«Una película entretenida, cuya primer acto podría ser considerado un poco más lento, pero que agarra fuerzas y se va armando para entregarnos batallas sangrientas y épicas, buenas actuaciones y una visión clásica y mucho más tradicionalista del género.»

  • Nombre: El Legítimo Rey / Outlaw King
  • País: Estados Unidos
  • Director: David Mackenzie
  • Reparto: Chris Pine, Florence Pugh, Aaron Taylor-Johnson, Billy Howle, Tony Curran, Callan Mulvey, Stephen Dillane, Alan Cooney, James Cosmo
  • Música: Tony Doogan y Lucie Treacher

SINOPSIS: 

Escocia, siglo XIV. Tras la muerte de William Wallace, Roberto I de Escocia reclama el trono y lidera la feroz rebelión contra el dominio inglés para recuperar la independencia de su país.

RESEÑA:

Netflix nos ha regalado películas de gran calidad en los últimos años, pequeñas joyitas que podrían haber llegado sin problemas a los cines y este es el caso de Legítimo Rey, un drama histórico-épico protagonizado por Chris Pine (Star Trek, Wonder Woman) y dirigido por el nominado al premio de la Academia David Mackenzie y estrenada a fines de 2018.

Tengo una inclinación muy fuerte hacia las películas históricas y a las películas épicas, sobre todo esas de caballo, armadura y espada y cuando Netflix me mostró la recomendación sobre Legítimo Rey me sentí cautivada casi de inmediato. Lo interesante de esta propuesta es que es como una continuación natural de lo que sucede en Escocia e Inglaterra tras el trágico final de William Wallace (¿se acuerdan de Corazón Valiente?) y nos sumerge en una Escocia rendida a los pies del rey de Inglaterra, donde los señores han tenido que doblar la rodilla y ofrecer sumisión a cambio de un poco de paz. La muerte de William Wallace hará que el noble Robert the Bruce (Chris Pine) despierte de su letargo y organice la rebelión definitiva contra Eduardo I.

La cinta se mueve en el terreno más clásico de la épica de los años 70, esa que contaba la historia de manera lineal sin rimbombancias en el guión ni extraños flashbacks ni raccontos. Mackenzie se inclina por lo más tradicional, por la batalla cuerpo a cuerpo bien coreografiadas, por el uso de extras reales y paisajes reales de hermosas panorámicas, lo que le da a la película una atmósfera épica como hacía tiempo no sentíamos.

Chris Pine nos entrega un héroe sin grandes aspavientos, comedido, serio, de mente fría y sobrio, mucho menos apasionado que el William Wallace de Mel Gibson. Tras lo acontecido con Wallace, Robert The Bruce sabe que cada uno de sus movimientos debe ser fríamente calculado, el pueblo, sus hombres y su propia familia dependen de ello, de sus decisiones y de su inteligencia. En esto Pine realiza un excelente trabajo, es capaz de no caer en la trampa de convertirse en el héroe épico, sino traspasa toda la humanidad y la presión que pende sobre su cabeza en su performance. Bien refleja al personaje, uno de los discursos que le da a sus hombres al fragor de la batalla venidera:

«…Si luchan por Dios, por honor, por su país, por su familia, por ustedes mismos, a mi no me importa, mientras luchen…»

Mackenzie también se atreve a ser todo lo sangriento y explícito que puede ser, sin miedo a mostrar la brutalidad con que se luchaba, la sangre que se derramaba y el dolor que esto causaba. Esto puede ser un poco incómodo para cierto público, pero, en mi opinión personal, es completamente necesario. El camino hacia la libertad está manchado de sangre, de tripas y víceras, de miembros cercenados, de lágrimas y una humanidad compleja.

Esta es, sin dudas, una película entretenida, cuya primer acto podría ser considerado un poco más lento, pero que agarra fuerzas y se va armando para entregarnos batallas sangrientas y épicas, buenas actuaciones y una visión clásica y mucho más tradicionalista del género. Si quieren algo que ver, no se pierdan El Legítimo Rey en Netflix.

Muy Buena.

Erika Moreno I.

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