- Nombre: El Ángel
- Director: Luis Ortega
- Reparto: Lorenzo Ferro, Chino Darín, Cecilia Roth, Luis Gnecco, Daniel Fanego
Rating: 4 / 5
SINOPSIS: Lo apodaron “El Ángel” por sus rizos rubios y ojos azules, pero dentro de su hermoso exterior se escondía uno de los criminales más fríos de Argentina. Inspirada en Carlos Robledo Puch, asesino serial que impactó a la sociedad argentina en los años 70.
RESEÑA: Carlitos (Lorenzo Ferro) no cree en los límites: lo tuyo es de él y lo de él es tuyo. Esa era su excusa para meterse a las casas de aquellos argentinos con más dinero y robarles desde joyas y vinilos hasta motocicletas y autos. No le importaba si tenía que matar para conseguir las cosas. “Es un juego, ¿no?” dice Carlitos, una pistola en cada mano, luego de asesinar a dos hombres mientras dormían. Y para él, así era: en un año, “El Ángel” se atribuyó más de 40 robos y 11 asesinatos.
El nombre Carlos tiene origen germán y significa “hombre libre”, y no hay mejor de manera de describir al rubio, casi perfecto Carlitos. Y digo casi perfecto porque con tan solo 19 años tenía todo para llevar una vida completamente normal: dos padres preocupados por él, buena educación, carisma… pero sentía que algo faltaba. Algo que no podía encontrar en la seguridad de su hogar o en una aula en un instituto: lo encontraba en los cajones de casas ajenas, en esos collares de plata y de oro que robaba para luego regalarlos a su novia, o los encendedores con grabados que sacaba a los ricos argentinos para entregárselos a su amigo y quizás gran amor: Ramón (Chino Darín).
Hasta que Carlitos conoció a Ramón, sus robos eran solo a casas de ricos. Pero Ramón (inspirado en Jorge Ibáñez, cómplice de Robledo Puch) es de una familia de criminales, con un papá que estuvo en la cárcel y una mamá cómplice de cualquier crimen que a los dos se les ocurra hacer. Cuando Carlitos conoce a Ramón en el instituto, se siente inmediatamente atraído por su apariencia de rebelde. Trata de impresionarlo regalandole un encendedor. “Eres lindo tú, rubio”, le dice Ramón, y aquél es el inicio del fin para ambos: aunque no correspondido, Carlitos toma un interés más allá de la amistad, y ambos comienzan a cometer los crímenes que formarían la historia de Carlos Robledo Puch, el asesino.
“Él Ángel” no te quiere hacer sentir mal por Carlitos. Su primera víctima es un anciano abandonado en una mansión, al cual dispara en el pecho. “¿Está bien?” pregunta segundos después, pero en verdad no le interesa; de inmediato empieza a recorrer el resto de la mansión buscando algo para robar. Es la crueldad lo que hace esta película tan interesante: el contraste de este ser rubio de ojos azules que parece un querubín, pero que tiene adentro un mal sin remedio.
Ramón no es para nada diferente. Es por esa misma razón que se complementan tan bien: Carlitos actúa y Ramón lo sigue. Son los Bonnie y Clyde argentinos en esta historia; existe una tensión constante entre ellos, aunque la película no va más allá de miradas que significan más que amistad. Es un eje que sin duda hace la cinta más única y atrayente, y que sorprende que se aborde en una historia de este estilo.
Crimen, muerte, amor no correspondido. Aquellos son los principales matices de “Él Ángel”, la película de Luis Ortega inspirada en Carlos Robledo Puch. Muchos detalles son omitidos en esta cinta como para llamarla biográfica; de hecho, prefiero quedarme con que es una de las mejores películas de crimen que he visto en el último tiempo. El director no se enfoca tanto en el por qué, sino más en el cómo, y lo hace de una manera digna de Hollywood, con una fotografía destacable y un soundtrack para no olvidar.
“El Ángel” fue exhibida en Cannes en mayo de este año y llega a cines chilenos hoy. ¡No te la pierdas!
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