[Reseña] «Gambito de Dama»: un juego de ajedrez adictivo.

Esperando ansiosamente cada contenido original de Netflix, el tráiler de esta mini serie captó mi atención; la ciencia del ajedrez y una mujer desempeñando estrategias en una época de guerra fría, eran todo lo que necesitaba el streaming para conseguirme como futura espectadora. Afortunadamente, no me equivoqué.
Hoy, quisiera recomendarles una miniserie de temática muy original, poseedora de preciosas escenografías y vestuarios, cuenta también con la participación protagónica de una joven promesa del cine actual y desarrollando su trama reuniendo la historia de abandono, perseverancia y adicciones de una mujer que ha debido lidiar una partida de ajedrez eterna consigo misma.

Su reparto cuenta con la actuación de Anya Taylor-Joy (Peaky Blinders), Marielle Heller (A beautiful day in the neighbordhood) y Bill Camp (12 años de esclavitud), además de la extraordinaria aparición de Harry Melling (saga Harry Potter), Jacob Fortune-Lloyd (Star Wars: El Ascenso de Skywalker), Thomas Brodie-Sangster (Maze Runner) entre otros.
Sus creadores son Scott Frank (Logan) y Alan Scott, quienes adaptaron la novela escrita del autor Walter Tevis publicada en 1983, titulada de igual forma. Además, la serie se convirtió en la serie limitada más vista de la plataforma en su historia; detalle no menor a considerar.

Reseña:

Beth Harmon queda huérfana a sus 8 años, tras un accidente automovilístico que terminó con la vida de su madre.
La ausencia de tutores legales, dio por consiguiente la eminente llegada al orfanato Methuen, un acogedor lugar en donde deberá acomodarse a sus normas y deberes, sin tener tiempo aún de asimilar la muerte de su madre.
En el orfanato logra establecer una amistad sincera con su compañera de travesuras y conoce a quien será una de las personas que determinará su futuro de ahora en adelante; el Señor Shaibel conserje del establecimiento y un jugador rutinario de ajedrez. Beth no conocía este juego y, tras unas partidas con su nuevo compañero de tablas, la obsesión por el perfeccionamiento había comenzado.

Desafortunadamente, no solo quienes habitaban el orfanato acompañaban diariamente a Beth; una incipiente adicción a los tranquilizantes solo incentivó su perfeccionamiento en el ajedrez y su ciencia, ideando por las noches jugadas maestras que lograba perfectamente ver gracias a los efectos de los medicamentos.
Tras un episodio desesperado en el que las drogas se apoderaron de sus decisiones, Beth logra sobrellevar su solitaria vida, hasta que por fín es adoptada a sus quince años por los Wheatley.
Lidiando con su nueva vida como hija de familia y la terrible adolescencia, Beth encuentra un torneo del cuál participar y así tener dinero para su familia. Hace años no jugaba ni tampoco consumía drogas para potenciar sus habilidades. El panorama era incierto.

Arrasando con potentes contrincantes, Beth obtiene fama estatal, situación que su madre adoptiva aprovechará para conectar lazos y olvidar los constantes errores maritales y personales en los que ella se ha visto inmersa.
En un mundo de hombres, Beth crece a medida que sus jugadas se van puliendo. El éxito cobijará los dolores pasados de una niña que no ha resolvió sus preguntas, pero obtuvo otras gracias a la gasolina de sus motores; las drogas y el alcohol, quienes serán por lejos, los contrincantes más fuertes a derrocar en el tablero.

The Queen’s Gambit es una mini serie dedicada a representar obsesiones y adicciones que perturbaron la vida de la joven promesa del ajedrez. Representando delicadamente, el cómo pequeños episodios de nuestra vida, pueden determinar una jugada completa.
Desde lo actoral, Anya se luce en el papel de Beth, encarnando sus emociones y sensaciones a medida que va experimentándolas. La actriz realizó un muy detallado desempeño representando sus adicciones y de alguna u otra forma, en como la salud mental es una pieza más para ella.
Visualmente cada detalle, en cada habitación, hotel, vestuario y maquillaje, es un deleite televisivo. Al estar contextualizada en los años 60, el uso de tonos pasteles y en otro extremo más oscuros, combinan perfectamente entre sí con la personalidad de la protagonista.

Representando el difícil camino para convertirse en un genio del ajedrez, la mini serie cumple con todo lo necesario para que sus espectadores se obsesionen, al igual que su protagonista, con la defensa siciliana y el sueño de una joven huérfana, por hallar la pieza que falta en su vida.