Una película fascinante, una poesía visual y auditiva que se enreda un poco en el desenlace y su afán de poner en claro la compleja personalidad y relación de los protagonistas. Un Day-Lewis maravilloso, con expresiones faciales y corporales dentro de su interpretación que comunican más que sus parlamentos, siento simplemente fantástico.
El Hilo Fantasma es una película escrita y dirigida por Paul Thomas Anderson(Magnolia), protagonizada por Daniel Day-Lewis, Lesley Manville y Vicky Krieps. La cinta está nominada en seis categorías de los premios Óscar, incluidas mejor película, mejor director, mejor actor por Daniel Day-Lewis, y mejor actriz de reparto por Lesley Manville. En CanalFreak vimos la película cortesía de Andes Films y te contamos qué nos pareció.
Sinopsis
En medio del glamour de Londres en los años cincuenta, el renombrado diseñador de vestuario Reynolds Woodcock y su hermana Cyril son los encargados de vestir a figuras tales como la familia real, estrellas de cine, herederos, socialités y dames con el estilo tan característicos de la Casa de Woodcock. Las mujeres entran y se van de la vida de Woodcock, brindándole compañía e inspiración al diseñador, que es soltero; hasta que conoce a Alma, una joven de voluntad fuerte, quien pronto se convierte en su musa y amante.
Dirección Paul Thomas Anderson
Producción Megan Ellison
Guion Paul Thomas Anderson
Música Jonny Greenwood
Fotografía. Paul Thomas Anderson
Montaje. Dylan Tichenor
Duración 130 minutos
Reseña
Tengo que reconocer que con el mero hecho de saber que tras esta cinta estaban Anderson y Day-Lewis, me interesó ver la película incluso sin saber su trama, ambos son talentosos y geniales a la hora de crear personajes complejos e historias intrincadas en el cine. Más aún al saber que Lewis ha dicho que no actuará más tras este trabajo (aunque viene amenazando con lo mismo hace ya varias cintas). Aún más me interesó tras declarara Anderson que la historia de este diseñador de vestuario ficticio tiene mucho de sus propias vivencias y personalidad, mezclado con el mundo de la moda y la inspiración en la biografía del afamado diseñador Balenciaga (con el detalle de que el protagonista en este caso no es gay).
Es así que con una fotografía perfecta y bellamente cuidada, una música que acompaña exquisitamente cada escena, se nos presenta la historia de este complejo y atormentado personaje de Reynolds Woodcock.
En mi caso, me enamoré de cómo presentan la rutina y el día a día de la prestigiosa casa de modas inglesa, que gracias a Cyril se mueve como reloj. El diseño del espacio finamente cuidado presenta y absorbe al espectador en el ambiente tras bastidores de la industria de la moda en los tiempos de la post guerra. Incluso me recordó a mi abuela Mery, descendiente de ingleses, cuyo mayor talento era la costura. La forma de trabajo de las costureras y cómo se hacen las piezas de tan fino y detallado diseño, me hicieron recordarla en su antigua máquina Singer, haciendo ya sea ropa para ella o sus hijas y nietos, donde cada paso, era un arte del que me enseñó bastante, en especial al momento de escoger telas y diseños. Dicha experiencia la vi en cierta forma en la película y me apretó el corazón por el recuerdo de infancia.
Reynolds vive rodeado de mujeres, pero no tiene ninguna relación profunda con sus parejas, a quienes toma como musas y compañeras para luego desecharlas antes de que la relación se torne más profunda en un arranque de puro egocentrismo. El diseñador está casado con su arte y su particular forma de vivir, lleno de manías y tormentos (en especial recuerdos de su fallecida madre), justificación que usa para seguir soltero. Cuando conoce a Alma, inicia una relación tal como suele hacerlo, pero bajo una mujer sencilla, hay un carácter tanto o más voluntarioso que el suyo por lo que pone al protagonista su mundo de cabeza, sacándole de su zona de confort. La situación le aterroriza y atrae. Es ahí en que la historia toma otro camino, aunque en forma redundante a ratos, mostrando esta relación tortuosa de amor. Es una película larga, lenta, hecha con cuidado en cada detalle y actuaciones de gran nivel, aunque a momentos se vuelve distante con el espectador a nivel de las emociones, diferente a Magnolia por ejemplo, donde el espectador puede llegar a sentir y comprender a los personajes y sus motivos. Pero tal vez el foco del film mismo es más bien lograr que quien ve y vive la película sienta esta sensación sofocante, en una relación con matices de thriller dentro de la monotonía de una casa de modas.
En resumen una película fascinante, una poesía visual y auditiva que se enreda un poco en el desenlace y su afán de poner en claro la compleja personalidad y relación de los protagonistas. Un Day-Lewis maravilloso, con expresiones faciales y corporales dentro de su interpretación que comunican más que sus parlamentos, simplemente fantástico.
No creo que sea una película que guste a todos, si busca entretenerse sin drama o haciéndose caldos de cabeza, es mejor que busque otra cinta. Si ama el cine clásico, pausado y la moda, no la deje pasar, vale la pena la experiencia sin duda.
Mi humilde opinión de fan.
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