente de origen, es decir, más parecido al Dante que todos conocemos. Devil May Cry es una serie que se ha caracterizado también por sus ridículas escenas y situaciones, la visión de Ninja Theory es un enfoque más ajustado a nuestros tiempos y ha hecho un muy buen trabajo en este sentido, siendo exactamente ese el punto: la serie sigue teniendo el mismo espíritu pero con una visión un poco más aterrizada a la realidad actual, una realidad controlada por los medios.
DmC nos pone en un mundo donde las apariencias engañan por todas partes, el demonio más poderoso en la existencia, Mundus, tiene a los humanos engañados, donde las bebidas y los anuncios contienen mensajes escondidos que los mantienen controlados y dóciles, es aquí donde entra Dante, hijo de una ángel y un demonio, lo que se conoce como un “Nephilim” y como tal, el protagonista, puede ver e interactuar con una realidad alternativa llamada Limbo, en la cual se pueden ver claramente los mensajes subliminales. El limbo es un lugar que cambia constantemente, normalmente con destrucción masiva y entornos surrealistas. Es también el lugar donde residen los demonios reales, los cuales Deberemos combatir constantemente. Dante, por razones que no quiero adelantar, tendrá que encargarse de Mundus y salvar a la humanidad, de la mano de una organización de activistas llamada “The Order”, organización cuya cabeza no es ni más ni menos que el hermano gemelo de Dante, Vergil, quien contará la verdad de su existencia a Dante, dándole más de una motivación para atravesar su espada en el corazón de Mundus, si es que llega a tener uno. En mi opinión, la historia está bastante bien encaminada en este reboot.
Donde realmente brilla el cambio hecho por Ninja Theory a Devil May Cry es en el Gameplay y la manera de jugar. El juego tiene veinte etapas llenos de cosas que coleccionar, cuartos secretos y modos de dificultad desbloqueable, todo está en la manera de ejecutar las cosas, mientras otros juegos fallan en mezclar la acción con su entorno, DmC logra mezclarlos de manera casi perfecta, haciendo ver sus ambientaciones reales, incluso en las bizarras y torcidas versiones del Limbo. A pesar de que estas etapas son lineales y siguen solo una línea argumental, estas invitan a la exploración, a encontrar habitaciones ocultas, llaves escondidas y puertas con retos secretos. Las etapas más complicadas necesitarán más de un intento para descubrir todos sus secretos y, conforme avancemos en el juego y tengamos más herramientas a nuestra disposición, podremos abrir incluso más y nuevos caminos para explorar.
Obviamente, en todas estas etapas habrá un montón de escaramuzas y peleas contra distintos demonios que no hacen más que volverse cada vez más poderosos y variados conforme el juego se va desenvolviendo. El combate tiene como base las herencias angelicales y demoniacas de Dante, quien tendrá a disposición, además de su clásica espada, dos armas angelicales, dos armas demoniacas y tres tipos de pistola que podrán ser intercambiadas incluso durante los combos, haciendo que la variedad de movimiento tenga un rango muy amplio, muchas veces demasiado amplio, y es que la variedad de enemigos que nos presenta el juego demanda que el jugador utilice todas y cada una de las armas entregadas, ya que cada una tiene distintos usos y propiedades que nos ayudarán a controlar las hordas de demonios a las que nos enfrentaremos. El ejemplo más claro es que algunos de estos enemigos solo podrán ser golpeados con un tipo de arma (angelical o demoniaca) exclusivamente, logrando que la dinámica del juego sea bastante excitante y reconfortante. En manos de un jugador con habilidades y poder de improvisación, el juego simplemente brilla en el combate. Es cierto, quizá es más fácil (mucho más fácil) que otros Devil May Cry, sobre todo cuando se habla de sacar “notas” por tu estilo de combate, pero sin embargo la acción se siente muy satisfactoria bajo sus propios méritos.
Un punto que me tiene con sentimientos encontrados son las peleas con jefes. Sin duda son una de las cosas más bonitas e interesantes de DmC, sin embargo, una vez dentro de una pelea, estas se tornan un poco monótonas, sobre todo luego de descifrar los patrones de movimientos de los jefes y no dan mucho espacio para la demostración de combate y combos que muestran las peleas con los enemigos dentro de etapas comunes.
Pueden decir lo que quieran del nuevo look de Dante, pero no hay duda de que Ninja Theory tiene un marcado estilo, un estilo muy espectral y que funciona maravillosamente con el universo de Devil May Cry. El diseño de los escenarios es hermoso y muy detallado, hay escenarios donde la música y la locura estética en la que literalmente giran las temáticas de cada etapa, atraparan a más de uno desprevenido y la navegación a través de las etapas, orientada en gran parte a los dos tipos de gancho (una vez más, angelical y demoniaco) que obtendrá Dante al comienzo del juego. Es mucho más frontal que en los juegos anteriores y es algo que, en lo personal, agradezco un poco, ya que da una sensación de satisfacción y de ir siempre avanzando, lo que en mi opinión es algo muy bueno, simplemente es algo que se agradece.
El sonido del juego es simplemente genial, los amantes del dupstep, electrónica e Industrial, agradecerán de sobremanera el sountrack que está a cargo de los grupos NOISIA y COMBICHRIST. Personalmente la música de la etapa del Club nocturno, genial. Las voces están muy bien trabajadas, al menos en inglés; los personajes son creíbles y acompañados con la asombrosa captura de movimiento, hacen que el juego simplemente se vea hermoso. En el caso de las voces en español, lamentablemente nos encontraremos con un doblaje español, con muchos modismos e incluso diálogos cambiados. Una lástima, pero aun así es jugable por la gente que no entiende mucho de inglés.
DmC Devil may Cry, es un juego que encuentro, injustamente, basureado. Bajo ningún estándar es un mal juego, quizá defraude un poco a los más fans de la saga, pero si logran darle una oportunidad y lo ven sin comprarlo con los demás, se encontrarán con que Dante no ha cambiado tanto como creen, más que en su look y se encontrarán con un genial juego de acción y aventuras. Ninja Theory a hecho un buen trabajo dándole frescura y innovación a la saga, llamando nuevos fans y entregando una visión que contrasta con la anterior y que no necesariamente quiera decir que la reemplazara, aún quedan algunos puntos que pulir, pero es un inicio totalmente con el pie derecho y bien encaminado. Honestamente, una de las pocas cosas que me han gustado realmente de Capcom este último tiempo.
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