Si hay una franquicia a la que le debemos el boom de adaptaciones comiqueras del nuevo Siglo es a los X-Men. Vuelve la serie a sus manos creadoras, al toque original de Bryan Singer con sabor a nuevo, uniendo dos generaciones en Días del Futuro Pasado, tal vez la más descabellada idea en toda la historia del género. ¿Funcionó? Sin ponerle mucho misterio… Sí. Y bastante. Aquí te contamos todo, “sin spoilers, sin verdad absoluta”.
Corría el loco año 2000, y el Mundo era muy distinto a como es hoy. El mal sabor de “Batman & Robin” había enterrado a las películas comiqueras de DC en un abismo unos años antes, y con el desarrollo de la incipiente tecnología CGI, los productores comenzaron (por primera vez en harto tiempo) a mirar a la vereda contraria más en serio. Marvel esperaba silenciosamente los avances tecnológicos que le permitiesen llevar a sus arácnidos y antorchas humanas a la pantalla grande, pero los mutantes fueron la primera movida. Nació “X-Men”, dirigida por Bryan Singer, y de “X-Men” nació todo: los cameos obligados de Stan Lee (que ya suman más de 20, para hacerse una idea del éxito del concepto), la sensación de que los cómics eran cool de nuevo, la semilla de Spider-Man, Hulk, incluso los “Avengers”. Singer remató con “X2: X-Men United”, una maravillosa secuela que muchos colocan entre lo mejor del género. Luego de una regular tercera parte se cerró la saga mutante en su forma original, renovada en “First Class”, una precuela que le dio nuevos, frescos y geniales aires. Lo que jamás sospecharíamos es que después de 10 años de dejar la franquicia, Bryan Singer volvería para dar a sus queridos X-Men el cierre que merecen… ¿Y como hacerlo? Tomando una de las sagas más recordadas del cómic como excusa, para combinar los elementos del joven “reboot” con el clásico reparto. El resultado es explosivo, irresistible y vibrante: una aventura Sci-Fi pura que rescata lo mejor de las primeras entregas y lo mezcla con esos elementos que hicieron de First Class un clásico instantáneo. “Días del Futuro Pasado” logra lo imposible: apelar a la nostalgia, ser una digna secuela de “First Class” y armar una aventura épica y entretenida en si misma, todo en un solo paquete intrincado pero altamente disfrutable (y aún más teniendo frescas las cintas anteriores, ojo). Parte de su genialidad está en devolver el peso dramático a Charles Xavier y Magneto, pilares esenciales de toda la saga. Patrick Stewart y Ian McKellen conmueven en sus roles de dos viejos conocidos que han visto ya demasiada sangre en sus vidas, contemplando el fracaso de sus actos, mientras sus jóvenes contrapartes James McAvoy y Michael Fassbender llevan sus roles a un nuevo nivel de desarrollo, teniendo el futuro en sus manos. En el medio, está Wolverine (el incombustible Hugh Jackman) que derrocha amor por el personaje y el universo de secundarios que ha ido dejando atrás. “Days of Future Past” es un regalo múltiple: a los fans de los X-Men animados e impresos que verán finalmente elementos que soñaron plasmados en celuloide por décadas. A los fans de los X-Men fílmicos, que verán un merecido cierre a su saga y sus personajes, pospuesto casi una década por el agridulce desenlace de “X-Men 3: La Batalla Final”. Y a los amantes de “First Class” y publico casual por igual, que verán la historia desarrollarse y florecer hacia un futuro nuevo, abierto y lleno de sorprendente potencial (ojo con la secuencia post-créditos). Todo esto envuelto en el paquete de regalo que es la banda sonora de John Ottman, que rescata los motif desarrollados en “X2” para rematar una cinta que se pone entre lo mejor del género, que tiene algo para todos y que estoy seguro logrará una gran proeza hoy por hoy: dejar a muchos genuina y simplemente contentos.
En copias 2D y 3D (el 3D está de lujo, pero seleccionen su sala de cine con sabiduría), doblada y subtitulada, “X-Men” se despide y a la vez se renueva con toda la grandeza que merece.
Inti Carrizo-Ortiz
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