Sinopsis:

Cuatro años después de la destrucción de Isla Nublar, los dinosaurios ahora viven y cazan junto a los humanos en todo el mundo. Este frágil equilibrio remodelará el futuro y determinará, de una vez por todas, si los seres humanos seguirán siendo los depredadores máximos en un planeta que ahora comparten con las criaturas más temibles de la historia.

Reseña:

Jurassic World Dominion es lo que obtienes cuando echas en una licuadora todas las malas costumbres y fórmulas actuales de Hollywood y los horneas sin ningún tipo de motivación, más allá de la de generar plata a base de la nostalgia. Un Kinder Sorpresa sin juguete en el interior, pero cuyo chocolate es lo suficientemente comestible para no ser totalmente desagradable.

Pero antes de tirarle un meteorito a esta entrega, mejor hablemos de lo bueno, que hay un par de cosas que rescatar. Primero, y como es de esperar en una película de Jurassic World, los efectos especiales son 10 de 10. Los dinosaurios se ven super reales y la consistencia de los VFX es tremenda. Además de que la acción en cámara fluye bastante. Y hablando de la acción, es bastante entretenida. Hay peleas entre dinosaurios y humanos siendo devorados en pantalla que por lo menos a mí, que soy fan del cine de monstruos, me sacaban más de alguna sonrisa.

Por lo demás, si eres de esas personas que les gusta buscar referencias en todo, acá hay harto material para jugar al Capitán América y decir “Entendí esa referencia”. Referencias que van desde algunos guiños a personajes del pasado hasta pasajes musicales del excelente Michael Giacchino rememorando a Williams.

Y eso es todo lo que tiene este film a su favor, que se para sobre lo logrado por sus antecesoras. Porque hasta la trama se siente como una mentira.

 

Si le preguntas a alguien en la calle “¿De que se trata Jurassic Park?” 9 de 10 personas te dirán “De dinosaurios”. Y ahí esta el problema de esta película. Que en su ADN no es una película sobre dinosaurios, si no que sobre Langostas. Así es, estos insectos que secaban las cosechas en las plagas de Egipto ahora están de vuelta, y son el foco central de la trama.

La película comienza reconociendo que los dinosaurios y la convivencia con los humanos son un problema global que debe ser resuelto, y hasta ahí todo bien porque es un conflicto interesante, tenemos algunas escenas donde vemos la nueva vida de Owen (Chris Pratt, que tiene problemas para salir de su papel de StarLord) y Claire (Bryce Dallas Howard) y Maisie Lockwood ( Isabella Sermon). Pero para introducir a los personajes de la trilogía original, se inventa una crisis que involucra langostas modificadas genéticamente con ADN de dinosaurio para que se coman las cosechas de cualquier semilla que no sean las producida por esta misma empresa. Y nuestros héroes ahora deben detener a esta malvada compañía y a su ambicioso director para evitar una crisis a escala global. Todo esto con dinosaurios de adorno e intentos desesperados por intentar recapturar esa magia que hizo a las 2 primeras tan buenas.

No les mentiré, igual me alegró ver de vuelta al Dr Grant, a la Dra Sattler y a Ian Malcom (quien acarrea la película, en gran merito del siempre carismático Jeff Goldblum) Pero por momentos la presencia de ellos se siente perdida y forzada. El Dr Grant se siente como un tipo que no creció nada en estos años y hay interacciones con la Dra Sattler que son más Fanservice que momentos genuinos. Sin mencionar que Owen y Claire tienen tan poca química que hace que Owen y Kayla Watts (Un nuevo personaje que se sintió bastante refrescante) tengan más encanto en pantalla.

Y ese es parte del problema. Ya que ahora la moda es traer cosas del pasado y revivir personajes, la película se sobresatura con gente y no hace mucho con ninguno de ellos.

Hay dos personajes nuevos interesantes, pero que no tienen tiempo de brillar porque la película también tiene problemas de ritmo.
Hay tantas cosas pasando en tantos lugares distintos que la trama se desparrama como poca mantequilla en demasiado pan, no tiene foco y por ello la tensión de la situación no se siente. Al final del día, es una película que te puede entretener en el cine, pero que apenas salgas de él vas a olvidar lo que viste. Porque esta película no es épica. No hay un solo momento como el del T-Rex rugiendo mientras el banner del parque cae delante de el, o un dinosaurio acuático gigante devorando a otro y como muchas otras secuelas o spin offs dando vueltas en el cine por estos días, es olvidable e irrelevante.

Es un cierre que no cierra nada, un final mediocre y apresurado como terminar de enjuagarse con agua helada porque se te acabó el gas. Se supone que esta sería la última entrega del universo Jurásico de Universal y de ser así en realidad a mí no me molestaría que no intentasen revivir a este dinosaurio.

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