Cuando salió la primera temporada de Toy Boy en la televisión española, en septiembre de 2019, tuvo un éxito bastante tibio en el público. La serie, que cuenta las aventuras y mayormente desventuras de un grupo de strippers masculinos, envueltos en un asesinato no prendió en su momento. Habría que esperar a que llegara directamente a Netflix y una cuarentena para que la serie, protagonizada por Jesús Mosquera y María Pedraza, comenzara a tener el éxito explosivo que se merece. Algo muy parecido a lo que sucedió con la serie You, que en su estreno en la televisión no tuvo repercusión, pero que explotó al llegar a Netflix.
La serie sigue sin tapujos los pasos de la exitosa cinta Magic Mike, protagonizada por Channing Tatum, pero se interna en un mundo de sangre, tráfico de influencias, sadomasoquismo, asesinatos, mafias y corrupción, todo adobado con candentes y sensuales bailes en el club de strippers Inferno, ubicado en uno de los balnearios más hermosos y exclusivos de España.
¿Pero de qué trata?
Hugo Beltrán (Jesús Mosquera), un joven y apuesto stripper, es el amante de la millonaria Macarena Medina (Cristina Castaño), dueña de la compañía Medinacon y, tras una noche de excesos, Hugo se despierta en su velero con un cadáver sin cabeza quemado en la cubierta. El muerto resulta ser Philip Norman, el esposo de Macarena. Acusado por un crimen que no recuerda haber cometido, Hugo es encontrado culpable y sentenciado a 15 años de cárcel, pero tras 7 años de encierro, una joven abogada de un afamado bufete llamada Triana Marín (María Pedraza) lo visita en la cárcel, ofreciendo su ayuda para sacarlo de la cárcel y reabrir el caso. Juntos, aunque ambos con mucha desconfianza, deberán luchar por encontrar la verdad de lo sucedido en esa fatídica noche, arriesgando sus vidas en un juego de mentiras y traiciones.
Reseña:
La serie, cuya primera temporada cuenta con 13 capítulos de 1 hora aproximadamente, es atrapante desde el primer minuto. La mezcla justa de erotismo, más sugerente que evidente, con un caso de asesinato que nos llevará a un laberinto de pistas y posibles culpables, mantienen desde el inicio la atención del espectador. Tramas y subtramas se van mezclando, a veces con genialidad, otras veces un poco apresuradas o fantasiosas, dan paso a un culebrón que vende más carne de la que realmente muestra, pero que entretiene sin dudar.
Es muy difícil no sentirse conectado con alguno de sus personajes principales, incluido el joven y guapo Jesús Mosquera que se estrena como actor con este protagónico y que da completamente el ancho. Dicen que Mosquera se preparó muchos meses para poder dar lo mejor de sí y lo consigue. De gran calidad son las actuaciones de Cristina Castaño como la poderosa Macarena Medina, Carlo Costanzia como Jairo, stripper y prostituto mudo y Pedro Casablanc como el aborrecible Inspector Zapata. En general hay un gran trabajo del reparto. La música también es un aliciente, el soundtrack, que se puede encontrar en Spotify, tiene un par de canciones pegajosas y que se fueron directo a mis favoritas.
Pero lo más importante es que el guión consigue crear este laberinto de asesinatos, pruebas, escándalos e influencias que rodean el caso de Hugo Beltrán y que van dejando al descubierto una red de mentiras mucho más profunda de lo pensado y donde nadie está a salvo. Lamentablemente, me spoilearon el final de la serie cuando recién iba en la mitad, así que nunca sabré si realmente me hubiese sorprendido o no la revelación final. Lo que sí sé es que, a pesar de ese daño que me hicieron, disfruté y me entretuve con la serie, me sorprendí con varias cosas y me emocioné con el desenlace. Y sí, reconozco que disfruté de los bailes de los 5 chicos del Club Inferno, no lo voy a negar. Todos muy guapos y para todos los gustos. Pero más allá de eso, Toy Boy deja al descubierto las emociones humanas de aquellos que venden su cuerpo, sus alegrías y sus tristezas en un mundo que es mucho más hostil de lo que imaginamos.
Amor, sexo, traición se mezclan para entregarnos una primera temporada espectacular. Si habrá o no segunda temporada depende de Netflix y, aunque se ha hablado de ella, aún no está confirmado. Personalmente me aventuro a que sí habrá segunda temporada, la serie se ha transformado en un éxito en la plataforma, quedándose en los primeros lugares de visualización en varios países, incluido España donde no había tenido los resultados esperados en su emisión en septiembre. Aún así, habrá que esperar a que pase la cuarentena para poder tener noticias, dado la situación que estamos pasando, pero sus actores ya han dado luces en sus cuentas sociales personales de la voluntad que existe para una segunda temporada. Habrá que esperar si es que volvemos a ver a los chicos bailar en el Inferno o no.
Excelente.
Erika Moreno I.
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