Adentrarse a un camino lleno de dificultades requiere grandeza, confianza y convicción. Pero, cuando no decidimos voluntariamente a hacerlo, puede ser mucho más peligroso de lo que pensábamos.
En esta oportunidad conocemos a un muy particular personaje, quien sufre un cambio radical en su vida y que, por fuerzas del destino, parece ser el correcto.

Sinopsis:

Buck, un perro gigante, lleno de energía y curiosidad es secuestrado para ser vendido y comercializado en las grandes montañas nevadas en búsqueda de un tesoro desconocido y aventuras por vivir.
En el trayecto de descubrir un mundo nuevo y una personalidad desconocida, conoce a un solitario viejo, John Thornton, quien intenta cobijar la soledad tras el fallecimiento de su hijo.
Humano y canino sobreviven a realidades dolorosas para encontrar un fin en común apoyándose siempre en el otro y por, sobre todo, en la confianza del destino.

Reseña:

El film se cataloga basada en el libro publicado en 1903 de John Lock titulado “The call of the wild” (El llamado de lo salvaje) en el que se narra la historia de un perro que “regresa” a sus instintos salvajes en la montaña de Yukon (trabajando tirando de trineos), lugar que inspiró diversas historias sobre una potencial fuente de oro.
Por poseer un personaje principal animal, es recomendada para un público lector infantil, a pesar de sus intrínsecas temáticas oscuras de crueldad y violencia.
Desde lo cinematográfico, 20th Century Studios trae junto a la dirección de Chris Sanders (Lilo & Stitch, Como entrenar a tu dragón, Los Croods) y el guión de Michael Green (Logan, Blade Runner 2049, Asesinato en el Orient Express). Una dupla con un historial de categoría.
Respecto a su reparto cuenta con una alta presencia de efectos especiales, principalmente en el perro. Si. No es un perro real, es pura creación computarizada.
Para ello Terry Notary (Avatar, El planeta de los simios, Hobbit) encarna al temerario perro, sin olvidar a Harrison Ford (Star Wars) como John Thornton.
Así mismo cuenta con Dan Stevens (Downton Abbey), Karen Gillan (Avengers), Omar Sy (Intouchables), Bradley Whitford (The Post), Cara Gee, Entre otros.

Son los finales del siglo XIX. Las ciudades crecen, los avances tecnológicos comienzan a expandirse y la sed de poder se dirige a las montañas nevadas que esconden un río de oro.
Buck es un perro de California con un tamaño y energía que necesitan más espacio aún. Sus dueños sufren con sus locuras y no hay más remedio que castigarlo en el patio. Desafortunadamente es robado y puesto en venta para quienes trabajan en estas montañas frías y necesitan de perros que tiren de sus trineos.
Buck no conoce la nieve, nada funciona como en la vida más humanizada y por desgracia, conoce la crueldad humana. Para su favor, conoce a una pareja de trabajadores de correos, encargados de llevar la correspondencia en condiciones muy frías y con tiempo escaso por las cortas temporadas calurosas. El doméstico perro, debe enfrentarse al trabajo duro y en equipo junto a los otros perros que tiran del trineo, con un alfa dominante y abusador, tomando esta actitud como uno de los mayores desafíos personales a eliminar: el miedo.
Sus instintos salvajes comienzan a desarrollarse a medida que su seguridad crece y, la representación del destino en su camino, pero la aventura personal se desmorona con el término del trabajo en la entrega de cartas.
Ahora junto a su manada, son pertenecientes a un hombre deseoso por el poder y el oro que abunda en las historias de la gente que rodea las pequeñas ciudades. A pesar de esto, Buck logra salir de este círculo de avaricia gracias a John y desde ese momento, hombre y perro, emprenden un camino lleno de amistad, confianza y apoyo mutuo en búsqueda de esta libertad.

Una película familiar y “distinta”

Utilizar CGI puede ser una carta a favor o en contra. En esta película juega con ambas.
En los paisajes fríos como las montañas de Alaska, trabajar con un perro doméstico (algo similar a la raza San Bernardo, que, si bien puede desenvolverse en climas adversos, estaríamos hablando de trasladar a un can de ciudad a este tipo de ambiente) es algo arriesgado, y como la industria ha sido atacada por temas que antes pasaban desapercibidos, se agradece la consideración por este público animalista y en sí, es una jugada comercial. Además, esta película está ambientada en finales del siglo XIX, es importante entonces considerar que, en ese momento, las razas caninas poseían algunas diferencias a su apariencia actual; antes eran más grandes, musculosos, otras características faciales, etc.
Agregamos que Buck está inspirado en una mezcla de San Bernardo con Scotch Collie.
Ahora lo negativo puede venir desde una mirada muy personal: demasiado humanizado.
Es esta delgada línea de lo digital y lo real que hace de la apuesta “buena o mala”, pero colindando con lo mencionado anteriormente, era debidamente dar trabajo al CGI para la representación de Buck, ya que hacer pasar por todo lo que se vive en la película a un perro real, es esto mismo: inhumano.

Si te das cuenta, a pesar de poseer un gran reparto, es el perro el principal personaje de la trama, lo que la transforma en una película divertida e intrépida, una excelente forma de ver e intentar comprender el instinto salvaje de nuestros amados perros, así como también reflexionar respecto a nuestro rol como compañeros en su viaje.

A partir de hoy, 20 de febrero, en los más importantes cines de nuestro país, puedes disfrutar de esta intensa y liberadora película que nos enseña la importancia de encontrar nuestro lugar indicado.

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