«Santiago Mitre maneja desde el comienzo la intriga con gran efectividad el tono ambiguo, inquietante, de silencios incómodos, que pasa del mero thriller político, a tomar tintes incluso sobrenaturales, todo armado y desarmado una y otra vez delante de tus ojos.»
Rating: [4/5]
SINOPSIS: En una Cumbre de presidentes latinoamericanos en Chile, en donde se definen las estrategias y alianzas geopolíticas de la región, Hernán Blanco (Ricardo Darín), el presidente argentino, vive un drama político y familiar que le hará enfrentarse a sus propios demonios. Deberá tomar dos decisiones que podrían cambiar el curso de su vida en el orden público y privado: por un lado, una complicada situación emocional con su hija, y por otro, la decisión política más importante de su carrera.
RESEÑA: La Cordillera me interesó desde el primer momento en que vi su primer tráiler, en principio porque esta película argentino-española se filmó en locaciones en Chile, más específicamente en el Centro de Ski Valle Nevado anclado en plena Cordillera de los Andes y con el hotel del mismo nombre que exhibe un hermoso estilo de montaña, y porque ver a Ricardo Darín (Relatos Salvajes, El Secreto de sus Ojos) es siempre un gran placer, el actor argentino, en mi opinión personal, es uno de los mejores actores cinematográficos de su generación de su país y tenerlo en pantalla es sinónimo de que algo bien está pasando con ese trabajo.
Pero cuando te vas adentrando más y más la cinta dirigida por Santiago Mitre te vas dando cuenta que, tal como nos indicó su propio director el día del estreno, hay mucho más de lo que ven los ojos.
Mucho más de lo que ven tus ojos
Mitre maneja desde el comienzo la intriga con gran efectividad, su personaje principal, el presidente de Argentina Hernán Blanco, es siempre ambiguo, es un hombre que es una caja de Pandora, que guarda secretos, muchos secretos, un presidente que se dice a si mismo «un hombre común» o «un trabajador más», pero ¿es eso posible? En ese respecto el protagonista del filme es un representante fiel de lo que la película quiere ser; del tono ambiguo, inquietante, de silencios incómodos, que pasa del mero thriller político, a tomar tintes incluso sobrenaturales, todo armado y desarmado una y otra vez delante de tus ojos. Hay escenas metafóricas, poéticas, que te sumergen en el clima áspero, silencioso y misterioso de la Cordillera. Realmente su ambientación y su entorno natural es uno de los grandes aciertos de la película, la nieve, lo retirado de la Cumbre de Presidentes es un reflejo de cómo viven los políticos alejados de aquellos que dirigen, alejados del mundo real, en un mundo propio, una burbuja y Valle Nevado es el lugar perfecto para ello, muy al estilo de El Resplandor.
En el fondo, es el público el llamado a interpretar a su manera lo que está sucediendo ¿es la relación padre-hija lo importante? ¿es la intriga política el foco principal? Todo queda en nuestras manos, nosotros decidimos.
Habría sido muy fácil y bastante atractivo haber replicado el estilo de thriller político de House of Cards, pero Mitre tiene la suficiente destreza cinematográfica y el suficiente coraje para proponer algo nuevo, para darse el lujo de ser ambiguo, de jugar con el favorecedor entorno. Eso se agradece. He leído que lo comparan con Roman Polanski, pero las comparaciones pueden ser odiosas, basta decir que se nota el esfuerzo por innovar.
Pero hay que decir que gran parte del éxito de la cinta está en su elenco y, sobre todo, en el excelente trabajo de Darin, con cualquier otro actor el resultado habría sido distinto, La Cordillera requería experiencia y presencia en la cámara, requería un actor con carácter, un actor que llenara la pantalla y que transmitiera emociones, incluso emociones retenidas, debía hacernos saber y creer qué hay mucho que no sabemos cómo espectador. Y todo eso en una mirada, en una palabra. Ricardo Darin hace la diferencia y carga la balanza y es determinante. El resto del elenco integrado por grandes actores internacionales como Alfredo Castro, Érica Rivas, Paulina García, Elena Anaya, Dolores Fonzi y Christian Slater, cada uno excelente en su papel.
En el fondo, lo que La Cordillera es una película que nos quiere hacer notar que los políticos son seres humanos, son hombres y mujeres expuestos a grandes secretos y a grandes decisiones, con mucha oscuridad y mucha luz en su interior ¿realmente es posible ser un hombre normal y llegar al poder, ser un trabajador más? Valga como resumen de lo que se quiere exponer una interesante frase dicha por el personaje de Ricardo Darín: «El mal existe y uno no llega a presidente sin haberlo visto un par de veces al menos».
No es un filme para todo público, es un filme que debe ser digerido, analizado varias horas después de salir de la sala de cine, que requiere de la imaginación y la participación del público, es una película que requiere paciencia, y si la tienes te llevarás una muy interesante sorpresa. Al menos por ver al genial Darín vale la pena pagar una entrada. Y como su mismo director nos dijera «Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia»
Pero como siempre son ustedes, mis estimados freaks, quienes tienen la última palabra.
Muy buena
Erika Moreno I.
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