Nombre: Yo soy Simón
Director: Greg Berlanti
Reparto: Nick Robinson, Katherine Langford, Jennifer Garner, Josh Duhamel, Keiynan Lonsdale, Logan Miller, Alexandra Shipp, Jorge Lendeborg, Jr y Tony Hale
Rating: 4/5
SINOPSIS: Ser adolescente no es sencillo, pero para Simón Spier, un estudiante de último año de secundaria, es incluso más complicado. ¿La razón? Nadie sabe que es gay.
RESEÑA: Hemos visto muchas películas sobre la transición de la adolescencia a la adultez. Pero es la primera vez (y ojalá no la última) que un gran estudio cuenta una historia como la Simón Spier. Basada en Yo, Simón, Homosapiens, la novela para jóvenes escrita por Becky Albertalli, Yo soy Simón cuenta la historia de un joven pasando por los típicos cambios y problemas de la adolescencia, pero…
“Soy igual que tú,” nos dice Simón (Nick Robinson) al empezar su película. “Excepto que tengo un enorme secreto.” Simón vive una vida sin mayores complicaciones: tiene un buen grupo de amigos, una buena familia y le queda poco para ir a la universidad. Existe sólo un tema que lo acompleja, y es que es gay y nadie lo sabe.
Aunque tiene una familia más liberal que el promedio y está seguro que lo aceptarían, Simón no puede contarles su secreto. “¿Por qué tengo que salir del closet?” se pregunta, y aquello hace al espectador cuestionarse: ¿por qué se acepta lo heterosexual como “norma”? Sin duda, Yo soy Simón abre la puerta a conversaciones que han sido ignoradas, y lo hace a su propia manera: realista pero cómica a la vez.
Quizás por destino o por simple coincidencia, un chico de su escuela confiesa en un blog bajo el seudónimo de “Blue” que es gay. Simón tiene por primera vez la oportunidad de conversar con alguien como él. Simón le manda un mail: “soy igual que tú,” confiesa, y firma con un alias: “Jacques”. Así comienzan a conversar casi todos los días, sin saber quién es el otro.
Este es el punto que cambia la vida de Simón. Sus interacciones con Blue lo hacen más valiente y más seguro de su sexualidad, pero justo cuando todo parece salirle bien, algo pasa. Uno de sus compañeros, Martin (Logan Miller) descubre el secreto de Simón y amenaza con contarle a todos a menos que haga lo que él diga. En una historia que mezcla lo emotivo con lo divertido, Yo soy Simón nos muestra lo que sabemos que existe pero no queremos ver: los prejuicios ajenos, el odio y la intolerancia.
Pero quizás más importante aún, esta película muestra la soledad que muchos jóvenes LGBT viven. Simón pasa por momentos duros y tiene que hacerlo solo, y aquello es un reflejo fiel de la experiencia de muchos jóvenes, que en este complicado camino de la adolescencia y el descubrimiento personal, no tienen a nadie a quien recurrir.
Pero hay algo que Simón no sabe, y es que como espectadores estamos alentando por él. El mensaje de Yo soy Simón es claro, fuerte e importante: no eres el único, dice, y aunque no lo creas, no estás solo. Es por eso que esta película es revolucionaria; por su mensaje, sí, pero también porque ofrece compañía a quienes están pasando por algo similar y se sienten solos.
Este filme, sin duda, es aire fresco no solo para las películas LGBT, sino para todo el género juvenil. Es una comedia que aborda problemas importantes, que ofrece un espacio de seguridad para quien la ve, que es importante no sólo por la historia que cuenta, sino por cómo la cuenta. Es una película que promete abrir puertas que han estado cerradas por harto tiempo y dar esperanza a quienes estén en una situación parecida a la de Simón.
Yo soy Simón se estrena este jueves en todos los cines del país, ¡anda a verla!
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