«Una guerra interminable se acerca «
Siempre hubo paz antes de la guerra. Pero que no exista guerra, no significa que el mundo esté funcionando como debería, y eso se muestra en esta historia, desde el principio. Cybertron es gobernado por un senado arcaico, arrogante, dictatorial, controlador y temeroso del cambio, aunque proyectan una imagen paternalista, en el tono de «Hacemos lo que hacemos porque es lo mejor para ustedes».
Un Cybertron controlado con puño de hierro, bajo una apariencia de normalidad, en donde los habitantes ya han sido estratificados y los poderosos no están dispuestos a perder ese poder; algo así como nuestra sociedad, realmente; al mismo tiempo, podemos ver un planeta en la cima de su avance tecnológico, con una ciudad poblada de enormes edificios, carreteras aéreas, puertos de descenso para las naves que circulan de forma habitual, y anuncios en tres dimensiones de cuanta cosa puedan imaginar, dando tiempo para incluir pequeños huevos de pascua que dicen mucho: Kremzeek hace su aparición en un cartel, y en otro tenemos a una sexy fembot que sería oficialmente la primera que veremos en estas páginas. Todo esto se sustenta en el energon, combustible y sangre de los cybertronianos, el que es sacado de las minas, en donde podemos ver la otra cara de la moneda: pobreza, rusticidad, y transformers asignados para ciertos deberes, sin poder decidir sobre su destino. Cabe destacar que ya para este momento, el energon está proyectando escasez, pero no se ha llegado a un límite.
Pero como sucede casi siempre que existe una sociedad totalitaria, los excesos de los poderosos llevan a los débiles a querer terminar con esa situación, y a ellos mismos a cometer errores, confiando en que su poder y presencia bastan para contener cualquier potencial peligro; es en este marco que el senador Decimus visita una mina para dar aviso de que esta será cerrada, lo que desde luego no es del gusto de los mineros, quienes deducen con rapidez que no es un cierre por reestructuración, sino un modo de quitarlos del camino para automatizar, quedándose con un mejor margen de ganancia y sumiéndolos en una situación peor. Se arma una revuelta, matan a uno, y uno de los otros se enfurece, cargando con todo contra el principal de los guardias del senador y lanzándole un hacha a este, dejándolo malherido, justo antes de ser controlado por la fuerza junto a los otros. Esto podría parecer el fin de la revuelta, pero en realidad, fue el inicio de una llama que ardería más que ninguna.
Con un senador desaparecido tras estos eventos, el grupo de revoltosos escapa en una nave, sumergiéndose en las zonas de cybertron que sean más apropiadas; Sentinel prime es avisado de lo que está sucediendo, pero el duro líder no parece tener tiempo para asuntos menores y deja todo en manos de Prowl.
Nuestro grupo de renegados han pasado a estar en Kaon, en donde se desarrollan arenas de combate bajo la premisa básica de ganar o morir, y desde luego existiendo mucho público y un rentable negocio de apuestas. El novato demuestra poder y capacidad de estrategia, por lo que no tarda en llamar la atención, y que su nombre empiece a ser recordado por muchos: Megatron.
De forma paralela, la fama del otrora minero se expande, y la preocupación del senado aumenta, ya que están en riesgo de que ese poder en apariencia insignificante, se transforme en algo que no puedan controlar, lo que lleva al arrogante de Sentinel prime a programar grupos de búsqueda que localicen la arena, terminen con el espectáculo, y capturen al llamativo tanque.
Pero las cosas están en movimiento también en los oscuros pasajes de la ciudad, y Megatron recibe la ayuda de Soundwave para agregar mejoras y tecnología, y la de Swindle para contactar a los seekers, iniciando un plan que excede a la arena, algo que dejará una huella imborrable en la raza, y en el planeta; reúne a todos los que puede, exclama con fervor un discurso en contra de las clases y el dominio absoluto del concilio, y termina encerrado junto con los otros bajo el control del concilio y sus oficiales de seguridad.
Fin de la revuelta.
No, no lo es, porque demostrando lo buen estratega que ha llegado a ser, Megatron revela que ese siempre fue su plan, ya que al estar prisionero en la ciudad, tiene la oportunidad de poner en práctica la etapa más arriesgada de su plan, en donde Starscream usa sus dotes de traidor para aparentar volverse en su contra, y Soundwave es liberado por misteriosos artificios que le dan el momento y lugar para interceptar las comunicaciones en el lugar; con el elemento sorpresa, los predacons, stunticons, terrorcons y muchos más en favor de los recién liberados, las defensas caen, y Megatron y sus recientemente bautizados decepticons surgen como una marea dispuesta a asolar todo territorio que se oponga a ellos.
Sentinel prime hace una nueva y espectacular aparición usando el Apex armor, cosa que sólo sirvió para aumentar la humillación de su derrota, y magnificar el recién ganado poder de los decepticons, y la megalomanía de un Megatron que saborea por primera vez la oportunidad de tenerlo todo.
Con este final impactante comienza la historia de los transformers, una historia que nos muestra cómo un minero se convirtió en renegado, un renegado en líder subversivo, y ese líder, en tirano.
Spotlight Blurr
El primer Spotlight que nos presentan es el de Blurr, y tiene lugar casi al mismo tiempo que el conflicto desarrollado en la nota de Megatron origin. Sin embargo, esta vez volvemos a las luces, el público ferviente y todos los ópticos y cámaras apuntando a las carreras que tienen lugar en Cybertron; Blurr es el corredor más popular y con más premios a su haber, y también es un tipo completamente egolatra, egoísta, y que vive por fuera de la realidad. Sabe que es admirado, y su combustible parece mezclarse con la admiración constante y creciente de los fans; arrogante y calculador, sólo vive para sí mismo, pasando con igual rapidez que por las pistas, de la existencia de quienes lo rodean, incluyendo a su equipo de preparación para las carreras. Así es nuestro querido protagonista, que llega al punto de ignorar la actualidad mundial en desmedro de su yo popular.
La realidad golpea fuerte al azul corredor, cuando las carreras son terminadas y hasta el bar exclusivo que frecuentaba cierra sus puertas; de pronto, todo su castillo de naipes se desbarata, y cuando no hay luces, ni fans gritando, se da cuenta de algo para él aterrador: tiene las manos vacías.
Aquí entra en juego el siempre manipulador Starscream, quien con su habitual labia pretende convencerlo de unirse a las filas de los decepticons, sin amenazas ni armas, sólo con un discurso que podría interesar a muchos en el planeta; coincidencia o no, muy poco después, el corredor azul se encuentra con Orion Pax, quien le habla con claridad acerca del peligro que amenaza a toda la sociedad, llegando a mencionar aspectos hasta ahora desconocidos del velocista, todo esto en medio de la desesperada lucha de este escuadrón autobot por evitar que maten a Zeta prime. ¿Qué dirección tomará Blurr? ¿Podrá ser que la decisión de un arrogante corredor pueda cambiar el destino de toda una sociedad?
Spotlight Orion pax
Pax es un duro. Probablemente esta sea la descripción más acertada de él, pero aunque lo sea, aún no es Optimus prime.
La historia toma lugar algún tiempo después de desatada la revuelta que acabó con el senado en Megatron origin, y nos muestra a un nuevo senado y efectivos del orden intentando poner las cosas en su lugar; Zeta prime, misterioso y flamante nuevo líder espiritual y formal del senado, le encarga a Orion que rescate a Ratchet, legendario médico autobot y actual moneda de cambio; Orion estrena cuerpo nuevo, pero aunque sabe que es una mejora, siente que algo no está bien, que en su ser hay una falta de alguna cosa, pero no puede investigar qué. Sin embargo, el deber llama, y el rudo oficial parte en misión, junto a Nightbeat, y Alpha trion, quien por razones desconocidas anda con el rostro cubierto por una capa; transporte con los prisioneros para el intercambio, mapa puesto en línea, y el destino del grupo es nada menos que la mancha de óxido, seguramente el sitio menos deseado de todo el planeta, uno donde nadie debería entrar, y probablemente muy pocos podrían salir.
Luego de algunas escaramuzas con bestias nativas, Orion y compañía llegan a la zona indicada, siendo recibidos por el psicópata Bludgeon, quien revela que todo eso es una trampa, y lo que realmente querían los decepticons no era intercambiar un par de prisioneros random, sino tener acceso al único autobot que conocía ese lugar: Alpha Trion, a quien quieren porque es, probablemente, el único que puede llevarlos a Metroplex, titán perdido hace tiempo y que puede generar portales a través del espacio, lo que daría a los transformers liderados por Megatron una ventaja táctica imposible de superar. El buen Orion hace gala de un talento y astucia sin igual para salvar a los otros, pero se sacrifica creando el punto de salida. ¿Su fin? Todos sabemos que no, pero el final de esta historia tendrá un significado grande para el futuro.
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Nos leemos en pocos días en el siguiente análisis: Guerra por Cybertron. Parte 2
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