Sinopsis: Hitman: Agente 47 se enfoca en un asesino de élite que fue genéticamente diseñado desde su concepción para ser la máquina asesina perfecta, y es conocido sólo por los últimos dos dígitos del código de barras tatuado en la parte de atrás de su cuello. Es la culminación de décadas de investigación – y cuarenta y seis clones de agentes anteriores – dotándolo de una fuerza, velocidad, resistencia e inteligencia sin precedentes. Su más reciente blanco es una mega-corporación que planea descubrir el secreto del pasado del Agente 47 para crear un ejército de asesinos cuyos poderes sobrepasen hasta a los suyos. Haciendo equipo con una joven mujer que podría ser poseedora del secreto para vencer a sus poderosos y clandestinos enemigos, 47 debe confrontar contundentes revelaciones sobre sus propios orígenes y enfrentarse en una batalla épica con su enemigo más letal.
[rating: 2.5/5]
Aleksander Bach es el encargado de dirigir Hitman: Agente 47, la nueva entrega basada en el exitoso videojuego y que ahora vuelve para bien o para mal con grandes escenas de acción pero un desinflado argumento. Como sea, y como siempre les digo; ¡comencemos a destripar esta película ahora ya!
En primera instancia quiero mencionar que hay que ser bastante valiente para volver a intentar recrear una historia basada en un videojuego y que ya tuvo una película fallida (Hitman, 2007). Dicho esto, es importante decir que para aquellos que no vieron la primera entrega; pueden ver sin ningún problemas esta «segunda versión» del asesino mas formal del mundo gamer. Y para aquellos que nunca han jugado Hitman, también lo vale.
Rupert Friend es un actor seco, yo lo veo en Homeland y siempre he opinado que hace muy bien el papel de matón-espía-agente-cabrón, ya que tiene ese caracho que cada vez que mira a la pantalla me dan ganas de hacer pipí. No, hablando en serio considero que es un buen Hitman, al igual que el gran Zachary Quinto (Sylar en Héroes) como un villano de tomo y lomo. La falla de las actuaciones ocurre con la «damisela en peligro» llamada «Katia» (Hannah Ware), debido a que esta hermosa mujer es mas fome que acuario de almejas, su química con los personajes es nula y encuentro que es un papel totalmente desechable.
H.47 es un tipo seco con el arma (obvio!) y muchos de los bailes que hace para eliminar a sus enemigos son calcados del juego, algunos cuadros, movimientos y demases están muy bien logrados, lo cual para algunos gamers debe ser un éxtasis visual. De hecho me encanta cuando en las películas se atreven a mostrar sesos volando y aprovechan a los enemigos para usarlos como bolsas de sangre que explotan por cualquier cosa.
Ahora, debo decir que más allá de esas cosas exquisitas que a mi me encantan del cine de acción, hay otras que se vuelven realmente lateras y predecibles. Yo creo, que cada uno de ustedes se va a dar cuenta para donde va la cosa, incluso cuando nos intenten mostrar un camino pavimentado de rescates imposibles y agentes sin sentimientos. Por momentos hay tanta cursilería que llega a ser molesto y no calza con la verdadera esencia del personaje.
«Hitman: Agente 47», es una película que recomendaría ver en cines solamente si no quedan más películas en cartelera (ignorando Knock-Knock), y si no, recomiendo verla profundamente en una tarde de verano acompañado de una chela (una nomás, con dos se quedan dormidos en el sillón). Pero al menos la película sirve para llegar a la casa y tener ganas fervientes de jugar Hitman: Absolution (así lo hice yo gracias a @_sebastereo que me prestó el juego y ahora estoy pegado matando guardias).
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