Una formula que casi nunca le falla a Hollywood es una chica linda en apuros acechada por una entidad maligna que pone en riesgo su vida, y que debe hacerse valer por si misma si quiere sobrevivir. Más o menos así es «Miedo Profundo», una cinta que intenta meternos miedo con los tiburones, al menos en el cine, porque todos ya le tememos a estos animales en la vida real 🙁
La película nos cuenta la historia de Nancy (Blake Lively), una joven que tiene que lidiar con la reciente pérdida de su madre. Al surfear en una playa aislada, ella queda atrapada en una boya a 20 metros de la orilla al ser atacada por un enorme tiburón blanco.
[Rating: 3/5]
Mientras veía la película lo primero que pensé fue ok, una película palomera que intenta revivir el miedo a los tiburones, digo revivir porque todos (o al menos quienes crecieron viendo clásicos de los 70’s) le comenzaron a temer a estos animales marinos con «Tiburón» (Jaws), que nos prometía que los enormes animales blancos podían aparecer en las playas y devorarnos en segundos. Luego el miedo se fue reforzando que un par de cintas bajo el mismo argumento, que terminó transformándose en burla cuando en el 2013 «Sharknado» nos hizo creer que además de matar humanos, los tiburones volaban en tornados y atacaban la ciudad, ¿no me creen?, entonces vean esa bizarra película.
No estaba equivocado con «Miedo Profundo», a pesar que yo disfruté mas de la compañía mientras la veía, hay varias cosas que destacar de esta cinta. Lo primero es su sinceridad; la película no pretende volverse un clásico del cine de terror ni mucho menos. Es una cinta bastante sencilla, que desde su argumento hasta la construcción de personajes, tiene como único fin entretenernos un rato. Teniendo esto en cuenta, la cinta es muy disfrutable.
La historia es acerca de Nancy, interpretada por Blake Lively, la hermosa esposa de Deadpool en la vida real (que suertudo este Ryan Reynolds,) quien después dejar sus estudios de medicina (excusa perfecta para hacer una película de supervivencia), ha decidido realizar un viaje a una paradisíaca playa en busca de unas buenas olas para surfear y así tratar también de superar la perdida de su madre.
La cosa se pone fea cuando Nancy, mientras surfea, es atacada por un enorme tiburón que hará lo imposible por comérsela enterita. Con un argumento así se sencillo la cinta podría haber terminado a los 20 minutos, pero a pesar de la hora y media de duración, el director se las ingenia para mantenernos expectantes durante todo el metraje, incluyendo hermosas tomas aéreas del mar, primeros planos cargados de angustia, suspenso y supervivencia. Hasta le sobra tiempo para incluir humor; la protagonista en medio del ataque del tiburón, se hace amiga de una paloma, a quien le conversa jurando que el ave le entiende, algo así como Wilson, el amigo pseudo-imaginario del protagonista de «El Naufrago».
Los dos primeros actos de la película son los mas destacables, la carismática Lively nos convence a todos con su actuación en la agónica situación que está viviendo y ya al tercer acto, la cinta goza de una fantasía digna de «Indiana Jones» que vuelve todo muy irreal y nos hace recordar que el director nunca nos prometió nada mas que entretener.
«Miedo Profundo» es una propuesta sencilla, que de manera inteligente logra mantener la atención y entretener, volviéndose una película para disfrutar, pero olvidable en el tiempo.
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