Sinopsis: A días de iniciada la demolición de la ex cárcel de Antofagasta, un túnel que conecta el recinto penitenciario con la ciudad sale a la luz. La noticia sorprende a las autoridades -nunca en la historia del penal se supo de una fuga subterránea- y gatilla una nueva visita de la viuda del teniente de ejército Arturo Calderón Iriarte a la oficina de los investigadores. Según la arrogante mujer, el túnel se relaciona con la desaparición de su marido, ocurrida hace ya cuarenta años.
Reseña: Volvemos a encontrarnos con esta dupla tan especial, el Tira Gutiérrez y la hermana Tegualda, al particular detective y su astuta secretaria los pudimos conocer en la primera parte de esta secuencia de libros, llamada «La muerte es una vieja historia» y en esta oportunidad nos deleitan con un nuevo caso lleno de misterios.
Se ha encontrado un extraño túnel en Antofagasta, que conecta una ex cárcel con el cuarto de un burdel que antiguamente había sido muy famoso en la ciudad.
En la oficina del Tira Gutiérrez todo había estado muy tranquilo, no le había llegado un caso emocionante desde lo ocurrido con el muertito, pero este día del descubrimiento del túnel, llega doña Magallánica Suárez quien había ido 6 meses antes a solicitar el descubrimiento del paradero de su esposo pero jamás llegó a concretar nada. Su marido había desaparecido hace 40 años, nunca se supo qué pasó con él. Tampoco era un gran esposo, es por esto que algo mucho más importante hizo que esta señora quisiera averiguar, al fin, donde estaba realmente, tal vez sólo se había ido de viaje y regresaría en cualquier momento.
Resulta que el hombre desaparecido era un cliente habitual del burdel, y esta sospechosa conexión hará que se comience a investigar a fondo el paradero del caballero, este caso unirá mucho más al Tira con la hermana Tegualda y los llevará de viaje por una interesante historia.
Personalmente me emocioné mucho cuando supe que Rivera Letelier ya tenía este libro listo porque el primero me encantó, me gusta como logra abordar lo policial sin ser demasiado predecible y te sumerge en historias livianas pero muy interesantes.
Como es típico en este autor, la historia se desarrolla en el norte de Chile, con grandes descripciones que logran ponernos en el ambiente donde ocurren los sucesos.
Aquí tenemos una nueva dosis del humor particular que tiene el personaje del Tira Gutierrez, entre irónico y coquetón, que a mi me deja muy feliz, lo paso tan bien leyendo sobre esta dupla de investigadores privados que con gusto leería otro de sus casos, además que el final de este los dejará ¡¡impactados!!.
Tenemos nuevos personajes que nos harán disfrutar completamente de este libro, hablando de los burdeles que eran muy famosos antes de los 70’s y que sólo sabía lo que pasaba ahí quien se atrevía a ser partícipe del lugar. Además que tenemos como tema el famoso pachulí que sin duda todos deben conocer porque en épocas pasadas era considerado casi milagroso.
En resumen, es un muy buen libro, Rivera Letelier siempre es un autor recomendado porque todas sus historias son bien cortas y livianas pero dentro de esto hay un tema muy bien armado, sobre todo en estas novelas policiales donde logra que dentro de tu cabeza intentes resolver los casos pero luego te das cuenta que nada era como pensabas. «La muerte tiene olor a pachulí» está imperdible.
PD: Si no han leído el primer libro se los recomiendo mucho, aunque son casos distintos, en el primero podemos conocer mucho más sobre ambos protagonistas y así entender muchas de las referencias que se hacen en este tomo.
Le puse 4 estrellas en Goodreads.
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