Sinopsis: En el Quebec de los años cincuenta, los franceses y los ingleses se toleran a duras penas.
Maggie es hija de un angloparlante y de una francocanadiense, y entre las ambiciones de su padre no existe la posibilidad de que su hija se case con Gabriel Phénix, un joven francés y de clase baja, que vive en la granja de al lado. Sin embargo, el corazón de Maggie le pertenece por completo. Cuando Maggie se queda embarazada a los quince años, sus padres la obligan a dar en adopción a Elodie apenas nace, para «reencaminar» su vida.
Elodie crece en el «hogar de niñas indeseadas», un sitio al que van todos los bebés nacidos «en pecado», que forma parte del empobrecido sistema de orfanatos de Quebec. Su vida es bastante inestable y da un giro trágico cuando ella y miles de huérfanos son declarados enfermos mentales como consecuencia de una nueva ley que provee más fondos para los hospitales psiquiátricos que para los orfanatos.
A lo largo de los años, las vidas de Maggie y Elodie se entrecruzan, pero parece que nunca llegarán a tocarse.
Reseña: El libro comienza en 1948 en las calles de Quebec, Canadá, con las problemáticas de Maggie y su familia. Recordemos que en esos años el prestigio de la familia lo era todo. Su madre es francocanadiense pero para su padre siempre será un error haberse casado con ella. Por lo que la prohibición de enamorarse de un francés es algo con lo que Maggie debe cargar.
Todo este problemón de enemistad estre ingleses y fanceses se pone interesante cuando aparece Gabriel y se convierte en el amor prohibido de una de las niñas de esta familia de prestigio, aquí sale a la luz la nula educación sexual que tenía la gente antiguamente. Maggie no sabe nada de sexualidad y simplemente actúa por instinto. Así, luego de varios intentos de parte de su familia de hacerle la vida imposible, desafortunadamente queda embarazada y no tiene idea de quien. Vergüenza para toda la familia y cero apoyo para la niña.
Así fue como Elodie llega al orfanato que años más tarde, con la llegada de Duplessis al poder, sería convertido en un centro psiquiátrico donde todas esas pobres niñas serían convertidas en esclavas de las monjas que llevaban la organización de aquellos lugares. Obligadas a trabajar sin descanso, drogadas, abusadas y sin poder discutir ninguna situación injusta. Ya no eran niñas en adopción sino que eran frutos del pecado de sus madres y debían pagar por ello.
De por sí la historia es interesante pero se convierte en un libro imperdible cuando descubres que toda la historia está basada en las vivencias de la madre de Joanna Goodman, quien, seguramente, vivió todas las injusticias de los orfanatos que Maurice Duplessis convirtió en hospitales psiquiátricos y quien es el principal responsable de las miles de muertes de niños inocentes.
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¿Quién fue Maurice Duplessis?
Maurice Duplessis fue el Primer Ministro de Quebec entre 1940 y 1950, años en que era muy común dar en adopción o vender a niños de madres solteras, que se veían impedidas de criarlos por la sociedad opresiva y ultraconservadora de esos años. Aquellos que por desgracia llegaron a orfanatos fueron diagnosticados con enfermedades mentales para justificar la necesidad de convertir todos aquellos lugares en hospitales psiquiátricos que serían dependientes de la iglesia católica. Todo esto fue un sucio acuerdo entre el gobierno y la jerarquía eclesiástica para recibir mucho más fondos gubernamentales, ya que se pagaba mejor por cuidar enfermos que niños abandonados. En consecuencia, miles de niños murieron sin recibir siquiera un poco de piedad y muchos otros quedaron traumados de por vida.
Este hecho salió a la luz con la muerte de Duplessis en 1959, donde miles de sobrevivientes comenzaron a presentar demandas y a contar todas las atrocidades que vivieron en esos lugares. Como era de esperarse, la iglesia nunca reconoció lo que había hecho pero en el 2001, y gracias a una querella, el Vaticano accedió a investigar el caso de los huérfanos de Quebec.
Sabiendo esto, les digo que este libro es un imperdible que te atrapa desde el primer momento y provoca que tengamos el corazón en la mano de tanta tensión que llegas a sentir. Además, la historia de Elodie es tan cruda pero tan esperanzadora que te hace creer que nada es imposible.
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