«El serbal lo plantaron el día de su nacimiento. Una vez trató de prenderle fuego, pero el árbol se negó a arder»
Trauma, Los Rostros de Victoria Bergman
SINOPSIS: La detective Jeanette Kihlberg está haciendo terribles esfuerzos para resolver los casos de asesinato de unos jóvenes inmigrantes. Sin embargo, la investigación es interrumpida cuando un exitoso hombre de negocios aparece brutalmente asesinado -a modo de ritual- en el centro de Estocolmo. Todo parece indicar que es un acto de venganza, pero ¿cuál es el sentido de esta venganza? La psicoteraeuta Sofia Zetterlund es arrastrada a enfrentarse al perfil del asesino. Paralelamente, hay un caso muy complejo que también mantiene ocupada a Jeanette: la desaparición de la misteriosa Victoria Bergman, una mujer con un pasado muy turbio.
RESEÑA: Trauma: Los Rostros de Victoria Bergman es la segunda parte de la trilogía de Erik Axl Sund, que hay que aclarar que no es una persona, es el nombre de un dúo de escritores: Jerker Eriksson y Axlander Sundquist que se presentan como un solo nombre.
Cuando comencé a leer Trauma sabía que me enfrentaba a la segunda parte de una serie sin haber leído el anterior, eso me asustó un poco al comienzo, sin embargo, en la medida que el libro avanzaba me di cuenta que no era completamente necesario haber leído la primera entrega. Sí hubo momentos en los que hubiese querido haber tenido más conocimiento de los personajes y de los hechos que nos llevaron a Trauma, sobre todo porque los autores comienzan su relato asumiendo que se tiene una base de conocimientos que yo claramente no poseía, no obstante, esta novela se lee perfectamente como una unidad autosustentable. Puede que nos cueste un poco más, dado que el estilo de escritura es un tanto complejo: una serie de muchísimos capítulos cortos (de no más de 4 o 5 planas) que tienen diversos saltos de personajes y temporales.
El estilo en capítulos cortos agiliza ostensiblemente el relato, me lo puedo imaginar como escenas de una película, con un relato profundo y complejo, que ahonda en sus personajes de manera cruda y auténtica, no hay superhéroes aquí, hay personas con pasados oscuros, pensamientos ambiguos y grandes y complicados problemas. Lo interesante de Trauma, y por lo que he investigado de su predecesora, son sus personajes femeninos. Los autores no tienen miedo de retratar a mujeres con grandes y terribles secretos en sus almas, con experiencias que las marcan, que ya sea del lado de la ley o bien en busca de venganza, han sabido salir adelante de sus problemas y a vivir con dolores indecibles. El relato de abusos deshonestos, de asesinatos, de enfermedades mentales es un tanto agotador, pero muy real y potente, definiendo de alguna manera una lectura estremecedora que no dejará indiferente.
Lo otro que caracteriza a esta novela es el alto número de personajes secundarios y varias líneas argumentales que van surgiendo en la infinidad de capítulos. Hay saltos al pasado que nos van aclarando poco a poco el panorama general y con lentitud vamos armando un rompecabezas de muchísimas piezas. A veces podemos equivocarnos en nuestras conjeturas, pero es parte del proceso. El lector se convierte en un investigador, va uniendo cabos, armando en su cabeza la historia, dándole lógica a los hechos. Para algunos lectores esto podría resultar cansador, sobre todo si lo que se quiere es leer para evadirse, sin embargo, lo que no se puede negar es que Erik Axl Sund sorprende y jamás aburre.
Si lo que quieres es leer un libro crudo, potente, que exige más del lector, realmente recomendaría Trauma, y por su puesto al ser una trilogía el lector quedará con ganas de leer los tres libros en su orden original: Persona, Trauma y Catarsis. De todas formas, si solo quieres leer Trauma te recomiendo al menos informarte un poco de lo que se trata Persona para poder seguir el ritmo vertiginoso de una lectura potente como esta. Pero como siempre son ustedes, mis estimados freaks, quienes tienen la última palabra.
Muy bueno.
Erika Moreno I.
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