Sinopsis: Una casa y un jardín tocados con la gracia de una belleza de otro tiempo. Una pareja que se refugia en su nueva vida lejos de la agitación de Tokio. Un gato enigmático que entra de improviso en su cocina y decide adoptarles como dueños, convirtiéndose en el centro de una intriga sutil.
Reseña: El libro nos cuenta la historia de un matrimonio que se encariña con el gato de sus vecinos, Chibi. Este pequeño ser peludo comienza a visitarlos regularmente, cambiando por completo la forma de vida de la pareja. Le instalan una entrada, le acomodan un lugar para dormir, lo alimentan y juegan con él. Y, sin darse cuenta, se va formando un lazo entre los humanos y este gato.
Bajo esta inocente relación, el protagonista logrará analizar profundos aspectos de la vida, del amor, la muerte, la envidia, los cambios, el apego, etc.
Mi tema favorito es el de pertenencia. Tal como sucede con este gato, suele suceder con las personas. Cuando amamos a alguien queremos creer que nos pertenece pero las cosas no funcionan así y, cuesta reconocerlo y asumir la realidad. Les dejaré una frase que refleja claramente el conflicto:
«<<¡Es nuestro gato!>>, decía mi mujer a pesar de ser perfectamente consciente de que no era cierto. Se lo comía con los ojos. Estaba convencida de que era un regalo del cielo.»
Otro de los temas que aborda la historia de forma bastante asertiva es la muerte. No hablaré mucho al respecto para no darles spoilers pero les dejaré una de mis frases favoritas:
«Me sorprendió constatar como la mirada es capaz de engalanar con colores un lugar o, por el contrario, despojarlo de ellos.»
Me pareció bastante interesante cambiar de cultura y aprender ciertos términos japoneses. En este libro los pie de página no son algo aburrido sino más bien algo que los seguidores de Japón valorarán muchísimo.
Siento que el autor idealiza demasiado a los gatos. Personalmente nunca me han agradado estos animales, su actitud y forma de actuar no van conmigo. Es por esto que no logré enganchar al cien por ciento con la historia. Traté de enfocarme en el trasfondo, ignorando por completo al gato, y gracias a eso logré disfrutar de su filosofía.
De todas formas siento que fue una lectura forzada. A pesar de que toca temas que me llegaron al corazón, cuando lo terminé no logré sentir esa chispa que indica que un libro me ha gustado.
Creo que las personas que tienen gatos, o que gustan de estos animales, disfrutarán mucho más de esta historia y hasta puede que lloren en algunos momentos. Puede que mi «no cariño» hacia estas criaturas haya hecho que no comprendiera todo lo que el autor trata de transmitir.
El gato que venía del cielo es un libro bonito y nostálgico, ideal para los amantes de los gatos.
Le puse 2 estrellas en Goodreads porque estuvo bien pero no llegó a gustarme.
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