La cinta, primera de Cooper como director, sorprende. Logra imágenes potentes, interpretaciones desgarradoras, donde nada se deja al azar, con escenas finas y escogidas con delicadeza para cada momento. Una historia que deja al espectador con el corazón en la mano y simplemente sin palabras. Sin duda una clara candidata para la próxima temporada de premios, donde Cooper y Gaga deberían estar considerados.

Hoy jueves se estrena la esperada cinta dirigida y protagonizada por Bradley Cooper junto a Lady Gaga: Nace una Estrella, una película que nos presenta una tormentosa historia de amor. Fuimos a verla cortesía de Warner Brothers Chile y a continuación les contamos lo que nos pareció.

Sinopsis 

Una estrella en declive debido al alcoholismo, descubrirá a la una aspirante a cantante, a quien ayudará en su camino al estrellato. Ellos triunfan juntos en la industria, pero la adicción de él será una constante barrera para su felicidad, gracias a ella la tragedia marcara sus vidas.

Reseña 

En Nace una Estrella, nos encontramos con una historia conocida que previamente había tenido tres versiones, las dos más conocidas: la de 1954 con Judy Garland y posteriormente la de 1976 con Barbara Streisand. Si bien cada versión tiene sus peculiaridades, en mi opinión toma mayormente la esencia de la historia de 1976 con un artista salido del rock y la reformula en la época actual de los teléfonos inteligentes, inmediatez y el peso de ser una celebridad en el 2000.

  La cinta, primera de Cooper como director, sorprende. No sólo en la calidad de su historia, montaje y belleza de su imagen, sino que en la interpretación de sus protagonistas, con una química que trasciende la pantalla y la alta calidad interpretativa de ambos. Bradley no sólo dirige, sino actúa, canta como los dioses y logra un acento texano en una voz ronca que cautiva. Su personaje de Jack, al igual que el de Lady Gaga, es auténtico, adorable y que logra cautivar al espectador. Sumido en sus demonios, llega al lugar justo en el momento indicado y queda encandilado por Ally (Gaga), la cual se vuelve su musa, complemento y hogar. Entre canciones, alcohol y tocatas nace un amor puro, donde el las adicciones siempre están presente para complicar la escena. Sam Elliott también se luce en el papel de hermano mayor de Jack, quien ama a su hermano y lo  intenta cuidar pese a que no siempre se lo permite. Jack posee demonios que hace difícil la situación, una adicción compleja que se origina en su padre y su búsqueda por estar cerca de él. Es el amor que lo hace querer cambiar.

La cinta de inicio a fin está delicadamente armada y editada. Logra imágenes potentes, interpretaciones desgarradoras, donde nada se deja al azar, con escenas finas y escogidas con delicadeza para cada momento.

Lady Gaga logra una interpretación sorprendente, casi sin maquillaje, muy diferente a cómo estamos acostumbrados a verla, logra una interpretación auténtica e impecable. Compenetrada con su compañero logra escenas de increíble belleza y a la vez desgarradoras. En momentos, los parlamentos son exactos, agudos y bellos.

Una historia que deja al espectador con el corazón en la mano y simplemente sin palabras. Al finalizar la película, hubo un silencio sorprendente en la sala, un público cautivo y que tras la larga lista de emociones que es paseado a lo largo de la cinta, queda mudo tratando de procesar esta joya que acaba de ver. Puede que en especial en su porción final, tenga pequeños problemas de ritmo, detalle que se perdona completamente, único indicio de la poca experiencia del director en su rol. 

Resumiendo: una película desgarradora, auténtica y hermosa, sobre el amor, sus dificultades  y alcanzar los sueños. 

Sin duda una clara candidata para la próxima temporada de premios, donde Cooper y Gaga deberían estar considerados.

Aún estremecida por el pedazo de película que vi, sin palabras…

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