Son por lejos, los más populares de la gigantesca franquicia de Dreamworks Animation, y hoy estrenan película propia. “Pingüinos de Madagascar” abre el año de la Casa de Shrek con sobredosis de acción y humor, y la revisamos para todos Uds., sin spoilers y sin verdad absoluta.
Me imagino que a estas alturas, a nadie le extraña mucho la película de los Pingüinos. No en vano ya tenían su propia serie de TV (que no tiene mucho que ver con la trama de esta peli) y para colmo, las adaptaciones fílmicas de los comic relief simpaticones, marqueteables y apapachables de franquicias animadas parecen estar al alza… (cof, Minions, cof). La verdad es que Skipper, Kowalski, Rico y Cabo están dentro de lo mejor de “Madagascar”, y verlos en su propia cinta no molesta.
El enfoque es el clásico origen, con una hiper-adorable secuencia que relata el primer encuentro del grupo completo. De ahí en adelante, “Pingüinos” es una aventura infantil de tomo y lomo, sin mucho sentido, con buenas dosis de humor y secuencias vertiginosas. En esta ocasión, y siguiendo a los protagonistas donde quedaron luego de la hiperventilada “Madagascar 3”, la pandilla de pingüinos debe enfrentarse al Dr. Octavio Salitre, un enemigo del pasado que está obsesionado con acabar con la especie más adorable de aves de una vez por todas. En su camino, los temerarios plumíferos tendrán que medir fuerzas con “Ráfaga Polar”, una brigada de elite armada hasta los dientes que ve a los Pingüinos como un grupo de amateurs. Para adherirle más atractivo a la versión doblada de la cinta, el pequeño Mecha Corta, miembro de la Ráfaga Polar, es interpretado ni más ni menos que por nuestro propio Stefan Kramer (o al menos eso dicen los diarios, porque es absolutamente imposible distinguir al comediante en su rol. Pero bueno… considerando el talento por el que Kramer es conocido, eso es esperable).
Acompañando al pequeño, están un montón de nuevos personajes que aportan al viaje, aunque no mucho. Ese vendría siendo el asunto de “Pingüinos”: no hay que esperar demasiado. La trama es simple (casi simplona, si pensamos en el estándar que manejan las cintas infantiles hoy por hoy), los personajes vienen y van sin importar mucho, y visualmente no es la gran cosa. Al final, son el cuarteto protagónico la entrada, plato principal y postre de la película, y la mayoría del tiempo ellos bastan y sobran. Sin ser tan histérica como la última cinta de la franquicia, la formula de humor visual y sana diversión funciona correctamente, aunque quedando en nada muy especial. En el fondo, “Pingüinos” tiene éxito en lo que pretende ser: una divertida peli para niños y para los seguidores de la pandilla de Skipper y Compañía, que cumple sin brillar pero sin aburrir ni marear tampoco.
Estoy seguro de que los más pequeños la disfrutarán de principio a fin.
“Los Pingüinos de Madagascar”, cinta veraniega como ella sola, en todos los cines de Chile desde el 15 de Enero con copias dobladas en 3D y 2D.
¿Tú ya la viste?
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