«La mujer despechada contra el hombre que la ha abandonado.»
Sinopsis: Jasón no solo regresó de la Cólquide con el vellocino de oro, sino que también sedujo a la hija del rey Eetes, Medea. A su vuelta a Yolco, hallan un escenario de traición familiar del que huyen dejando un rastro carmesí. Cuando recalen en Corinto, Medea desplegará una pavorosa venganza contra Jasón al descubrir que pretende a la hija del rey Creonte. Este imperecedero personaje femenino recoge las leyendas que veían a la hechicera como una mujer exótica y salvaje que, por amor, despierta el lado atroz de lo humano. Sus coetáneos decían que Eurípides prefería representar «las cosas como son y no como debieran», y ello quizá sea lo que nos sigue atrayendo de esta princesa extranjera: su cruda realidad, su repulsión natural hacia el perjurio, su asimilación negada, su temible ira, su compromiso con la sangre.
La presente edición de Medea cuenta con la versión y la introducción del helenista, escritor y traductor Ramón Irigoyen. Asimismo, los profesores de comunicación audiovisual de la Universidad Pompeu Fabra Jordi Balló y Xavier Pérez han escrito a cuatro manos el epílogo «La venganza triunfal».
Reseña: Nunca antes había escuchado sobre esta tragedia griega por lo que me sorprendí bastante con lo sucesos ocurridos.
La historia comienza presentándonos a Medea, una mujer desdichada que sufre porque su marido, Jasón, la ha dejado (a ella y sus dos hijos) para casarse con la hija del rey Creonte.
Tenemos las dos versiones de los protagonistas en disputa, además de conocer a distintos personajes secundarios que tratarán de calmar los ánimos e impedir que la desgracia llegue a un punto sin retorno.
Medea nos relata que se siente ultrajada, traicionada y abandonada. En esa época era bien visto que un hombre cambiara de mujeres cuantas veces quisiera, pero para las mujeres ser dejadas significaba ser menospreciada por la sociedad por siempre. Medea, que fue capaz de traicionar a su familia y a los amigos de su familia por amor a Jasón, no entiende como la puede haber cambiado tan rápido. A continuación les dejo una estrofa que representa como se siente:
«De todas las especies animadas
y dotadas de pensamiento
nosotras las mujeres
somos los seres más miserables.»
En el otro extremo de la disputa está Jasón que llega a explicarnos sus razones. Es el típico machista que ve a las mujeres como objetos y que pretende que Medea acepte de buena gana que él duerme con otra. Para él no hay amor por nadie, solo uniones por conveniencia. Detesté a este personaje de principio a fin.
Uno de los temas que llamó mi atención es la forma en que se habla sobre el parto y los hijos. Aún en nuestros tiempos se sigue viendo a las mujeres como reproductoras y no es bien aceptado por la sociedad que algunas de nosotras no sigamos los cánones establecidos. Hay un momento en que Jasón dice que si existiera otra forma de tener hijos, las mujeres no serviríamos para nada. Me parece atroz esa forma de pensar, pero por suerte la intención de Eurípides no es denigrar a la mujer sino que, por el contrario, la muestra como una heroína, una liberadora de la represión.
Les compartiré dos frases que representan mi forma de pensar y que hicieron que yo me sintiera encantada de leer este libro.
«Con mucho prefiero
ir tres veces a la guerra,
a los desgarros del vientre
en un único parto.»
«Y voy a ser bien clara: los mortales
que jamás han tenido la experiencia
y no han engendrado hijos, en felicidad
aventajan a quienes los tuvieron.»
Mientras avanza la historia vamos viendo la evolución de Medea, quien deja de ser una mujer débil y miserable para convertirse en una heroína con sed de venganza. La protagonista se empodera y comienza a idear un sádico plan.
Ahora en adelante se nos presenta a las mujer como una criatura despiadada que no se dará por vencido hasta haber destruido a todos los que la han dañado y la han hecho sentir prisionera. Les dejaré la frase con la que se da inicio a este quiebre en la historia y que representa el fin de la victimización.
«Puede que una mujer
tenga escasa fuerza
y que le asuste todo
y se desmaye cuando ve un arma.
Pero, cuando la ultrajan en la cama,
en parte alguna encontrarás
un corazón tan sanguinario.»
La historia termina de una forma que puede ser bastante chocante para algunos e incluso inaceptable. Hay personas que pueden pensar que era innecesario y demasiado sádico, pero yo creo que tenía que pasar para poder concluir de la forma en que lo hacen Jordi Balló y Xavier Pérez: «Esta tragedia griega es una expresión metafórica de una venganza triunfal contra la hipocresía subyacente en el sistema de valores que pretende sustentar la civilización occidental».
Un libro completamente recomendado que no tiene nada que envidiarle a los thrillers de hoy en día. Es rápido de leer y muy adictivo.
Le puse 5 estrellas en Goodreads y se convirtió en una de mis tragedias griegas favoritas
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