Sinopsis: Imagina un mundo en el que una organización les avisa a las personas la inminencia de su muerte. Imagina que comenzó la cuenta regresiva. Imagina cómo vivirías tu vida… en solo un día. ¿Estarías listo para decir adiós?

Reseña: Es primera vez que leo un libro de Adam Silvera y les puedo decir que me ha cautivado. Éste joven autor estadounidense visitó nuestro país hace unos meses y me arrepiento de no haberlo ido a conocer.

Al igual que la mayoría de ustedes, al leer como título «Al final mueren los dos» me pregunté qué es lo que me van a contar para sorprenderme dado que ya sé como termina el libro pero la verdad es que hay que lograr ver más allá del suceso físico y enfocarnos en lo que abarca el morir a nivel macro.

Nos situamos en un mundo en el que existe una tecnología que permite predecir quién va a morir en las siguientes 24 horas, no se sabe cómo morirán pero sí es seguro que algo fatal les sucederá dentro de ese último día. Una compañía llamada Muerte Súbita es la encargada de llamar a las personas y avisarles la terrible noticia.

Mateo Torrez es un chico de 18 años que siempre fue muy precavido, no es bueno para salir y menos para correr riesgos, vive solo ya que su madre murió y su padre está en coma en el hospital. Aún así esa noche recibe la temida llamada de Muerte Súbita.

«Mateo siento informarte que en algún momento de las próximas 24 horas vas a sufrir una muerte prematura. No podemos hacer nada para suspenderla, pero queremos recordarte que todavía tienes la oportunidad de vivir»

Rufus Emeterio es un joven que recibe la llamada mientras, junto a su grupo de amigos, le da una paliza al novio de su exnovia. Este chico es rudo y vive en una casa de acogida dado que su familia murió en un accidente años atrás.

Por distintas circunstancias ambos chicos se inscriben en un sitio web llamado último amigo y, desde el momento en que se juntan, sus vidas (o lo que queda de ellas) ya no vuelven a ser las mismas.

Soy ese tipo de persona que cuando le cuentan un spoiler está toda la historia esperando que suceda lo que le contaron por lo que no pude conectarme con el libro hasta pasada la mitad. En cada página esperaba que los chicos murieran y como no pasaba me aburría y no quería continuar…. fatal error.

Al leer este libro no se debe pensar en el final sino en lo que sienten los personajes, sus amigos, su familia y todo los que los rodean. Cuando sabes que te quedan máximo 24 horas de vida tienes que aprovechar cada segundo.

A medida que avanzamos las páginas vamos conociendo otros personajes, algunos a los que le llegó la llamada y otros a los que no. Cada uno con una realidad distinta y distintas formas de enfrentar lo que les está sucediendo.

Es increíble como la mayoría de nosotros perdemos el tiempo en cosas sin sentido o dejamos las cosas para «mañana» porque tenemos la convicción de que al otro día despertaremos sanos y salvos. Muchos al saber que están enfermos empiezan a pensar en todo lo que querían hacer pero ya no pueden y simplemente se deprimen.

Este libro nos enseña lo valioso que es vivir cada día como si fuera el último. Vivir sin miedo, sin importar lo que piensen los demás y aprovechar al máximo a nuestro seres queridos.

Les conté que me costó enganchar con la historia pero una vez que sucedió me consumió por completo. Me encariñé con los personajes, llegué a tener la esperanza de que no iban a morir y lloré… lloré al ver lo felices que eran en su último día y lloré con la forma en la que llega el final para cada uno de ellos.

«Al final mueren los dos» es un libro con un mensaje potente y que, a pesar de parecer una historia juvenil, yo creo que personas de todas las edades deberían leerlo para tomar conciencia de lo valioso que es cada uno de nuestros días y, por ende, lo único que realmente importa es hacer lo que nos haga felices sin importar la opinión de los demás.

 

 

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