Para el momento en que lean esta nota, la noticia de la muerte del creador de tantas historias ya estará asentada la memoria de todos, pero el motivo de estas líneas no es hablar de nuevo sobre lo mismo, ni siquiera hablar de su larga y nutrida historia como creador de contenido.
Bueno, sí es un poco sobre eso. Sobre decir que es creador original de Thor, de los X men, Silver surfer, Pantera negra, Los cuatro fantásticos, y muchos otros.
También es acerca de su método de creación de personajes en los cómics, en donde como sello, éstos tienen la misma inicial en nombre y apellido (¿No lo sabían?) y al mismo tiempo intenta darles un carácter humano y con profundidad , mientras por otro lado, tiene diálogos un poco recargados.
Stan Lee está en la memoria colectiva gracias a populares y reiteradas apariciones en las películas del universo cinemático de Marvel, el que en última instancia le debe casi toda su existencia, pero es mucho más que eso.
Gracias a estos cameos o apariciones, las que le valieron el tierno apodo de «el viejito que aparece en las películas» por parte del público menos conocedor, es que el nonagenario creador de contenido traspasó la barrera de los autores de cómics y pudo infiltrarse con gran éxito en el mundo pop. Haciendo apariciones discretas, y otras mucho más elaboradas, el escritor se transformó al mismo tiempo en un huevo de pascua recurrente, y en un personaje interdimensional dentro de la propia ficción que plantea Marvel, y Sony también en su momento.
Puede que para algunos pase desapercibido, pero el hecho de ver a este señor de cabello cano y sonrisa amable desempeñar las más variadas tareas en distintos sitios del universo, e inclusive en distintas épocas, lo convierte en un personaje con poderes místicos del más alto nivel, ya que es capaz de transportarse a cualquier sitio que desee, soslayando por completo, inclusive, los acontecimientos catastróficos que ocurran a su alrededor.
Pero el poder interdimensional no se restringe al joven universo cinemático de Marvel (de hecho, no empezó ahí), ya que muchos años antes, él era la voz que narraba las intro de las series animadas de Hulk y Spiderman en los ochenta, además de su célebre aparición animada en la serie arácnida noventera como él mismo.
Apareció en cómics de X men junto a Jack Kirby quejándose de la osada juventud en plenos y locos años noventa, lo que lo convierte en un personaje que puede pasar de un medio a otro.
Esta es la característica que hace de Stan alguien tan curioso e interesante para la cultura popular, más allá del mundo freak: es alguien que en sus largas décadas de trabajo ayudó a establecer puentes entre nuestro mundo y el resto de la humanidad, y eso es algo que siempre agradeceremos, porque personas como él ayudan a que la gente quiera leer cómics y se acerquen a este arte cada día con más naturalidad.
Quiero terminar este espacio con un sentimiento de alegría, porque eso es lo que él nos entregó durante su carrera, y es menester honrarlo de la misma forma. No importa si lees DC, Marvel, IDW, Vértigo, editoriales nacionales o lo que sea, el mundo que nos reúne es el mismo, y al final las tintas, los globos de texto y los colores son un lenguaje que todos podemos comprender.
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