El cine biográfico está cada vez más explotado por la industria, pero y al mismo tiempo, es una de las más delicadas aristas del cine a nivel internacional; dotado por una clara muestra de respeto hacia el personaje representados, somos testigos de una parte de la vida de nuestros ídolos logrando una conexión desde otra forma con ellos.
Hoy es el turno de Judy Garland (1922 – 1969):
Frances Ethel Gumm, más conocida como Judy Garland, fue una artista que comenzó su carrera sumamente pequeña de la mano de MGM con quien grabó una decena de películas desde 1935. Rodeada por un mundo de luces y colores de los cuales nunca pudo disfrutar. La industria cinematográfica se dedicó a despedazar su infancia, adolescencia y parte de su adultez con excesos que encasillaron su carrera desde lo alto a lo más bajo.
Participó de grandes clásicos del cine como en “Nace una estrella” (1954), en obras de Broadway como “Babes in Arms” (1939) incluso teniendo su propio show televisivo en “The Judy Garland show” (1963). Por cierto, durante su carrera ganó un Globo de Oro, Oscar, BAFTA, Tony, Grammys entre otros más.
Un ícono del cine, del mundo gay y símbolo de cómo la fama puede culminar con un enorme talento. Uno de sus más reconocidos roles es en la película “El Mago de Oz” (1939) con su angelical voz interpretando “Over the rainbow” a la inocente Dorothy.
Desafortunadamente, el camino amarillo que siguió Judy, tuvo malos acompañantes que la sometieron a drogas y sobreexplotación. A pesar de esto, ella siguió cantando hasta su último momento sobre la búsqueda de su felicidad.
Rupert Goold (True Story, 2015), reconocido director de obras teatrales, es el encargado de traer a la pantalla grande un trozo de la historia de la adorada joven símbolo estadounidense de los años 40, junto a él, le siguen en el guión Tom Edge (Lovesick) y la música de Gabriel Yared (El talento de Mr. Ripley)
Como gran carta de apuesta, su elenco está conformado en el rol protagónico a Renée Zellweger (El diario de Bridget Jones) quien se encontraba hace varios años fuera del cine. La acompañan en la interpretación Finn Wittrock (American Horror Story), Rufus Sewell (El ilusionista), Michael Gambon (saga Harry Potter), Jessie Buckley (serie Fargo), Bella Ramsey (Game of Thrones), entre otros.
La cinta comienza con una adulta Judy (Renée Zellweger) acompañada de su hija Lorna (Bella Ramsey) y su hijo Joey (Lewin Lloyd) camino a una presentación que los tres harán en un pequeño y humilde lugar. Las ofertas laborales escasean y el dinero se escapa de sus manos.
La alegre y esperanzadora artista no se da por vencida y decide luchar por sus hijos, pero a cada paso, las puertas comienzan a cerrarse.
Bajo el constante fantasma de su infancia en las producciones de MGM y en cómo esos traumas le repercuten hoy en día, su panorama comienza a nublarse: no tiene donde vivir, sus hijos necesitan un hogar y ya nadie parece interesarse por ella encontrando refugio en el alcohol y los excesos.
El hilo narrativo toma un nuevo camino al ser invitada a realizar diversos conciertos en Londres, reencontrándose con los escenarios, su público, los problemas, la gente que se sobre preocupa por ella y en sí misma; un hoyo tremendo que año tras año ha cavado sin encontrar su fondo. La constante lucha con su ex esposo Sidney Luft (Rufus Sewell) por la custodia de sus hijos y el sobre exigente mundo de la fama, son algunos de los acontecimientos que serán claves en el destino de la cantante, conductora, actriz y artista.
El ver reflejado en descenso de una estrella del cine es una tarea muy bien hecha, en donde vemos una vida personal e íntima al borde del límite versus, una serie de brillos, aplausos y cánticos que vienen a alentar a Judy a seguir en su lucha personal por demostrarle a los demás que aún queda más por ver, pero sus traumas parecen ser un gran oponente al éxito.
Sus duros recuerdos de infancia consumiendo fármacos para evitar comer, dormir y en sí, llevar la vida normal que tanto anhelaba, se someten a un ser interpretado como un ente poderoso: Louis B. Mayer (MGM) quien se encarga de aplastar cualquier luz de esperanza para una pequeña estrella en ascenso, de esta manera no solo nos quedamos con Judy como artística, si no que como símbolo de una industria abusadora (desde muchos puntos de vista), de un juego de roles que viene a tomar a la mujer, en este caso niña, como foco y productor de dinero, sin miradas humanas. Algo que se asimila a lo vivido por Marilyn Monroe.
Este hombre, quien representa de manera implícita el abuso que ella vivió posee muy pocas apariciones en la cinta, pero es en una escena, en donde pone su mano muy cerca de su pecho aludiendo la importancia de su voz, a pesar de ser una muy corta escena, representa sin más vueltas en el asunto, el infierno que vivió a cambio de la fama la dulce Judy.
Renée Zellweger: un regreso triunfal.
Lo que sucede durante el transcurso de los 118 minutos de la película, no sería nada sin la increíble actuación e imitación de la actriz.
Es una clase subliminal de interpretación, es una muestra enorme de respeto hacia la estrella de Hollywood la que deja en claro, el extenuante trabajo de la actriz por representarla.
Si te das el trabajo de buscar entrevistas de Judy en sus últimos años de vida, encontrarás muchas similitudes a la interpretación de Renée: su voz, postura, personalidad e incluso su mirada logran llevarnos al más puro rincón en el corazón de la querida Dorothy de Oz.
Bajo esta premisa, no es menor las innumerables (si, son bastantes) nominaciones y premios en diversos premios hacia Renée como por ejemplo: Ganadora en los Globos de Oro a mejor actriz, al igual que en los BIFA, Critic’s Choice Movie Awards, entre otros. Ahora la mayor apuesta va hacia los prontamente Oscar’s (9 de febrero) en donde compite por la misma categoría y que, por cierto, la crítica ha mencionado ser la mayor competidora.
De esta forma, les recomendamos con creces y dejamos sumamente invitados a ver desde hoy jueves 30 de enero Judy en las mejores salas de cines del país y así, corear entre todos “Over the rainbow” añorando encontrarnos con la pequeña Dorothy por el eterno camino amarillo.
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